Que no te engañen.

Desde hace un par de años se han puesto de moda los dulces navideños ‘dietéticos’ o eso es lo que nos quieren hacer creer. Encontrarás toneladas de turrones, polvorones y mazapanes sin azúcar en tu supermercado pero basta con leer los valores nutricionales para darte cuenta de que el valor calórico es prácticamente igual y que lo único que difiere es que en lugar de azúcar utilizan edulcorantes que vale, engordan menos, pero si abusas no te salvas de un buen dolor de tripa.

Comprar las raciones justas.

Ahora que los fabricantes han descubierto el filón de los solteros y de vender raciones más pequeñas, empiezan también a aplicarlo a los productos navideños. Normalmente el problema es que si tienes una tableta de turrón en casa te la acabes comiendo entera, así que no estaría mal empezar por comprar porciones más pequeñas que venden al peso en cualquier supermercado. Elige una cosa de cada y asegúrate de que te las comerás en el día de fiesta en cuestión.

Háztelo tú mismo.

La única opción para asegurarnos de que estamos ingiriendo alimentos sanitos y no nos estamos pasando con los niveles de grasas y azúcar es echarle paciencia y cocinarlo nosotros. Si eres de los que se ha pedido vacaciones para tan sonadas fechas aprovecha el calorcito del hogar y ¡a los fogones! En este post tienes varias recetas navideñas que quizás te interesen.

Tira de las proteínas.

Quizás las dietas proteicas no sean la opción más saludable pero lo cierto es que los alimentos cuya composición se basa en protes nos ayudarán a no engordar en Navidad. Aprovecha las comilonas de marisco, de carne, de pescado. Si te olvidas de la mayonesa puedes atiborrarte de langostinos sin temor, ¡son maravillosos!

Mejor de día que de noche.

Esto es difícil de seguir, pero puestos a elegir, es mejor pasarse en Navidad y Año Nuevo que en Nochebuena y fin de año. Lo que comamos por la noche nos irá directamente al culo ( a no ser que consigamos bailar cual posesos toda la noche) mientras que lo que comamos al mediodía tenemos el resto de la jornada para quemarlo. Intenta aplicarte con las proteínas por las noches y evitar los hidratos (pan, pasta, patatas, féculas en general).

Si un día te pasas, al siguiente: penitencia

No es cuestión de sufrir por no engordar durante las fiestas, así que yo abogo porque todo el mundo se de un buen festín los días que considere pero hay que tener cabeza. Si en Navidad te has zampado media tableta de Suchard, 1kg de polvorones y dos mazapanes de los que trajo tu abuela del pueblo, es preferible que al día siguiente realices una jornada depurativa a base de, por ejemplo, pollo y piña. Piña para desayunar, pollo para comer, piña para merendar y pollo para cenar. Suena coñazo pero os aseguro que eliminaréis gran parte de las toxinas acumuladas con los excesos y os sentiréis mucho más ligeras.