El finde pasado fue la Gordicon, algo así como la primera reunión de todas (o casi todas) las colaboradoras de WeLoversize en una casa rural perdida en el culo del mundo y cuya finalidad era comer, bailar y echar unas buenas risas. Pues bien, aunque cumplimos las expectativas (o las superamos, diría yo), el domingo sobró comida que nos repartimos como buenas mozas. A mi me tocó llevarme las verduras sobrantes y tengo dos berenjenas mirándome desde la nevera pidiendo una receta sana a gritos para compensar excesos.
Hay muchas formas de hacer unas berenjenas rellenas sanotas, y aquí va la mía para la que necesitamos:
– 2 berenjenas
– Spray de aceite
– Carne picada de ternera baja en grasa
– 1 cebolla
– 1 pimiento
– Queso rayado bajo en grasa (12%grasa)
– Tomate natural triturado o tomate en lata sin azúcar
Lo primero es cortar las berenjenas a la mitad y después realizamos cortes profundos en la carne. Los haremos a lo largo y ancho de cada mitad pero sin llegar a romper la piel de la berenjena. Salamos, les damos con spray de aceite (una gota) y las metemos en el horno que previamente habremos dejado calentando a 180 grados. Con 30 minutos será suficiente.
Mientras tanto, picamos la cebolla y la cocinamos con un poco de sal en una sartén con un pelín de aceite. En 5 minutos añadimos pimiento picado y las verduras que tengamos pensado (zanahoria, calabacín… lo que sea). Cuando las verduras estén listas añadimos la carne picada y un poco más de sal. Cocinamos todo junto en la sartén hasta que la carne adquiera color. Yo le he echado un poco de pimienta y orégano para darle más sabor.
Ahora toca sacar las berenjenas del horno y retirar la carne de las mismas con una cuchara y cuidado de no romper la piel. Es momento de echarla a la sartén junto al resto de ingredientes y tras remover un poco, añadimos la salsa de tomate. Dejamos que se cocine todo junto durante 5 minutos.
Con la mezcla lista, rellenamos los cuencos de piel de berenjena y por encima echamos un buen puñado de queso rayado bajo en grasa. Vuelta al horno a unos 180 grados durante 10 minutejos y… ¡listo!
