Esto es así. Aquí en la China Popular. Si te quedas a dormir en casa de alguien (cuando no es ni tu amiga, ni tu pareja) es para follar por la mañana.
Pues resulta que hay gente que no lo tiene tan claro y que encima te hace sentir como una perra inmunda y salida. ¡Habrase visto!
Vamos a ver, pongámonos en situación: Chica conoce a chico a través de una App de ligar. Bien. Después de un par de semanas hablando quedan para ver una película en casa de la chica. Los dos saben que no van a llegar ni a la presentación de los personajes. Ponen la película y a los 10 minutos están retozando de buena manera. Follan una vez, escuchan música, vuelven a follar.
Hasta aquí vamos bien.
Pero ay amigos!, cuando la chica se da cuenta el coleguita le está haciendo la cucharita como quien te hace la trece catorce.
La chica, resignada, se queda dormida mientras piensa lo bien que duerme una sola en una cama de 1,35.
Se despiertan.
Y aquí es donde viene el asunto. Después de una noche follando y durmiendo con un señor con el que te lo has pasado bien, ¿quién no se levanta con ganas de que le den candela? Que digo yo que habrá gente que se levante con cero ganas de chuscar; pero chica, yo no me he encontrado aún con nadie. Bueno sí, con el susodicho, que medio empalmado me dijo literalmente: No es no.
¿Holi? NO ES NO, ¿Qué me estás contando? ¡Que te has dormido haciéndome la cucharita!, ¡Que te has levantado empalmado! ¡Que está escrito en los manuales del buen fornicio! ¡Que por las mañanas de toda la vida de Dios se folla, hombre por favor!, ¡Tendrá valor!
Pues hija, así te quedas, tiesa tú y tieso él. Indignada y con un calentón del quince. Menos mal que tenemos unas manitas prodigiosas y no necesitamos que ningún maromo nos de los buenos días para empezar el día con energía.
Al próximo que venga a ver una peli, le voy a explicar que en mi casa, el final, se ve por las mañanas.
Anónimo.
