Quién me conoce sabe que soy una fan incondicional de Star Wars. Es una de las herencias de las que les estaré eternamente agradecida a mis padres. Otros pobres fans que se dejaron llevar por el poder de la fuerza. Por eso, os puedo asegurar que tengo más que analizados a todos los villanos, héroes, y personajes secundarios de esta maravillosa saga. Y aunque tenemos a nuestros favoritos que nos ponen el chichi a dar palmas, Adam Driver se ha ganado un lugar en mi corazón de fan adolescente.

He de reconocer que cuando lo vi por primera vez en el Episodio VII pensé: ¿No podían haber encontrado a alguien mejor?. Me pareció soso, qué queréis que os diga. Pero a medida que iba avanzando, empecé a verle ese no sé qué, que qué sé yo, que hace que nos vuelva locas. Es inexplicable, pero cuanto más lo miro, más me gusta:

1- Se aleja totalmente de los estereotipos de Hollywood. No es el típico galán que vemos una y otra vez en todas las películas y del que personalmente ya estoy más que harta.

2- Mide 1,90 metros. Lo siento, pero a mí me gustan grandes. ¿O no conocéis todavía las ventajas de poner un hombre grande en tu vida?. ¿Y esas manos? Aquí una obsesa de las manos.

Un tiarrón lo mires por dónde lo mires

3-  Considero que su interpretación de Kylo Ren ha  sido una maravilla. Ese dilema interior y su lado oscuro me han tocado la patata. Qué queréis que os diga, una que es sensiblera. Y no debo ser la única, porque ganó una nominación a los MTV Movie Awards como el mejor villano.

4- Su última película «Historia de un matrimonio» me ha parecido brutal. Ya hemos hablado de ella en otro post, así que si no la habéis visto todavía, no sé a qué estáis esperando. Muestra una realidad tan habitual y tan poco mostrada, que da qué pensar.

5. Esa mirada. Esa jodida mirada que me vuelve loca. Y si lo juntas con esa media sonrisa….mi chichi se pone a dar palmas de inmediato.

Cómo te entiendo Scarlett

6. La vulnerabilidad que transmite en sus personajes. Me gusta que por fin un personaje masculino sea capaz de engancharme con sus emociones y demonios internos.

7. Representa la normalidad y cotidianidad por excelencia. Poco o nada se sabe de su vida privada. Simplemente se muestra siempre como alguien normal que sabe cuidar muy bien su vida personal y separarla de su vida profesional. Lo que me parece una muestra de valores que no puedo más que admirar.

8. Es el hombre del que todas nos enamoraríamos. Ese tipo de hombres que te hacen inclinar la cabeza, mirarle con ojos de enamorada y esbozar una sonrisa. Porque sí. Porque causa ese efecto allá dónde va.

En mi opinión, diría que Adam Driver es como el vino. Cuando lo tomas por primera vez puede que no te guste, pero a medida lo saboreas, te deleitas en ese enorme e inexplicable placer. Así que sí, Adam Driver se ha ganado un lugar en mi corazón.