El truco para evitar caras reacias y que todo el mundo disfrute de esta receta, está en no contar el ingrediente secreto que lleva: la judía negra.
Sí, lo habéis leído bien. Seguro que os sorprende tanto como a mi en su día. Pero si os atrevéis, os aseguro que el resultado os encantará.
Ingredientes:
- Una lata escurrida de frijoles cocidos de 400gr aprox
- 3 huevos grandes
- 3 cucharadas* de aceite (yo personalmente uso de oliva suave)
- 3/4 taza** de azúcar o el equivalente en vuestra marca habitual de sacarina o endulzante
- 1/2 taza de cacao en polvo puro para repostería
- 1/2 taza de nueces o de pepitas de chocolate
- 1 cucharadita*** de esencia de vainilla
Pasos
- Pon el horno a precalentar a 180º
- Mezcla todos los ingredientes menos las pepitas o nueces, hasta conseguir una masa homogénea (yo personalmente, uso mi batidora)
- Añade las pepitas o nueces y mezcla suavemente con una cuchara, reservándote un pellizco para decorar.
- Vuelca la mezcla en un molde preparado preparado para hornear (si no es de silicona unta con mantequilla o aceite uno metálico para evitar que se pegue el brownie).
- Decora con las nueces o pepitas y hornea durante 25-30 minutos o hasta que al pincharlo con un cuchillo, la punta salga seca.
- Deja enfriar sobre una rejilla y ¡a disfrutar!
Truco: si quieres hacer la masa con una textura más gruesa, puedes añadir harina de almendras.
*1 cucharada = 15 ml
** 1 taza o en inglés cup = 236 ml
*** 1 cucharadita = 5 ml