75 Euros. Otra vez. Ese ha sido el resultado de mi última incursión en el Decathlon hace dos días. Yo no quería;  como tampoco quiero las palomitas de mantequilla cuando voy al cine. Son cosas que simplemente me pasan; sin querer. No es culpa mía. La culpa es de ese lugar maléfico dónde  toda actividad más allá de las funciones vitales básicas de respirar y pestañear es categoría deportiva con gadgets propios. Ergo todos somos deportistas. Ergo Fan. Y así no se puede, oiga.
 
Hablamos de un lugar dónde ir del salón a la cocina u otro rincón de la casa son travesías urbanas de interior. Necesitas: cuenta pasos, calzado antideslizante para distintas superficies. Mármol, parqué y gres no son lo mismo, y lo sabes. Y la Ducha/Baño son actividades acuáticas de interior en espacios reducidos y aguas de temperatura variables. Recomendable: Bolsa de almacenaje impermeable con asas para colgar  (disponible en tres colores: negra, rosa y verde manzana), toalla de alto poder secante y gorro para la protección del cabello; también disponible en los tres colores y divertidos estampados para que puedas hacer Match&Mix.
        
Así que todo es entrar, dar dos pasos y que te invada el espíritu olímpico. La llama de Atenas nace en ti. Tú que consideras deporte de riesgo el cambio de funda del nórdico, practicas el sofing concienzudamente durante dos horas diarias en una disciplina férrea, de repente ves con buenos ojos el comprarte un kit de montaña y escalada para subir el Himalaya.
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¿Qué si vas a ir al Himalaya? No, pero el espíritu montañero también vive en ti, y esa cantimplora con termostato y medidor de potabilidad, en verde manzana metalizado es lo más y súper barata. No jodas. Si hay que ir a la montaña se va. Y PUNTO. 
O esos aparatos, sospechosamente parecidos a los de la tele-tienda; pero eso sí con colores más molones -verde manzana winner- con los que puedes tonificar, dar volumen, estirar y relajar  una cantidad indecente de músculos, todos a la vez; y ¡sólo se balancea! ¿No es increíble? Y funciona. Porque estás en una tienda de deportistas. El color fijo que influye. Es así.
 
Y ahí estoy yo; que soy muy empática con el verde manzana, con la motivación a flor de piel y arriando tarjeta para: 
 
– Guantes para levantamiento de moderado de peso con muñequera protectora. 
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– 2 Camisetas #DivinasDeLaMuerte de las que brillan en la oscuridad y mensaje motivador #MoveYourAssBitch
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– Mallas de tejido intergaláctico para sudar hasta tu nombre. 
– Botella para el agua ultimííísima generación.  Y sí, sé lo que estás pensando. 
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Deporte democratizado para todos, oiga. Todo por la módica cantidad de 75 leuros. Y de repente te preguntas «¿Me hacen falta estos gadgets?» De hecho ¿para qué te preguntas nada? Brillar en la oscuridad es razón más que suficiente para cualquier cosa. 
Y claro, de ahí a ser deportista de élite de absolutamente todo pues hay nada. ¿Quién no ha querido bucear, o escalar, o competir en los torneos de palas de playa, o de canicas y petanca pro, o hacer tumbing Xtreme? Y lo más importante ¿Quién no ha querido brillar en la oscuridad?