A veces si no comemos rico y sano es porque no nos da la gana. Incluso si estamos restringiendo los hidratos de carbono al máximo (como en mi caso), basta un poco de imaginación para realizar versiones proteicas de nuestras comidas favoritas. Este finde nos lanzamos a probar una rica lasaña cambiando las habituales placas de pasta por lonchas de pavo y la bechamel por una salsa mucho más ligera. ¡Apunta!
Ingredientes:
– 400 gramos de carne picada de vacuno.
– Verduras variadas: en nuestro caso cebolla, pimiento, calabacín.
– Leche evaporada baja en grasa.
– Tomate 0% azúcar.
– Lonchas de pavo.
– 2 o 3 tranchetes light y un poco de queso rayado muy bajo en grasa.
1. El primero paso será cortar las verduras y saltearlas con una gota de aceite. Tendrás que removerlas constantemente para que no se peguen pero es mejor evitar excesos de grasa nada más empezar. Una vez estén pochaditas, sepáralas para mezclarlas más adelante con la carne ya cocinada.
2. En nuestro caso utilizamos una bandeja de carne picada de vacuno de 400g. Antes de pasarla por la sartén le añadimos sal, perejil y pimienta. El único problema de este tipo de carne es que probablemente suelte un montón de agua al cocinarla. Si es así, es preferible que cuando esto suceda vacíes parte del agua antes de seguir cocinando. Cuando veas que está doradita es tiempo de mezclarla con el resto de verduras y saltearlo todo junto.
3. El siguiente paso consiste en montar las capas de nuestra lasaña proteica. Partiendo algunas lonchas de pavo las vamos repartiendo en una bandeja de horno de forma que no dejemos huecos. Encima pondremos una primera capa de carne con verduras para poner otras lonchas de pavo encima. El número de capas dependerá de tu gusto y del ancho de tu bandeja. En nuestro caso fueron finalmente cuatro contando la capa final.
4. Al mismo tiempo y en otra sartén preparamos una ‘bechamel’ improvisada con un poco de leche evaporada y salsa de tomate 0% azúcares. Cuando esté lista la volcamos sobre las capas de lasaña dejando que la salsa llegue hasta el fondo de la bandeja (al menos por los laterales). Por último cubrimos con una última capa formada por tranchetes light y un puñado de queso rayado bajo en grasa. ¡Al horno!
5. Tras unos 15 minutos de horno, este es el resultado. Una riquísima lasaña proteica sin necesidad de usar placas de pasta y que con estas cantidades dará para 3-4 personas sin problema. Ya nos contarás si te animas a hacerla…¡Merece la pena!
