2014 – 5.00 de la mañana  en el bar que cierra más tarde en mi ciudad, con amigas y dos copas de más. Entre los bailoteos con Hidrogenesse y Lori Meyers veo a un chico detrás de mí. Cito sus características más distintivas:

  • Altura: 1,90
  • Peso: 80-85 Kg.
  • Gafas
  • Al verlo se me cayeron las bragas.

Mi cabeza: ¿Cómo lo hago?, ¿Le hablo? Ahora si puedo tener una oportunidad ya que está oscuro y estamos bebidos ¿no? Es demasiado guapo para mí…

Mi lógica: Sigo bailando y discretamente le empujo para que poder dirigirme a él y disculparme (nunca falla).

Su reacción: Sonriendo me dice que no pasa nada, pero se acerca un poco más a mi oído y me pregunta si saldría fuera con él a fumarnos un cigarro.

tenor

Después de decirle que sí me giro, recojo mi bolso, me despido de mis amigas con la certeza de que esa noche no iba a volver al bar (y no me equivocaba). Ellas, curiosas, me desean buena suerte y me piden que tenga cuidado. Me marcho.

En cuanto pongo el pie fuera del bar está allí esperándome sonriente y con un cigarro en la mano. Cuando me acerco  para cogerlo me planta tal beso en los morros que casi me desmayo en esa plaza.

HORAS DESPUÉS:

Estoy en su cama medio dormida, sé que debo irme a casa, pero no me muevo de allí hasta que este dios del sexo pervertido me diga que me vaya. No lo hizo, me pidió que me quedara con él, me llevó a casa para recoger unas cuantas cosas para que pudiera dormir allí. Me fijé en el detalle de que en todo momento que estuvimos en la calle no me tocó ni me besó.

Esa noche estábamos cenando en su casa y sacó una botella para que empezáramos a beber. Ya borrachos me soltó lo que casi cuatro años después sigo sin entender: “Mi amigo XXXX nos vio en la calle y me preguntó que hacía con una chica como tú, le dije que estar con una como tú es mucho mejor que con una chica normal”.  ¿Mi reacción en ese momento? Estar agradecida porque este dios ha querido acostarse conmigo. A día de hoy sigo entender que quería de mí.

Pasaron las semanas y no volví a mi casa, nos dedicábamos a estar en su casa día y noche sentados en su sofá, él jugando a videojuegos y yo mirándole. No podía marcharme, si por alguna razón dejaba la casa, por el motivo que fuera,  5 minutos después de irme recibía un mensaje que decía “Vente”. No entendía por qué quería tenerme allí. Los meses siguientes consistieron en que yo era su mascota. Cuando él tenía la necesidad de follar venía a por mí, se saciaba y volvía a sus videojuegos sin pensar en que una también quiere desahogarse. Pero daba igual, yo debía de estar agradecida.  ¡CUIDADO!  Nunca fuimos pareja, él no necesitaba una pareja, él no quería una pareja, él me quería a mí, (Usar y tirar) y yo, estúpida, me serví en bandeja.

Llego un día a su casa después del trabajo y me cuenta que se ha comprado un billete para irse a vivir a otro país. Sentí una bola gigantesca al rojo vivo en mi estómago…pero él no debía verlo, tenía que ser la persona perfecta para él, quizás así se diera cuenta de sus sentimientos y se quedara conmigo.

Tras darme esta información estuve dos semanas sin verlo ya que parecía muy ocupado con sus preparativos y entendiblemente no tendría tiempo para llamarme o escribirme un mensaje, hasta que el día antes de su marcha me volvió a escribir un mensaje al móvil (“Vente”). ¿Qué hice? Ir corriendo a ver a mi dios nórdico. Con lo que llegué, cenamos, follamos y me dijo que había sido un placer, pero que me fuera que él tenía que descansar para irse al día siguiente.

Durante los 4 meses que duró todo esto, nunca salimos juntos a la calle si no era necesario y si lo hacíamos nunca me tocaba delante de nadie, nunca quedamos con sus amigos, nunca me dejó darle muestras de cariño si no salían de él.

UN AÑO DESPUÉS

Recibo un mensaje al móvil (“Estoy en Málaga ¿quedamos?”). Durante todo ese tiempo apenas me había acordado de él, al principio sólo pensaba cómo pude dejar que me usara a su antojo y permitirle insultarme como lo hizo. La tristeza se convirtió en resentimiento. ¿Mi reacción? Salir corriendo a su casa a tener una noche maravillosa con él.

Cuando llego está borracho y drogado, pero súper cariñoso y deseoso de mostrarme su amor. Me había equivocado con él, me había echado de menos, estaba claro que me quería…al menos hasta la mañana siguiente en la que me pidió que me fuera.

tumblr_m92aucJVee1r5a08so3_500

Durante los 3 años posteriores ha hecho una visita una vez al año y en todas me ha llamado para quedar. Entro por su puerta, me besa, follamos rápido (menos de 3 minutos), se desahoga y no se le ocurre en ningún momento tocarme o “ayudarme” a terminar la faena.  Y por supuesto, aunque teníamos planes hechos para el resto del día y la noche, los cancela prometiéndome llamarme al día siguiente lo cual no hace.

Este año 2017 vino en septiembre y me he jurado a mi misma que me negaré en el 2018 a volver quedar. Aunque eso me prometí en el 2016 y en el 1017.

A día de hoy mis pensamientos acerca de mí han cambiado, me quiero más por fuera y por dentro y realmente pienso que no existen chicos demasiado guapos para mí.  Existen chicos y punto.

RESUMEN: Sé que es tóxico, sé que me perturba, sé que ha sido creado para torturarme y hacerme daño, sé que se avergüenza de mí, sé que me mantiene en secreto por mis curvas, sé que sólo quiere aprovecharse de mí… ¿Por qué no puedo huir de él?

ANÓNIMO