Relato I: mi primera vez 2

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  • Científica empedernida on #145030

    Holaaa,

    Como mi primer relato lo escribi pensando que no iba a tener tanta buena aceptación, no había pensado en seguir la historia pero he decidido continuarlo. Me ha costado bastante,es cortito pero si os gusta espero poder esforzarme más y continuarlo. Ya me direis!

    «…
    Ahora quien se iba a concentrar en los exámenes finales con tantas emociones vividas?. Era imposible ponerme a estudiar. No podía pensar en otra cosa que no fuese en él y recrearme en todo lo que sentí en aquella cama. Estuve días atontada, recordando cómo me temblaban las piernas al salir de su casa…tenía el corazón desbocado. Estaba en una nube, en mi nube.
    Pasaban los días y mi mente empezó a jugarme malas pasadas. Sin tener noticias de él, empecé a darle vueltas… ¿habría significado lo mismo para él que para mí?, ¿el habernos acostado quería decir que habíamos vuelto?,…me surgieron un montón de dudas y eso se notó en mi rendimiento. Los exámenes no me salían como yo hubiese esperado.
    Sólo tenía que hacer un último esfuerzo, me jugaba mucho. Habían pasado diez días sin sus noticias y a la hora de ir al instituto no coincidíamos porque teníamos diferentes asignaturas y por tanto, los exámenes eran en días diferentes. Ya sólo me quedaba uno, historia. Mi talón de Aquiles. A mí me encantan las ciencias y, como era esperable, la asignatura que más se me atragantaba era la maldita historia. Tendría que esforzarme al máximo para no cagarla a última hora.
    Abrí el libro, ese mismo libro que le había dejado semanas atrás. Él cursaba historia también, repitiendo curso. No me había percatado que coincidiríamos en el examen. Mierda! Pensé. Me va a costar concentrarme viéndole. No sabía cómo se iba comportar, no sabía qué éramos en ese momento…necesitaba una conversación previa antes de ese día.
    Tras mucho darle vueltas, decidí descolgar en el teléfono en un momento que me quedé sola en casa y marcar su número. No contestaba nadie, en el instante en el que iba a colgar se oyó un apresurado si? Al otro lado. Su madre. Oh Dios! No había pensado en que podía ser ella la que contestase. Me dijo que su hijo estaba estudiando en la biblioteca, que ella salía ahora de casa pero que le dejaba una nota. Uff!! Pensé ahora la pelota está en su tejado.
    La pelota no dejó de estar en su tejado. No hubo llamada de vuelta. Y llegó el día del examen. Esa mañana me preparé lo mínimo, unos vaqueros viejos, una camiseta y mi pelo atado en una coleta. El no haber dado señales de vida, me hacía pensar lo poco que significaba para él. Eso era mi único pensamiento durante el viaje en autobús.
    Llegué al examen temprano, me gusta estar con antelación… me hace sentir más segura. La gente iba llegando pero él no aparecía. Nos colocaron en el aula y en el momento de cerrar la puerta hizo su entrada triunfal. Madre mía!! Todo mi cuerpo se estremeció y mi corazón latía desbocado.
    Echó un rápido vistazo por el aula, se sentó y al volver a mirar nuestras miradas se cruzaron. Su sonrisa de oreja a oreja me reconfortó y me hizo sentir más segura. Me hizo un gesto que yo interpreté como un: luego no te vayas que tenemos que hablar.
    No sé ni cómo termine el examen. Creo que fue el más largo de mi vida, sin duda. Al salir, allí estaba él rodeado de amigos. Cuando se dio cuenta que yo estaba allí, vino apresuradamente.
    Un tímido qué tal y duda en sus ojos. Ambos estábamos cortados, que se suponía que teníamos que hacer ahora? Nos besamos? Nos abrazamos?. Noté cómo nuestros amigos nos miraban. Dudo en besarme o no y al final, fui yo la que le dio dos besos. No sé por qué. Me moría por besarle, por tenerle otra vez para mí,…Estaba claro que mi cuerpo deseaba el suyo…era mi mente la que tenía dudas.
    Deberíamos hablar, comenzó a decirme mientras nos sentábamos en un banco del patio. Mal comienzo. Lo primero que mi boca soltó fue un “por qué no me has llamado” sin darme ni cuenta. Me dijo que me había echado de menos, que no podía dejar de pensar en aquella tarde, que no lograba concentrarse en su habitación, que incluso había ido al instituto un día que yo tenía examen pero que su cobardía le impidió hablarme. Nunca hasta ese momento le había visto hablar con el corazón en la mano, hablar de sus sentimientos no era su fuerte…
