Lamentablemente, si queremos comer sano, muchas veces, no nos queda más remedio que cocinar nosotros en casa (a menos que vayas a sitios como los que os recomendé en posts anteriores). Aun así, nadie sabe mejor lo que lleva la comida, que el que la prepara, y por eso, soy partidaria de hacer como Juan Palomo: «Yo me lo guiso, yo me lo como». A mí, por lo general, me gusta mucho inventar en la cocina (he de decir, que tengo la suerte de tener a una nutricionista en casa, como mentora cocinillas) y siempre estoy probando nuevas formas de hacer platos saludables y originales, para no caer en la rutina.

Algo fundamental para mí, es tener un buen menaje de cocina, que nos haga la vida un poco más sencilla y que nos ayude a no caer en la vaguería de malprepararnos cualquier cosa, si estamos con el día torcido. Así que como doy por hecho que moldes, microondas, batidoras o planchas tenéis, aquí va una lista de algunas de las «pijaditas» que encuentro imprescindibles, si queremos llevar una alimentación sana. Y no, Lekué no me paga ni me regala, PERO YA ME GUSTARIA. Soy una Lekuéadicta. Además, ahora en El Corte Inglés tienen todos sus productos rebajados. De nada.

1. Molde de micro para tortillas: Cuando lo compré me pregunté ¿cómo he podido yo vivir sin esta maravilla? Teniendo en cuenta que soy la persona más inutil para hacer tortillas francesas de la historia (y ya si son con cosas apaga y vamonós), esto para mí fue descubrir la panacea tortillil. No necesita prácticamente nada de aceite (mucho menos que la sartén) y en menos de 8 minutos tienes una tortilla rellena de lo que quieras. Yo me las hago mucho de cebolletas, de pimientos o de patata. SI, DE PATATA.  Añadir también que el molde que os pongo en la foto, es el de tortilla individual, pero también lo venden en formato más grande.  Lo podéis encontrar aquí.

2. Espiralizador de verduras: Cuando me lo compré hace un año pensé que no lo iba a usar nada y ahora, no puedo vivir sin él. Aunque sus funciones son miles y le puedes dar diferentes usos según cortes las verduras, mi opción estrella es la que supongo que todos ya conocéis, que es hacer tallarines de calabacín. Me pirran. Recomiendo este modelo de espiralizador porque aunque existen otros en el mercado más baratos y más simples, terminas con la mano destrozadita, si vas a necesitar cortar una cantidad considerable de verdura (y no se deshecha apenas producto, que las verduras están muy caras). Lo podéis encontrar aquí.

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3. Separador de yemas: Tanto si le das duro a la repostería sana (fitcochos y demás), como si quieres aumentar el volumen de tus tortillas sin añadirles más calorías, este cerdito es para ti. Y aunque yo suelo tener siempre botellas de claras en la nevera, tengo guardado a mi cerdito como oro en paño, para no entrar en colapso si se me acaban. Además, este separador ayuda a cocinar de una forma mucho más higiénica, ya que al separar las claras de manera tradicional el huevo suele tocar la parte externa de la cáscara y creedme, no queréis saber la cantidad de cosas que podéis coger de ahí. Lo podéis encontrar aquí.

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4. Estuche de vapor: Mi compañero de batalla favorito. Prácticamente, lo uso con casi todos los platos salados que hago. Tiene una capacidad para dos personas (para que coman claro, no para cocinarlas, que esto no es Santa Clarita Diet), y lo que más valoro: se puede meter en el horno, en el micro y en el lavavajillas. Rápido, sano y mancha poco. No puedo pedir más. Lo podéis encontrar aquí.

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5. Molde para palomitas: Soy de esas personas que basta que no puedan tomar algo, para que les apetezca. Nunca me han llamado especial atención las palomitas en el cine, pero cuando decidí cambiar mi manera de comer y descubrí la de mierda que llevaban, cada vez que iba al cine y había alguien con ellas, se me antojaban irracionalmente. No me preguntéis por qué. El caso, es que cuando mi hermana, la descubridora de cosas maravillosas (la nutri de la que os hablaba más arriba) me habló de este aparatejo, fuimos corriendo a comprarlo. Y diréis, vaya gilipollez, así se han hecho las palomitas de toda la vida. Pues no, aquí las haces sin manchar, en nada de tiempo, sin grasas, sin sartenes y sin que se te achicharre nada. En un periquete tienes unas palomitas megasanas y aderezadas con las especias que quieras. Lo podéis encontrar aquí.

 

12191c14e207d766cc8c3ba0c2bb2c3f6. Panera de silicona: Estoy muy a favor de hacer el pan en casa. Como os contaba al principio del post, no hay nada mejor como hacer las cosas uno mismo, y más si se trata del pan. Ya que es uno de los alimentos en los que más cosas chunguis suelen colarte (azúcares de más, aceites no identificados, aditivos sospechosos, engaños con la harina..) así que no hay nada mejor como hacerlo de manera artesanal. En mi casa se consume a diario, por lo que un utensilio tan práctico como este nos hace la vida mucho más fácil y original. Yo por ejemplo, hago el pan con harina integral de grano completo y suelo añadirle especias provenzales para darle el toquecillo (entre otras cosas). ¿Lo más guay? Lo de siempre: no mancha, es rápido y se puede meter en el micro. Lo podéis encontrar aquí.

7. Molde para hamburguesas: Otra cosa fundamental de los que  buscamos comer bien,  es poder hacer unas hamburguesas caseras en condiciones. Tanto si las tomas de carne como vegetales, este es un utensilio que no debe faltar entre tus cosas. Es muy cómodo y compacta perfectamente cualquier mezcla. Lo podéis encontrar aquí. Pd: Y si ya queréis rizar el rizo, hay un pack que viene con kit burguer para hacer también los panes de hamburguesa.


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Y hasta aquí mis favoritos. Y vosotros ¿tenéis algún utensilio en concreto que os ayude a cocinar sano? Estaré encantada de seguir abarrotando mis cajones con propuestas nuevecitas.

 

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