Un estudio concluye que los obesos saludables con anomalías metabólicas tienen un mayor riesgo de enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia cardiaca y enfermedad vascular periférica.

Así empieza un artículo del periódico ABC, que dice que los fofisanos son obesos y que encima no están sanos. Empezamos mal si llamamos obesa a cualquier persona con sobrepeso, pero seguimos peor asumiendo que todos los cuerpos son iguales y que les afectan las mismas enfermedades. Vamos a ver, nadie va a cuestionar nunca que es mejor no tener sobrepeso y que la obesidad trae consigo problemas de salud, pero deberíamos empezar primero por aprender a separar sobrepeso de obesidad.

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Un fofisano es un hombre que prefiere ir a tomarse unas cervezas y una hamburguesa en vez de ir al gimnasio. Vamos, yo, pero en hombre. Dentro de esta calificación, los habrá que no pisen un gimnasio ni aunque les paguen, y los habrá que alternen tardes de gimnasio con tardes de cañas con amigos, dividiendo su cuerpo entre cuidar su salud y cuidar su vida social; es decir, no todos los fofisanos son iguales, ergo, no todos están igual de sanos. Esto significa que no se puede garantizar que todos ellos vayan a tener enfermedades coronarias en el futuro.

En el artículo se habla de la ‘obesidad saludable’ un término que el mismo periódico ABC hace un año decía que no era real, con frases como «Tener la diabetes o el colesterol a raya no es una garantía de buena salud cuando se tienen kilos de más», es decir, no hay ningún gordo sano, todos al mismo saco. Aja, todo correcto… Estamos obsesionados en la actualidad con estar delgados, más que con estar sanos. Si este estudio hablara de obesos reales estaríamos totalmente de acuerdo con lo que dice, pero es que no está hablando de obesidad, está hablando de kilos de más, de hombres que disfrutan de la vida con una cerveza en la mano, sin preocuparse de tener tripa y sin obsesionarse con tener un six-pack de abdominales.

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No hace tanto, otro estudio establecía que las personas obesas metabólicamente sanas tienen un 38% menos de riesgo de muerte en comparación con personas no obesas y con un metabolismo menos sano, es decir, gente que fuma, que bebe como un cosaco, que toma anabolizantes o que come peor que mucha gente con sobrepeso… Entonces, a ver si nos aclaramos… Hay tanta información contradictoria que deberíamos aprender a no creernos todo lo que leemos, pero sobre todo a saber ya que cada persona es un mundo y que un gordo puede estar más sano que un delgado fumador, que un hombre bebiéndose una cerveza no tiene por qué tener peor salud que el que se bebe una Coca Cola, o que un hombre que el miércoles se salta el gimnasio para ir al cine a disfrutar de una película y unas palomitas no tiene por qué ser más propenso a un problema cardíaco que el que se ha pasado ese miércoles 3 horas en el gimnasio.

No generalicemos y sobre todo no ‘amenacemos’ a la gente con futuros (e imaginarios) problemas de salud. Para cambiar nuestra rutina o nuestra alimentación sólo deberíamos hacerle caso a nuestro médico, no a periódicos, revistas, libros sobre dietas o estudios que lo único que hacen es meternos a todos en el mismo saco.

En la imagen destacada, Leo Dicaprio, al que queremos con su tripa de fofisano o sin ella.