Sabemos que hoy en día encontramos productos cosméticos para todo tipo de cuidados, cremas, cacharros, etc. Pero muchas veces tenemos en casa los ingredientes necesarios para hacer esos potingues. y ¡oye! Si son igual de efectivos y encima nos ahorramos unos eurillos no me diréis que no es tentadora la idea ¿verdad?. Además, a mi me parece algo muy divertido cuando me pongo en modo inventora haciendo mezclas y medidas.

  • Exfoliante de labios: a todas nos encantan los labiales mates y lo sabéis. Pero (por lo menos a mi me pasa) seguro que odiáis las típicas grietas que dejan por su falta de hidratación. Pues bien, los exfoliantes nos ayudan a hidratar los labios y que estos queden más suaves y evitan que se agrieten cuando usamos labial mate. ¡¡Atención!! no os exfolieis justo antes de aplicaros el labial, si tienes un evento de mañana hazlo la noche de antes. Para crear tu propio exfoliante de labios. Mezcla una cucharada de miel, una de aceite de oliva, dos de azúcar moreno y unas gotas de aceite esencial. Aplicalo en los labios, con un cepillo de dientes haz movimientos circulares, retira el producto con un algodón empapado en agua y continuación un poquito de bálsamo y ¡¡¡labios perfectos!!!

 

  • limpiador de brochas: es super importante la higiene en las brochas. Ya que, si no las limpiamos y desinfectamos en cada uso, estamos pasando toda la suciedad que tienen a nuestros queridos poros que están esperando el mínimo descuido para absorber toda la suciedad que pillan y así convertirse en simpáticas espinillas. A partir de ahora os lo pensareis antes de dejar la brocha otra vez guardada en el neceser. Es super sencillo hacer un limpiador casero, solo necesitas: un pulverizador, alcohol, agua y desmaquillante de ojos. Llena de hasta la mitad del pulverizador de agua y de la mitad restante, la mitad de alcohol y la otra con desmaquillante de ojos bifásico ¡et voilà!

 

 

  • Un plus en limpieza de brochas y esponjas. Para las que no habíais caído en eso de los gérmenes y la suciedad, y ahora quereis tiraros de los pelos pensando en la cantidad de mierda impurezas extra que habéis aportado a vuestros bellos rostros. Me gusta denominar como: ‘El súper limpiador’, con el podréis dejar como nueva toda vuestra pincelería y después construirme un monumento. En un bol echáis aceite y detergente liquido para platos, lo mezcláis y laváis los pinceles y las esponjas con esta mezcla, aclararlo con agua y así hasta que el pincel/brocha/esponja recupere su color original.