Bueno, pues el título sería un gran resumen.
A ver chicas, os cuento. Estoy de erasmus fuera de España, y decidí bajarme tinder para ver como está la cosa por estos lares. Conozco a un chico americano, muy simpático, con sentido del humor y que me pasa memes. Genial, vaya. Estamos hablando unos días hasta que decidimos quedar.
Me invitó a salir de fiesta con sus amigotes y bueno, sin más. Eran bastante simpáticos y en un momento de la noche me besó. Decidimos ir a su casa a ponernos un poquito más romanticones.
Los dos íbamos un poco pedo, pero vaya, nada del otro mundo. Pero tías, que no había manera. Eso no subía ni a la de tres. Ni estando ya en pelotas y morreándonos a saco, nada. Decidí bajarme al pilón y la cosa se animaba, pero cuando iba a metérmela bajaba otra vez! De verdad, que frustración. Decidí meneársela un poquito y yo sinceramente me estaba quedando dormida ya porque qué aburrimiento. Estaba con los ojos cerrados y todo y oigo que me dice: stop stop!! Y yo medio tarumba porque literal que estaba dormida ya y se me corrió en el pelo, salió eso disparado como un cohete. Pero con la pollita medio flácida aún así, no entendía nada.
Fui a limpiarme y dormimos juntos y por la mañana me fui.
Seguimos hablando y decidimos quedar para pasar el fin de semana juntos, él dijo que lo de la otra noche fue porque estaba borracho. Pero por la mañana antes de irme intenté ponerme cariñosa otra vez y me aportaba, decía que tenía sueño. En fin.
Quedamos, y nada. Gatillazo tras gatillazo tras gatillazo. Estuve ahí desde el viernes por la noche hasta el sábado por la tarde y lo intentamos como cinco veces. Y NADA. El chaval parecía bastante inexperto porque al ver yo que eso no subía le quité el condon para hacerle una mamada y cuando volvió a subir intentó ponerse el mismo condon. Y yo en plan: pero what are you doing hijo mío can’t you see que así de esta manera it isn’t working o qué?
Total, que nada. Entre gatillazo y gatillazo miramos la casa de papel en Netflix, lo único que valió la pena la verdad. Luego me llevó a casa y lleva una semana sin hablarme. Le hablé yo pero pasó de mi y aquí estoy. Me siento super mal porque no puedo evitar pensar que no se le levantaba por mi culpa, porque no le ponía (y eso que él no era ninguna maravilla)
Y lo de dejar de hablarme tampoco lo entiendo. «Hombre tía pues porque eres una arpía» pensaréis. Pues no! Porque a vosotras os lo cuento con mala leche pero con él fui muy paciente y cariñosa.
La verdad es que me siento fatal y super usada… Solo quiero mimos y que me digáis que es un capullo con problemas de erección.