Corriendo voy, corriendo vengo y por el camino…. YO ME DETENGO.  Esa es mi relación con el running. Siempre me pareció una tontería muy grande eso de correr sin un destino determinado, incluso cuando se llamaba footing y no estaba de moda. No se si soy la persona más indicada para hablar sobre esto, pero ya que lo he probado creo que es justo que os cuente mis pareceres sobre este deporte que me tiene saturada y que no soy capaz de dominar. Le estoy cogiendo manía, sobre todo en estas fechas en las que las personas se ponen su uniforme de Kalenji y plagan los parques españoles con ese aire de sufrimiento y ese afán de superación que tanto se espera de nosotros en estos tiempos que corren.

Yo soy, por decirlo de alguna manera, la gorda de las carreras. Bueno, de la carrera, porque solo he corrido una en mi vida y fue cuando tenía 13 ó 14 años. Lo pasé tan mal que jamás lo olvidaré. Pobre de mi, pensaba que solo por ser joven y superar más o menos bien el Test de Cooper que nos hacía la profesora de educación física, podría hacerlo. Pero terminé la última, custodiada por la ambulancia de la Cruz Roja y haciendo un gran ridículo en mi pueblo. Para olvidar.

Doce años más tarde y después de despotricar sobremanera contra todo que fuera correr sin una meta concreta (como no perder el bus), me animé a calzarme de nuevo las zapatillas para trillar el asfalto y no me fue mal pero debido a mi trastorno obsesivo compulsivo que me impide ser constante con cualquier cosa que haga, lo dejé. Pero de esa experiencia saqué algunas cosas buenas que voy a resumir aquí a modo de pequeños consejos que espero que os sirvan para seguir adelante con la decisión de correr y dejar de hacer el vago.

1. Tomar la decisión de correr. Este no es un paso sencillo. Cuando te decides a correr sientes que has tomado una determinación que cambiará tu vida por completo y que pasarás a ser una de esas personas inmortales que trotan cuales gacelas en la estepa castellana con un brío y una soltura que ni Heidi por los prados de su abuelo. Pero OJO porque no es tan sencillo. Si te decides a practicar el running debes mentalizarte de que toca sufrir, sudar de verdad y sentir dolor al menos al principio. Los adictos dicen que esto es lo que les motiva. Yo, de momento, no estoy tan pirada.

2. El uniforme de runner. Como siempre cuando empezamos un deporte, nos toca uniformarnos. Puedes optar por el típico disfraz de runner con la marca Decathlon o Kalenji por doquier, o centrarte en obtener unas buenas zapatillas y ropa cómo y que transpire.

Esta es mi propuesta Loversize para una sesión de running en condiciones ( y tiro por Decathlon porque al final todas terminamos ahí).

Look para correr

Mallas cortas: DECATHLON     Shorts: DECATHLON

Zapatillas: ADIDAS       Gorra: NIKE      Camiseta: DECATHLON       CINTAS DEL PELO: H&M

Por favor, no salgas con una sudadera, lo único que te puede pasar es que te de una liopotimia y terminará siendo un estorbo pues la tendrás que atar a la cintura. Hay gente que piensa que si lleva una sudadera quemará más calorías y yo sinceramente lo veo absurdo. Sí, sudarás más, pero todo ese líquido lo vas a recuperar bebiendo agua en cuanto llegues a casa.

Respecto a los pantalones, yo soy muy pro mallas, pero los pantaloncillos cortos me tienen loca. El año pasado estuve en Estados Unidos y los vendían por todas partes y en todas las tallas. Lo que pasa es que no estaba seguro de hasta que punto podía poner a prueba mis muslos, así que siempre uso mallas aunque encima lleve pantaloncillo.

Lo de «lo importante son las zapatillas» no es solo un rancio fact  de este deporte, sino que es del todo cierto. Bajo ningún concepto te calces cualquier deportiva viejuna que tengas por casa, gástate al menos 50 euros en unas zapas en condiciones que sean para correr porque de lo contrario puedes destrozarte las articulaciones. Las mejores son las de la marca Asics pero yo soy muy fiel a Adidas y tengo localizado un Outlet en Madrid donde las encuentro a muy buen precio siempre que necesito. Además siempre quedarás muy guay en tu Instagram con la típica foto de las deportivas y la sarta de hastags como #running #healthy #sport  #run y #suputamadre.

Zapatillas de running Adidas y Asics

Zapatillas blancas y azules ADIDAS     Zapatillas grises y rosas ADIDAS     Zapatillas rosas ADIDAS

Zapatillas blancas ASICS     Zapatillas negras ASICS      Zapatillas lilas ASICS

Por cierto que en la página de Asics he rellenado unos datos para buscar unas zapatillas según mi sexo, peso, etc. y me han salido unas horribles, pero bueno, espero que esta muestra os sirva para orientaros.

