Me ha costado y aún me cuesta lanzarme al mundo de los labios de colorines porque soy de morrete carnoso y se me hace raro reconocerme a mí misma con maquillaje llamativo, pero a veces vivo episodios de revelación cósmica y me digo «venga, que si a todas las chicas les sienta genial no tiene sentido que tú te veas como la prueba viviente de la pistola de maquillar de Homer Simpson». Por eso, en una de esas veces, me fui a Sephora en busca de mi primer labial de mujer para dejar atrás los brillos transparentes sin color y salí de allí un poco desilusionada por los altos precios de un capricho que no sabía si iba a cuajar en mi vida diaria. Claro, yo quería empezar por algo económico que me permitiese no sentirme derrochadora si con el paso del tiempo no le daba uso, pero tampoco tan barato como para no saber lo que estoy comprando y que me provoque alguna reacción. Y buscando y buscando encontré una marca en una tienda de maquillaje pequeñita, Bell, y me fijé en unos labiales llamados Lip Tint con unos colores muy llamativos y frescos. La dependienta me aseguró que dichos labiales parecían tinta, que eran de larga duración y que podría comer, beber, besar y pasar un día entero sin tener que retocarlo, porque no se me iría nada y aguantaría igual de potente.

lip tint barra 1

Y vamos, verdad absoluta. El labial tiene este aspecto que veis arriba, y un aplicador muy cómodo que permite delinear con facilidad y no pintar ni de más ni de menos. La textura tipo gel se seca a los pocos segundos de entrar en contacto con nuestros labios y da un efecto aterciopelado, y a partir de ahí, cuando ya está seco, es cuando podemos olvidarnos completamente de que lo llevamos puesto.

lip tint barra 2

En la página de su distribuidor oficial nos hablan así de estos pedazo de labiales:

La fórmula de “larga duración” del cosmético hace que el color permanezca intacto durante mucho tiempo después de su aplicación. Ingredientes especiales colorean la piel de los labios y garantizan un efecto de maquillaje permanente. El cosmético no se despega de los labios, por tanto no deja marcas antiestéticas, como por ejemplo en un vaso. La fórmula ligera e innovadora, libre de aceites y ceras, garantiza un novedoso efecto satinado. Los labios se muestran extremadamente frescos, naturales y tentadores. Una ventaja adicional es su aplicador especialmente adaptado que permite una distribución precisa de la fórmula del producto sobre los labios.

Y sí, es que es tal cual. Cuando voy a pasar varias horas fuera y quiero despreocuparme uso estos labiales porque me encanta la versatilidad de su saturación y la forma en que se fijan a mis labios y ya no se van haga lo que haga.

Aquí podéis ver cómo queda con una sola capa del número 6 muy bien extendida:

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Y aquí con varias capas para que el tono sea más intenso:

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La gama tiene seis tonos diferentes y el que se consigue es prácticamente igual al de la tapa, así que podéis escoger el color que más se adapte a vuestros gustos porque son tonos bastante generales que se usan mucho, y además cuestan sólo 4€ cada uno. Yo ya estoy pensando en volver para comprar los que me faltan y tenerlos para combinar cualquier ocasión.

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Las únicas pegas que le veo es que quizá la gama de color es un poco escasa y que a veces al quitármelo me noto los labios un poquito resecos, aunque esto no me ha pasado siempre y supongo que en parte es porque no me cuido nada los labios y no me pongo hidratantes nunca. Así que salvo este último punto, para mí que no me maquillo habitualmente y que cuando lo hago busco comodidad y seguridad, son los labiales perfectos.