Menos mal que llegué antes a casa y pude prepararme para cuando él llegase.
Una buena ducha, top de lencería negro y tanguita negro. Nada más sobre mi gordo pero sexy cuerpo…
En cuanto estuve preparada le envié un WhatsApp: ya estoy sola, ven cuando quieras.
Su respuesta: en seguida estoy ahí… Y caritas de demonio sonriente. Me vuelve loca.
10 minutos más tarde, WhatsApp suyo: me abres? estoy abajo.
Voy corriendo a abrir la puerta y espero a que suba las escaleras detrás de la mirilla. Está llegando, abro la puerta y me escondo detrás de ella para que no me vea, ni él ni mis vecinos… Cuando entra y me ve semidesnuda sonríe con picardía, él sabe lo que va a pasar ahora, sabe que ya estoy mojada y deseando que me folle.
Empezamos a besarnos y comernos. Nunca me había agarrado nadie con tanta pasión. Enseguida jugó con mis pechos con sus manos y con su boca y me estaba mojando muchísimo. Le quito la sudadera diciéndole que va demasiado vestido, me apasiona su cuerpo. Le beso por el cuello y me pone mirando hacia la pared. Va bajando por mi espalda besándome, me quita el tanga y empieza a meterme los dedos mientras me mordisquea y me besa las nalgas. Queremos ir hasta la habitación pero a la vez no podemos dejar de besarnos. De camino al cuarto, en medio del pasillo otro parón, se desnuda por completo y empiezo a lamerle la polla, la chupo con pasión. Le encanta, lo sé y eso hace que a mi me encante aún más hacerlo. Vuelve a ponerme contra la pared en medio del pasillo y empieza a follarme de espaldas, me besa la espalda y me da algún que otro azote en el culo. Vamos a mi habitación y me tumbo en la cama, enseguida se pone encima de mi y vuelve a metermela a veces fuerte y a veces suave y hace que me muera de placer con sus dedos por mi clítoris. Me mira como me revuelvo en la cama gimiendo de placer y se ríe en señal de que me va a follar hasta que yo no pueda más. De repente para y acerca su polla a mi cara para que se la coma, empiezo a chuparle el rabo y para que no pare me mueve él la cabeza adelante y atrás casi sin dejarme respirar. Se quita de encima de mi y me pone a 4 patas, en esta posición me mete la polla lentamente y de forma progresiva cada vez más rápido, me encanta como me coge de las caderas y de la espalda mientras me está follando. Me besa en la mitad de la espalda y yo me contraigo del gusto. Se muere por que vuelva a comerle la polla y los huevos así que se tumba boca arriba en mi cama y empiezo a mamarsela y a chuparle los huevos hasta tenerlos prácticamente enteros dentro de mi boca, le vuelve loco y eso me encanta. Me pongo encima de él y empiezo a follármelo cabalgando sobre su polla. Tengo un orgasmo y me tumbo encima de él pero vuelve a moverse y no me da tiempo a descansar que sigo follándomelo hasta que esta a punto de correrse. Me quito y me meto su polla en la boca para que todo su semen sea para mi. Se corre en mi boca y me lo trago, tiene un sabor muy suave y eso me encanta. Aún jadeando los dos nos tumbamos juntos completamente pegados el uno al otro. Empezamos a hablar y a reírnos de tonterías. Propone irnos a la ducha.
Nos duchamos juntos en modo colegas pero con algún toque «romántico», no mucho, no es lo nuestro y mejor.
Salimos de la ducha y nos medio vestimos.
Comemos y hablamos de temas diversos, es todo tan natural que da miedo.
Al acabar de comer ya era casi la hora de irse así que ya estábamos completamente vestidos y a punto para salir pero empezamos a jugar a besarnos y mordernos. Eran besos muy mojados y muy apasionados, no podíamos dejar de besarnos, nuestras lenguas jugaban por nuestras bocas y nos estábamos calentando. Él empezó a tocarme el coño que en ese momento ya tenía mojado y yo pasaba mi mano por su paquete. Noté que empezaba a tenerla dura y no quise desaprovechar el momento así que le pregunte si podía bajar a comérsela a lo que él no me respondió y yo lo tomé como un sí, así que ahí que fui a volver a chuparle la polla. Estaba durísima otra vez y él parecía disfrutarlo más que nunca. Me miraba mientras lamia y besaba su glande y chupaba sus huevos. Estaba gozando mucho, no me dejaba parar, me estaba follando la boca y nos encantaba, se iba a correr en breves lo sé porque se le pone la polla muy dura cuando está a punto de llegar. Y así fue, se corrió en mi boca y yo me lo volví a tragar sin rechistar porque me encanta.
Me levanté y me besó otra vez.
Se fue de casa y a los 5 minutos me fui yo, aun me temblaban las piernas.
Nos volveremos a comer, seguro…