3. Las apps. Lo bueno de que se haya puesto de moda esto del correr es que han diseñado multitud de apps para el móvil. Yo no soy muy de llevar el teléfono encima para hacer deporte pero desde que conocí Runtastic cada vez que salgo (a andar, no a correr), lo llevo conmigo porque te hace un mapita con tu recorrido, te dice las calorías gastadas, te manda mensajes motivantes… Está chulo.Y además si quieres ser una de las múltiples brasas que fardan de healthy life puedes compartir tus sesiones de Facebook. Eso sí, espera likes de otros frikis del correr o de tu suegra. Al resto de la gente se la pela.

4. La preparación. Yo creo que para empezar a correr debes tener un mínimo de fondo físico. De lo contrario estarás perdida. Yo pensaba que cuando llevara unos meses sería capaz de correr al menos media maratón pero fui muy ilusa e ignorante. Para correr hay que estar muy ágil y lo primero que tienes que hacer es preparar  tus piernas para ese sufrimiento al que las vas a someter de aguantar tu peso mientras marchas a trote gorrinero por el Parque del Retiro. Mi consejo es que no te precipites y que, además de calentar un poco y estirar antes y después de cada sesión, empieces caminando rápido al menos el primer mes. Quemarás calorías, perderás algo de peso y te irás preparando para lo más fuerte.

5. Las primeras sensaciones. Mi primer día corriendo duré solo 10 minutos, y a duras penas. Sinceramente, quería llorar, morir y quedarme muy quieta en el sofá de mi casa con la mirada perdida. Sentí auténtico miedo ante el torbellino de nuevas sensaciones que recorrieron mi cuerpo. Primero sentí todo el peso de mi cuerpo contra la acera de mi barrio y sobre mis rodillas. Al cabo de unos minutos empecé a sentir cómo me ardían los pulmones y me picaba la garganta como si fuera darme una crisis de asma. Después empezaron a hervirme las espinillas, más tarde las caderas. No lo pude soportar y paré. Me di la vuelta y volví a casa replanteándome mi decisión.

A las semanas comprendí que todo es cuestión de paciencia. El cuerpo debe acostumbrarse al nuevo deporte y también la mente. Algo complicado con las que somos un poco ansias y lo queremos todo a la de ya. Mentalizarse es de nuevo la calve. Poco a poco irás consiguiendo el objetivo, aumentando los minutos, reduciendo el dolor e incluso sintiendo placer.

6. Las tetas. Lo siento, pero tenía que tratar este tema tan peliagudo. Creo que no eres consciente de la dimensión de tu pechamen hasta que practicas pilates o haces running. Si siempre abogo por un buen sujetador deportivo, esta vez lo hago con más énfasis que nunca. Aunque no se te de bien el trote hazte con un sostén que te cubra bien, casi hasta el cuello, o de lo contrario puede pasarte esto:

Golpearte con tus propias tetas en la barbilla es una situación cuando menos inquietante. Yo lo intento evitar por todos los medios. Si os interesa, en Lottie tienen modelos para deportistas, en todas las tallas, modelos y colores.

7. La música. Punto super importante. No hay nada peor para un runner novato que ir sufriendo mientras oyes tus pasos arrastrados en la acera. Por eso yo aconsejo desde el primer día hacerte una lista molona con canciones super movidas, todas las que te haga bailar a loco. Al fin y al cabo cualquier deporte  hace que  a la larga sintamos un gran placer al practicarlo porque liberamos endorfinas (lo mismo pasa al follar o al comer chocolate, por ejemplo) y yo lo equiparo a la sensación que produce una canción que te hace levantarte de la silla. Si estás un poco perdida con esto, en Spotify encontrarás un montón de listas de canciones para practicar el running.

8. Los corredores de maratón. La fauna que habita en los parques es de otro planeta. Sí, hay gente que está empezando como tú y que van con la cara como una morcilla patatera con exceso de pimentón y arrastrando los pies. Pero ya te digo que no te fijarás en esos. Al menos a mi me pasa, que tiendo a compararme con los mejores y claro… todas las comparaciones son odiosas sobre todo cuando se hacen con personas que se apuntan a todas las carreras de la temporada primavera-verano. No intentes imitarles, ni siquiera en su atuendo, se trata de profesionales y aunque aspires a ser uno de ellos, es mejor empezar la casa por los cimientos y  no por el tejado.

Dicho esto, espero que hayas resuelto algunas dudas. Como siempre, te animo a que lo pruebes, pero por favor ten claros estos puntos si no quieres frustarte a la primera de cambio. Y si no, siempre te quedarán las caminatas, de hecho soy muy fan este artículo del S Moda de El País donde cuentan que «de acuerdo con un estudio caminar deprisa es tan positivo como correr para controlar la presión arterial, el colesterol y el riesgo de diabetes». Al fin y al cabo nuestro objetivo es estar sanas, ¿no?

¿Y tú, qué experiencia tienes con el running?