Ojalá supiera cómo se sube una foto, porque estoy alucinante con mi bikini negro. Y con el azul. Y con el verde. Quizás me compre alguno más. Este verano pretendo ir a la playa, a la piscina, a torneos de rugby playa en la otra punta de España. Este verano no me quiero estar quieta. Ni quiero esconderme, aunque una pequeña voz interior me lo suplique. Aun estamos de terapia ella y yo.

Hace 20kg que no me sentía así, con ganas de hacer cosas, pero sin expectativas (ni buenas, ni malas, que las profecías autocumplidas las carga el demonio) Y no es que haya perdido 20kg, no, los he ganado.
Hace 20kg mi misión durante el verano era no ponerme nada que me cubriera las piernas o brazos. Porque estaba delgada y fuerte, porque me sentía mejor que el 80% de la gente de mi alrededor que tenían complejos o kilos de más y tenia que restregarselo por la cara. Hace 20kg era muy muy capulla, ahora me doy cuenta y menos mal que el tiempo pasa. Pero creo que en parte era así de capulla por lo muy adentro que había enterrado mis complejos y mis miedos. Los había encerrado bajo el músculo, la piel tersa, el bronceado y el maquillaje. A la gente le gustaba, qué más podía pedir. Ahora se que puedo pedir mucho más. Y pido gustarme a mi misma, darle a las cosas la importancia que realmente tienen.

En fin, 20kg y muchos altibajos después, llega el verano y es la época del «destape». Otra vez. Voy demostrarme si de verdad he dejado atrás esa máquina de autocrítica y miedo.

También decir, que muy fácil hacerse unas fotos simpáticas en bikini en tu habitación, y mirarte y remirarte sonriendo y asumiendo lo que ves, que no es malo, que no es feo, que lo que ves en el espejo es un porcentaje de ti, que, eh, que no cunda el pánico, es bonito. Ahora tengo que probar a mantener esa actitud fuera de mi casa. En una piscina, una playa, paseando en shorts, comiéndome un helado más grande que mi cabeza… haciendo cosas normales que todo el mundo hace.

Y es que mi auténtica «operación bikini» es más bien interior, tengo que entrenar todos los días, a no esconderme bajo capas de ropa, A sonreir cuando veo mi reflejo en un espejo. A mandar a paseo esa blusa que no me esta bien, sin darle mayor importancia (¡Significa compras!) Y a tirarme de bomba a la piscina sin importarme la honda expansiva.

Mis flotadores, mi piel flácida, mis estrías y mi culo blandiblu XXL, nos merecemos un verano divertido, en paz y sin privarnos de nada.

Me parecía importante compartir algo así aquí, porque hace unos meses subí otro post súper deprimente, exponiendo lo mal que me sentía, cual debía ser mi camino y lo cuesta arriba que lo veía.
Siento que he avanzado mucho, quizás no he llegado a la meta, pero no tengo prisa. Y casi todo se lo debo a esta web, que me hace reír y me inspira a ser cada día una mejor versión de mi misma, sea quien sea yo. O como sea. O cuanto pese. Gracias y os deseo un feliz verano a todas ❤