A lo mejor es que no quieres adelgazar. A lo mejor lo que pasa es que nunca te has parado a preguntar qué cojones quieres de la vida, de tu familia, y sobre todo, de ti misma y de tu cuerpo.

¿Te has parado a pensar alguna vez en cómo te ves? Y no me refiero por dentro, que ya sé que es lo más importante, por supuesto, no seré yo quién te diga que no, hay que ser una buena persona, procurar hacer(te)  el bien y ante todo no mentir ni herir a nadie. Pero hoy quiero que te preguntes si lo que ves delante del espejo te gusta o no.

Quizás es que te has acostumbrado a oír por boca de todos que lo mejor es que adelgaces, que a dónde vas a ir con ese culo y esas piernas. Que estarías más guapa con menos barriga, que esa papada no te favorece en las fotos. Que los shorts no son para gordas y que la moda crop top se inventó para ridiculizarte. Y tú, ¿ tú que piensas?.

Porque es muy probable que a ti te gusten tus brazos, tus piernas y tu barriga.Que te guste mucho tu culo gordo embutido en unos vaqueros, que no te molesten  tus mulos en absoluto y que pese a lo que la sociedad dicte, a ti te la traiga al pairo el 90-60-90.

Últimamente he reflexionado mucho sobre todos mis intentos de adelgazamiento. Y he llegado a una conclusión que, por arte de magia, parece que me ha aclarado muchas dudas.

Analizando todas las ‘intentonas’, todos los mal llamados fracasos, me di cuenta de que la única vez que he querido adelgazar es curiosamente la que lo estoy consiguiendo.

Y obviamente, con mucho esfuerzo, con comida sana y más de 10.000 pasos diarios. Con clases de natación y privarme de algún que otro capricho. Pero da igual, porque esto sería insostenible en el tiempo si no deseara verme con menos kilos.

Querer no es poder. Yo quiero ser más alta y me he de conformar con un metro sesenta, también quiero ser cantante y mi voz no me lo permite. Querer es la gasolina que te mantendrá en el camino, la que hará que hagas esto por ti y no porque tu madre, tu abuela o la sociedad entera quiera que adelgaces.

Decide qué quieres. Y dilo ¨Quiero verme más delgada¨. No pasa nada por admitirlo. Pero también di ¨no quiero adelgazar¨. Porque te aseguro que nadie está obligado.

Así que , hazte un favor, y la próxima vez que decidas que esta es la buena, antes de nada , pregúntate si esto es lo que quieres, y sobre todo, no te sientas culpable por decidir que lo que tu quieres es otra cosa.

Ana Gayoso.

Miss Cosas Bonitas.