Quién me iba a decir a mí, que siempre pedía todo en mate, mate, matísimo que me iba a hacer una fan loca del iluminador.
No sé si será culpa de Rosalía o qué, como todo. Porque todo es culpa para bien o para mal de Rosalía. Pero ya no sé vivir sin el highlighter. Y eso que ya sé que yo brillo sola, pero, chica, me he enganchado.
Pero una cosa es ser una guirnalda de luces de Navidad y otra usarlo para conseguir brillo y jugosidad, que es lo que a mí me ha conquistado.
Llevaba tiempo queriendo hacerme con uno líquido para poder jugar con las intensidades de los brillos y poder mezclarlo con la base. Así que me he decidido a probar el iluminador Beam Me Up de W7 en el tono volcano, que es así como perlado, entre rosita y beige. Perfecto para mi piel blanquita e ideal para el día a día o para la noche en más cantidad.
Hay que tener mucho cuidadito porque con muy poco producto puedes lograr ya unos resultados muy buenos. Si te apetece algo más loco, pues prueba a ir aplicando poco a poco más cantidad con una brochita.
En mi caso, lo que busco es un efecto buena cara y luminosidad. Por eso, he optado por aplicarlo ligeramente por encima del hueso del pómulo. Lo he usado en un maquillaje diario, con corrector, base y poco más. El resultado me tiene encantada porque parece como si me acabase de echar crema fresquita todo el rato, como si hubiese dormido bien agusto (excepto por las ojeras, claro).
La clave de todo esto es cuando salgo a la calle y mis amigas me dicen «¡pero qué buena cara tienes, maja!». Y pensando muajajaja 4,50 euros tiene la culpa y tú dejándote la pasta. Así que estoy encantada con este iluminador fácil de usar, que cunde a tope y que me vale tanto para mis looks diarios y de party.
Podéis encontrarlo en Hina Make Up que además, con el código WLS10 tendréis un descuento del 10%, yuhu!!
