– ¿Qué? ¿Cómo que no? Eso lo dirás tú, porque yo sí como chocolate, cada día,  no tengo miedo de hacerlo, y además lo hago de forma sana, saludable y no subo de peso.

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¿Quieres saber mi secreto? Simplemente he sustituido las deliciosas tabletas de chocolate elaboradas a partir de cacao puro (mezclado con manteca de cacao, grandes cantidades de azúcares refinados y a veces con leche), que nos gritan a todas y todos en las estanterías del supermercado «Cómeme»,  por un producto que para mi fue totalmente una revelación. Y sí, cuando me dijeron que este producto existía me fui a comprarlo con la típica banda sonora de revelación, agarrado por dos angelitos e iluminado como si bajado del cielo se tratase, ahí estaba la lata tan jodidamente sobria de «Cacao puro desgrasado en polvo», mi salvación y futura adicción.

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Y es que desde el Cacao desgrasado forma parte de mi bonita despensa, todo va a mejor, pues por fin puedo estar tranquila al comer chocolate, bueno cacao en este caso, y debo decir que me gusta mucho más que el otro. He de admitir que su sabor es mucho más real, que me ayuda a saciar muchísimo más mis deseos de comer dulce, y es que aunque sea bastante amargo, podemos jugar con su inexistente dulzura con stevia o sirope de agave.

El Cacao puro desgrasado tiene una gran cantidad de propiedades, por un lado alimenticias, como puede ser su aporte en grasa e hidratos de carbono,su poder antioxidante, aportando Vitaminas A y B, calcio, fósforo, hierro, magnesio y potasio a nuestro cuerpo; y por otro lado propiedades que podríamos llamar terapéuticas, siendo estas desde mi punto de vista  las más importantes, ya que influyen muchísimo en nuestro estado de ánimo. Entre estas propiedades encontramos la estimulación del sistema nervioso con la producción de serotonina, un neurotransmisor que nos ayuda a combatir y mejorar los estados de miedo, ansiedad o angustia. Como veis, al igual que el chocolate en tableta, el Cacao desgrasado también puede servirnos de consuelo en esos días de tristeza ayudándonos a crear esa sensación de bienestar e incluso de antiestresante, eso sí,  sin atiborrarnos, porque ya sabemos que todo en exceso es malo.  Este producto también nos ayuda a regular el apetito, aunque no lo creáis, el cacao tiene propiedades saciantes, derivadas de la bendita serotonina.

¿Cómo lo utilizamos y en qué?

Obviamente no lo vas a ingerir a cucharadas directamente, a no ser que quieras morir de asfixia. Te propongo que lo pruebes, en el desayuno, con un delicioso batido con leche de avena bien fresquita o si te gusta hacer unas ricas tortitas, puedes probar a ponerle una cucharada pequeña de cacao desgrasado en polvo o como yo he hecho esta mañana, en un rico bizcochón de verduras con chocolate. Pero si quieres quedar totalmente extasiada, mezcla dos cucharadas de queso batido bajo en grasa con una cuchara de este cacao y unos granitos de Stevia, hasta que quede como un rico chocolate líquido para cubrir un delicioso flan de yogurt healthy y me cuentas.

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Por supuesto no olvides que existen otras marcas, yo personalmente utilizo el de la marca Valor porque hasta ahora es el que más fácil me resulta de conseguir en el Mercadona, es que no os lo he dicho pero vivo en Canarias.

Así que di amén a este producto, y peca de su consumo moderado.