    Yo escuchaba sin interrumpir, él parecía nervioso y no quería romper el círculo de confianza que se estaba formando entre nosotros. No podía parar de pensar en cuanto me apetecía besarle, en cuanto me apetecía desnudarle y que me hiciese otra vez suya con sus besos y caricias. Le cogí la mano mientras hablaba y sentí ese chispazo que días atrás noté cuándo me agarró de la cintura y empezó todo.
    De repente, oímos como unos amigos le gritaban para que fuese con ellos. En ese instante nuestra burbuja, nuestro círculo de confianza se rompió. Me soltó la mano, se levantó apresuradamente y me dijo que seguiríamos hablando en otro rato. Ni un beso ni un abrazo ni nada que me hiciese pensar en algo más que en una amistad.
    Nuestros amigos iban a tomar algo para celebrar el fin de los exámenes pero yo no me sentía de humor, los vaciles de si volvíamos a ser tortolitos no me hacían gracia y decidí tomarme la tarde para mí. Tras ver la decepción en su mirada, me apresuré a volver a mi casa.
    Esa tarde decidí pasarla en la playa… me vendría bien un bañito, descansar después de lo exámenes, descargar la tensión y tener tiempo para pensar y ordenar mi mente. Así que después de comer me puse mi bikini, cogí mi música y el libro que me estaba leyendo de mi mesilla y me monte en el bus.
    No había nada que me calmase tanto como una tarde tranquila oyendo el mar. A día de hoy es algo que me sigue tranquilizando bastante. Me bañe un par de veces, leí y disfrute de mi música. Era mi momento. No sé cuándo me quede dormida pero al despertarme la playa se había vaciado bastante. El tiempo estaba cambiando y sentí bastante frío. Decidí recoger mis cosas e intentar coger el siguiente autobús de vuelta. Debía de darme prisa si no quería perderlo.
    Subí las escaleras de la playa sin percatarme que alguien me miraba… y al llegar a la última oí como ese alguien me llamaba por mi mote. Al girarme me di cuenta que era él. Qué haces aquí?, pregunté apresuradamente. Esperarte, contestó. Cómo que esperarme?, respondí con cara de sorpresa. Sí, quería hablar contigo, tu hermana me dijo que estabas en la playa y te vi tan relajada que no quise molestarte. Llevo esperándote más de cuarenta minutos. Su explicación me dejo en el sitio. Nunca pensé cuanto podía valorarme. Tras un silencio, se acercó a mí y rodeando mi cintura me susurró cuanto le apetecía besarme.
    Me sentí desfallecer, mi cuerpo temblaba y no fui capaz de articular palabras hasta que mis labios soltaron un: y por qué no lo haces?. Con un simple beso era capaz de transportarme al más bonito de los paraísos. Me encantaba esa manera que tenía de hacerme sentir la mujer más afortunada del mundo. Me encantaba como sus fuertes brazos rodeaban mi cuerpo sin poder separarse de mí. Mi piel estaba erizada, no sabía si por el cambio de tiempo o por el deseo que estaba creciendo dentro de mí. Lo deseaba a él con todas mis ganas.
    Yo tenía la cabeza apoyada en su pecho, así de pie… no sé cuánto tiempo hacía que estábamos ahí, como dos estatuas abrazadas. Era capaz de oír sus latidos, su ritmo vital. De pronto, él se separó y me dijo: estás helada. Era cierto, el tiempo había cambiado y yo ya había perdido el bus de vuelta.
    No te preocupes, mi madre me ha dejado su coche y tengo una sudadera que yo no necesito. Te acercó a casa, me dijo. Me deje llevar, me gustaba esa sensación de protección que me estaba proporcionando en aquel momento. Llegamos al coche, justo cuando empezaban a caer las primeras gotas y nos montamos apresuradamente. Tormenta de principios de verano y que dejaron un olor en el ambiente. Me prestó su sudadera de su peña con su nombre escrito por detrás. Recuerdo aún hoy el olor de aquella sudadera, cómo me quedaba grande pero que me acercaba íntimamente a él.»

    Continuará…

    La Científica emperdernida

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    Reina mora
    Invitado
    Reina mora on #146096

    Científica!!! no dejes de escribir, lo haces genial. Me gustan mucho todos los relatos que has escrito

    Responder
    AnaGR
    Invitado
    AnaGR on #146276

    Por diossssss, quiero yaaaaaaaaaaa una continuación

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