Nunca pensé que lo diría pero me mola el pilates. Al principio estaba un poco dudosa de practicarlo pero  hace ya cinco meses que  decidí coger al toro por los cuernos y empezar  con las clases de un deporte que me está aportando muchísimas cosas buenas.   Admito que imágenes como ésta me resultaban súper motivantes.

Una mujer respira, en un ambiente de penumbra y sofisticación mientras estira su cuerpo buscando la perfección postural. Líneas suaves, blanco y negro, ying y yang, equilibrio…  Lo que no sabía es que esta pobre de la foto está haciendo abdominales como un demonio. Probablemente esté temblando y cagándose en los muertos del que inventó el método Pilates, que no es otro que el señor Joseph Pilates.

A este buen hombre se le ocurrió, a principios del siglo XX, crear un método a partir de varias disciplinas deportivas, que ayudara a personas enfermas a recuperarse a través del ejercicio. Él había sido un niño muy enfermizo y trabajó como enfermero durante la Primera Guerra Mundial, lo que le ayudó a desarrollar su idea. Más tarde se instaló en Estados Unidos y su filosofía de vida empezó a cobrar fuerza. Hasta hoy, cuando hablamos de uno de los entrenamientos más completos y efectivos para corregir posturas, aprender a relajarse y controlar todos los músculos del cuerpo

Todo genial, hasta que te toca hacer este ejercicio, llamado ROLL OVER. Yo lo llamaría GAME OVER, porque lo único que puede traer consigo, si eres de grandes ubres, es la muerte por asfixia.Se que parece muy fácil, pero a mi cuando hago  esta postura se me corta la respiración… Sinceramente, solo puedo sentirme como la pelota con la que entrenamos. Una auténtica bola. Nunca antes tuve las tetas tan cerca de mi cara, ni siquiera practicando sexo (ejem). ¿Y cómo le dices esto a tu profesora, que piensa que lo que te pasa es que te duelen las cervicales y lo que sucede realmente es que tus pechos cortan el tránsito de aire por las vías respiratorias? Seamos sinceros. Con este cuerpo es complicado hacer perfectamente todos los ejercicios pero también es cierto que muchas de mis compañeras tampoco pueden hacerlos pero por otros motivos, como la falta de flexibilidad, una cualidad que yo poseo en abundancia.

Otra postura que al principio me costaba muchísimo es el HUNDRED, o lo que yo llamo el infierno en la tierra. Son más abdominales y además cuando vas avanzando y consigues colocar la espalda, refuerzas toda la columna. Su nombre lo indica todo… sí, 100 abdominales en esa postura tan cómoda que veis arriba. Pero, oigan, no quiero desmotivación. Probablemente os pasará lo mismo  que a mi. No es fácil integrarse en una clase colectiva de un deporte tan duro y tan exigente como el pilates pero  no penséis que  todas las personas  que asisten a estas clases son ágiles y están y tonificadas, como vemos en las fotos. Eso es un mito. El pilates es un deporte que pueden hacer las personas con los huevos bien puestos, lleven la talla que lleven de mallas de Decathlon.

Entre los múltiples beneficios que ofrecen estos ejercicios tan específicos, yo destacaría la fuerza que se adquiere en el tronco del cuerpo y el fortalecimiento del suelo pélvico. Es cierto que es duro ponerse a hacer abdominales de cero y cuesta creer que debajo de la barriga algo se esté moviendo y endureciendo, pero es así. Poniéndole un poco de empeño se trabaja muchísimo.  Yo lo tengo ya comprobado en momentos mágicos, mi marido dice que me han salido dientes ahí abajo (risa maléfica).

Cuando el tronco está fuerte se consigue una mejora importante en la alineación vertebral lo que quita estrés y tensión a nuestros músculos y articulaciones. Y eso a las personas con sobrepeso nos viene muy bien, ya que nuestras articulaciones en ocasiones sufren cuando tienen que desplazar toda nuestra masa de un sitio a otro. Yo os animo a que lo probéis porque estoy notando mejoras, me siento más fuerte y ágil y duermo mucho mejor desde que lo practico.

Y para practicarlo os aconsejo  ir lo más cómodas posible. Unas mallas, una camiseta de algodón y en los pies… ¡yo opto por nada! Los calcetines resbalan en el suelo, los calcetines con suela antideslizante producen mucho sudor (y además, qué coño, son para andar por casa), y el calzado especial a mi se me va de presupuesto… Lo importante es probar varias opciones y elegir la que te aporte menos probabilidades de caerte de culo.

Look pilates

Y tú, ¿has entrado ya en la secta del pilates?