La adicción a la comida es una enfermedad crónica que ha sido reconocida como tal hace apenas tres años por el Manual de Diagnósticos y Estadísticas de Enfermedades Mentales (DMS). En los últimos años, la idea de que la comida puede ser otra «droga» ha ido adquiriendo más peso en los estudios científicos. De hecho, se ha demostrado que el abuso de alimentos ricos en azúcares, grasas y sal puede generar una adicción en el ser humano.
Es importante diferenciar entre el término abuso y adicción, para saber si realmente tienes un problema de salud o simplemente te estás pasando un poquito. La diferencia, básicamente, consiste en el control. Si tú eres consciente de que te has pasado pero puedes pararlo, has abusado de una sustancia. Si eres consciente de que te has pasado pero no puedes parar de hacerlo, eres un adicto. Os pondré un ejemplo para aclararlo un poco:
Sales una tarde a tomar unas cañas con tus amigos y te tomas tres cervezas: has hecho uso del alcohol.
Son las fiestas de tu pueblo y te pasas tres días bebiendo como si no hubiera mañana: has abusado del alcohol.
Bebes todos los días, cada vez más y, aunque quieras, no puedes dejar de beber: eres un adicto al alcohol.
Si simplemente haces uso de una sustancia de manera puntual, por muy droga que sea, no pasa nada (a nivel médico). Tú controlas tu vida y lo que consumes y eres una persona adulta que conoce las consecuencias. Si en un cierto momento has abusado de una sustancia pero has sabido parar, tampoco pasa nada (en principio, porque abusar de ciertas sustancias, aún en momentos puntuales, pueden provocar problemas de salud). Si tienes una adicción hacia una sustancia determinada, tenlo claro: tú sólo no podrás pararlo. Luchar contra esto solo te producirá frustraciones y recaídas. Necesitas un tratamiento y afortunadamente en España hay muchos sitios donde puedes acudir para tratar las adicciones.
Sin embargo, con el tema de la comida siempre es más complicado diferenciar entre el abuso y la adicción. O, lo que es peor, mucha gente ni siquiera es consciente de que la comida puede provocar adicción y vive sin saber que tiene un problema. Por eso quería compartir con vosotros este test, desarrollado por la doctora Peeke a partir de la investigación publicada por la Universidad de Yale sobre la adicción a la comida. En tan solo cinco minutos podréis descubrir si sois adictos a la comida o simplemente os estáis pasando un poco. Y recordad: una adicción simplemente es una enfermedad, y, como tal, tiene tratamiento.
Pinchad aquí para acceder al test. Os traduciré las preguntas por si alguien no entiende ni papa de inglés:
1. Me he encontrado a mí mismo comiendo ciertos alimentos aunque supiera que ya no tenía más hambre.
2. Me preocupo acerca de dejar de comer ciertos alimentos.
3. Me encuentro débil o fatigado después de comer en exceso.
4. He dedicado tiempo a lidiar con pensamientos negativos producidos por haber comido demasiado en lugar de dedicar ese tiempo a actividades más importantes como pasar tiempo con la familia, amigos, trabajo, u ocio.
5. He sentido síntomas físicos de abstinencia, como agitación o ansiedad, cuando he parado de tomar ciertos alimentos. (No se incluyen bebidas con cafeína: café, té, coca cola, bebidas energéticas…)
6. Mi comportamiento con la comida o ciertos alimentos en particular me causa angustia.
7. Todo lo que tiene que ver con comer y con la comida reduce mi efectividad (mi rutina diaria, trabajo/estudios, actividades sociales o en familia, problemas de salud…)
8. Sigo comiendo el mismo tipo y las mismas cantidades de comida aunque soy consciente de las consecuencias físicas y emocionales que esto produce en mí.
9. Comer la misma cantidad de comida no reduce mis emociones negativas o eleva mis sensaciones placenteras como solía hacerlo antes.
Por otro lago, la organización de comedores compulsivos anónimos ha desarrollado también un cuestionario de quince preguntas que podéis ver pinchando aquí. Este test no tiene base científica pero prácticamente incide sobre los mismos puntos.
