Una de las prácticas sexuales que más llama la atención tanto a ellos como a ellas (principalmente a ellos ejem ejem) es sin duda el sexo anal, la cual se encuentra muy dividida en opiniones. Muchos dicen que sí lo probarían mientras que otros  se niegan en rotundo.

Es cierto que cuando vemos en una película porno cuando le dan al sexo anal lo pintan como algo súper fácil y súper placentero. Por lo general él la gira a ella o la pone a cuatro patas, y ¡Para delante que va! Sin ningún tipo de cuidado o preparación previa, le mete el pene, sin miramientos y ella lo disfruta como una perra…

Ahora cuando nosotros en casa imitamos esta situación, vemos que cualquier parecido con la realidad es pura ciencia ficción, ya que el ano al no estar preparado ni dilatado, por lo general lo más fácil es sentir dolor o molestia, es verdad que algunas personas al estar muy excitadas no necesitan preparación alguna, pero no suele ser el caso de la mayoría.

Realmente sobre gustos no hay nada escrito, pero si eres una persona que siente curiosidad por probarlo, o ya lo hiciste y la sensación fue más dolora que placentera… aquí te cuento una serie de claves para que la próxima vez que lo hagas sea todo un éxito.

  1. Lo primero de todo la limpieza, muchas veces estamos más pendiente de que si manchamos o no a nuestra pareja y el deseo y la atención se van totalmente, por tanto no estamos disfrutando del momento. Para conseguir una limpieza ideal lo primero es que el día que vayáis a tener sexo anal, previamente evacuéis y después con una ducha anal  rellena de agua tibia os hagáis lavados. Se introduce la boquilla en el ano, se libera el agua y después se expulsa, repetir el proceso hasta que el agua salga limpia. Si la limpieza no es para ti un problema no hace falta que lo hagas.
  2. Un buen lubricante, eso de que con saliva se la metió el elefante a la hormiga… Es más cuento que otra cosa, la saliva no es un buen lubricante y menos para el tema anal. Los lubricantes anales son de dos tipos: de base de agua (compatibles con los juguetes como dilatadores) y los de base silicona (más resistentes, pero no se pueden usar con los juguetes) están pensando para piel con piel o para el preservativo.Existen lubricantes que además llevan ingredientes dilatadores o relajantes, que favorecen la penetración. Y cuentan con  una densidad especial para que no se sequen en el momento ¡Menos oportuno!

  1. Dilatar bien la zona, el ano no es como la vagina por varios motivos, y uno de ellos es que está mucho más apretado que esta. Por tanto hay que dilatarlo antes de introducir un pene o algo gordo dentro. Podemos dilatar primero con un dedo, y luego pasar a algo más gordo, que sea el paso intermedio entre el dedo y el pene, como un dilatador.

ATENCIÓN: Todo lo que se introduzca en el ano, siempre siempre siempre tiene que llevar tope, porque si no este juguete puede terminar en el intestino y la única solución es ir a urgencias a que te lo saquen y ¡Como que no!

  1. Y como último paso, estar muy muy excitado/a cuando lo vayáis a hacer. Si no lo tenemos claro, pensamos que nos va a doler, etc., de una forma inconsciente apretamos los músculos y ahí sí que no entra ¡Ni el bigote de una gamba! Por tanto la principal clave del éxito será la EXCITACIÓN y la RELAJACIÓN.

Si cuando introducís algo en el ano notáis una sensación como de cagar para dentro, es totalmente normal, eso no quiere decir que te estés cagando, simplemente que es la sensación a la que estamos acostumbrados al excretar, el ano por tanto necesita un rato para acostumbrarse a la sensación, darle un poco de tiempo.

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El ano es una de las partes del cuerpo que más terminaciones nerviosas tiene, y puede ser una gran fuente de placer si se hace bien, por tanto os animo totalmente a que lo probéis. Eso sí, ¡No os saltéis los pasos!