Miedo a conducir con lluvia, con nieve o de noche. Miedo a conducir por la autovía o por ciudad. Miedo a dar un volantazo, a desmayarte mientras conduces o a que otro coche choque contigo. ¿Te suena? No estás solo, más de ocho millones de españoles se sienten igual que tú cuando se colocan en el asiento del conductor. Cada vez más personas sienten temor a conducir, da igual que lleves miles de kilómetros a tus espaldas o que acabes de sacarte el carnet, nadie está exento de padecer amaxofobia o lo que es lo mismo, pánico a conducir. La inseguridad a no saber reaccionar ante determinadas situaciones, haber sufrido un accidente o padecer un trastorno de ansiedad o de estrés son los principales desencadenantes de esta fobia pero por suerte vencerla es más fácil de lo que piensas.

635822716444589869-2051412498_car

Lo primero que debes hacer es identificar el grado del miedo. Si es moderado se considera saludable ya que nos hace reflexionar y evitar actitudes peligrosas al volante. Cuando es medio se vuelve potencialmente peligroso ya que nos provoca una sensación de tensión e inseguridad que puede perjudicar nuestra atención. El grado más elevado directamente incapacita a las personas para la conducción. Conducir a una velocidad anormalmente reducida, cambiar de carril sin señalizar y de forma injustificada, frenar o acelerar repentinamente o salirse de la vía son algunas de las conductas más frecuentes en las personas con amaxofobia. Si nos centramos en el ámbito psicológico destacan los escalofríos, la ansiedad, los mareos, los temblores, la sudoración, la taquicardia, la agitación y los ataques de pánico.

Voy a proponeros una serie de pautas que no sustituyen al tratamiento psicológico impartido por un especialista pero que pueden ser de gran utilidad.

Detecta la causa

El miedo al volante puede aparecer cuando presenciamos o sufrimos un accidente vial pero esta no es la única causa. Las personas con miedo a perder el control, inseguras o con tendencia al estrés también son un grupo de riesgo. Ser responsable, autoexigente y perfeccionista no tiene por qué suponer un problema pero cuando un imprevisto desordena nuestros esquemas mentales, puede manifestarse en forma de inseguridad y miedo. ¿Qué imprevisto? Tráfico, peatones, lluvia, niebla, sol o noche. ¿Miedo a qué? Golpear o que golpee otro coche, atropellar a alguien, salirnos del carril, marearnos o dar un volantazo imprevisto.

ron-driving_1423211195

Aplica y descubre nuevos trucos para controlar tu miedo

  • Crea tu propio recorrido. Algo que me ayudó a superar el miedo a conducir fue crear un recorrido que iba desde mi casa hasta el trabajo de mi padre. Tardaba media hora en llegar porque estaba en las afueras de la ciudad, pero había un atajo por la autopista que acortaba la ruta unos diez minutos. Al principio me resultaba imposible ir por la autopista sola, pero tras acostumbrarme a la ruta corta fue coser y cantar.
  • Escucha música. Muchas personas dicen que la música al volante es una distracción pero yo me saque el carnet para cantar Bohemian Rhapsody a grito pelao sin que nadie me juzgase. Sustituye los sentimientos negativos por una buena lista de reproducción, cantando se olvidan las penas. Hay quienes prefieren la música tranquila porque les relaja más pero yo me quedo con canciones movidas rollo Mi Gran Noche, ¿cuál es tu estilo?

tumblr_mlte1syb1x1qmxhobo4_500

  • Organiza tu coche. Pasar más de una hora sentado en un espacio cerrado desordenado puede ser estresante. Pon un ambientador ligero pero agradable, un paquete de pañuelos, un muñequito que mueva la cabeza, una funda bonita para los asientos (una alternativa barata es una camiseta ancha) o cualquier detalle que te haga sentir cómodo.
  • Ten chicles a mano. Una forma de liberar la presión al volante es masticando un chicle. Él se lleva toda la tensión que acumulas y además es un suplemento de azúcar si tienes la tensión baja.
  • Escribe tus miedos en una lista. Antes de coger el coche escribe todo aquello que temes, al llegar a tu destino piensa en todo lo que pensabas que iba a suceder y el motivo. No te has salido del carril porque eres un gran conductor, no te has mareado porque has sabido controlar tu ansiedad y nadie se ha chocado contra ti porque las posibilidades de que eso ocurra son mínimas, especialmente cuando conduces con los cinco sentidos. Racionalizar nuestros miedos es la única manera de vencerlos.
  • Haz oídos sordos. Lo peor de conducir es la gente coñazo. Ignora a los que te pitan cuando estás estacionando, a los que te restriegan por la cara que aparcan con menos maniobras o a los que te meten prisa cuando vas por la autopista. Cuando te topes con esas personas a las que le convalidaron el carnet de tocacojones al sacarse el de conducir lo mejor que puedes hacer es entrar en modo abuelo. Tómate tu tiempo y observa como ponen cara de chupar limón desde el espejo retrovisor.

giphy

Enfréntate al miedo

Al principio pide a alguien que te acompañe y haz trayectos cortos para ir cogiendo soltura. A medida que la confianza en ti mismo crezca podrás aumentar la distancia del viaje. Cuando te sientas totalmente seguro es el momento de intentar hacerlo por tu cuenta. Es importante no depender eternamente de una persona para llevar a cabo nuestra rutina porque si un día que no puede venir nos sentiremos totalmente desamparados y el miedo se intensificará otra vez. La independencia va ligada a la confianza, cree en ti mismo y superarás cualquier reto.

tumblr_m2nk02fivr1rqkpceo1_400

Si estos consejos no te sirven no dudes en acudir a un especialista. Cada vez más autoescuelas y psicólogos ofrecen cursos o terapias para personas que tienen miedo a conducir.