Para terminar esta historia, que al parecer para ti no tenía ni pies ni cabeza pero aún así  yo no hacía más que esforzarme para que funcionara, déjame decirte; GRACIAS.
Gracias, porque me dejaste obtener de ti lo que quería… experiencia.
Ahora sin duda lo que quiero es más. Mucho más que estar en una interminable lista de espera.
¿Tan importante te crees?
Es bueno tener amor propio y saber lo que uno vale, pero otra cosa es el narcisismo y el egoísmo. Y por lo que veo, te sobra bastante. No digo que seas mala persona, porque de ser así, jamás me habría acercado a ti.
Pero por lo visto, tu meta en esta vida es tirarte a toda mujer que se sienta deslumbrada por ti.
Y si no está deslumbrada, te acercas poco a poco, un sonrisa cada vez que la saludas, un poco de simpatía hasta que caen, en estos tiempos de Facebook, comienza todo con una solicitud, un mensaje directo … ¿verdad?
Debes aprender algo, por mucho que quieras ocultarlo, la naturaleza de la mujer tiende a ser comunicativa, así que no es raro que haya llegado a mis oídos tus tantos intentos de acercamiento a personas de mi entorno. Y no es que me lo hayan contado a mi directamente. Las mujeres también nos reímos y comentamos sobre «el creído» ese que intentó ligar conmigo» o luego después de un tiempo llega la historia del «creído «ese que vimos en el parking central con la tía «esa» que tiene fama de haber pasado por la cama de medio barrio. Y luego vienen todas las confirmaciones visuales.
Y al final del todo, las confirmaciones de comportamiento. LA TOTAL FALTA DE INTERÉS.
Te lo he dicho demasiadas veces, cuando uno de verdad quiere, busca la manera. No eres el primer hombre que solo me busca cuando necesita algo de mi. Y como no eres el primero, ahora si que ya sé que hacer contigo.
Decirte adiós, porque me di cuenta de que el conformismo es un mal carcelero.  No quiero ser parte de tu larga lista, especialmente si formó parte de la lista con la que te avergonzaría que te vieran. No soy tan poco caso como para pensar eso de mi, y tu ya no eres tan importante.
No mereces que ponga en duda mi valía y pase día y noche preguntándome ¿Por qué no fui suficiente?
Ya has dejado CLARO cuales son tus prioridades, y yo en consecuencia también se cuales son las mías.
De corazón, espero que tu vida como la estás viviendo ahora te sea de provecho. Y que ninguna mujer oportunista (como la mujer con la que te han visto últimamente o con la mujer para la que fuiste un salvavidas cuando se divorcio)  de esas que solo buscan un hombre que las mantenga te enrede. Creo que nada insultaría más la inteligencia y experiencia que dices tener.
Adiós, y que te vaya bien.