Sí, estamos muy concienciadas con que hay que usar anticonceptivos, con el sexo seguro, pero resulta que uno de los grandes problemas de las mujeres españolas no es que no usemos anticonceptivos, sino que los usamos mal. De hecho se calcula que en el 52 por ciento de los casos de embarazos no deseados en España, la mujer utilizaba algún tipo de método anticonceptivo. Puede que usara  condón, pero no desde el principio, olvidándose del líquido preseminal, o en jerga popular, “del antes de llover chispea”. Puede que tomase la píldora, pero que no diese importancia al olvido de aquel día ( se ha estimado que 1 de cada 3 mujeres se olvida al menos una píldora al mes) , o que incluso desconociera que algunos medicamentos que había estado tomando interfirieran con la eficacia de la misma.

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Estas eran algunas de las ideas que el Dr. Iñaki Lete nos contó a algunas bloggeras en el evento #mujeresconpower, que intentaba concienciar de la importancia de que la mujer tenga poder de decisión y control sobre su anticoncepción, y de que elija el método más adecuado para ella, gracias a un test personalizado en la página www.anticonceptivoshoy.com.

De hecho, la idea de empoderar a la mujer en el uso de su método anticonceptivo no pasa solo evitar embarazos no deseados, sino también, para lo que se llama “ingeniería menstrual”, es decir, utilizar anticonceptivos hormonales para tener un mayor control sobre nuestra menstruación. Disminuir el dolor, saltarnos la regla durante las vacaciones o un fin de semana romántico, o tener claro qué día nos va a venir y no llevarnos sorpresas con nuestro pantaloncito blanco, que a todas nos ha pasado. Y es que, la menstruación no siempre tiene que suponer una esclavitud.

Eso sí, si bien sabemos que el preservativo, tanto masculino como femenino, es el único método que nos protege de las infecciones de transmisión sexual, la llamada “doble protección” es el método más seguro para embarazos no deseados. Es decir, usar condón, pero además utilizar un método hormonal como la píldora, la minipíldora, el anillo o los parches, según cuál se adapte más a nuestro ritmo de vida.

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Claro, que para eso, hay que ir a visitar al ginecólogo, y aunque parezca mentira, uno de los problemas de las mujeres españolas para tomar anticonceptivos es la fobia a esa visita médica. O incluso, los problemas que los ginecólogos se encuentran una vez que la mujer acude a consulta. Recientemente se publicaba la guía “Casos clínicos en contracepción” de la Dra. Esther de la Viuda, en la que se exponía que en muchas ocasiones las mujeres se niegan a ser vistas por un ginecólogo varón ( y eso que popularmente tienen fama de ser más delicados) o los casos de parejas en los que sigue siendo el hombre el que toma la decisión sobre la anticoncepción o la interrupción del embarazo sobre ella, también en parejas jóvenes.

Quizás el problema esté en que al hablar de educación sexual, hemos olvidado de hablar de muchas cosas. Como del hecho de que nuestra sexualidad sigue siendo nuestra, y tenemos derecho a decidir. Nos hemos centrado en explicar lo que hay que usar, pero no como usarlo, o nos hemos centrado en hablar de la sexualidad desde el peligro, y no en el hecho de que lo primero que tiene que ser es placentero, compartido y consentido. Quizás, es que pensamos que sabemos mucho sobre educación sexual, y aún nos queda mucho por avanzar.

Autor: Silvia C Carpallo, autora del libro ‘El orgasmo de mi vida’