Sin duda, el mundo de la ilustración es uno amplio y diverso donde tiene cabida todo tipo de expresión artística, desde el borrón de lápiz hecho en el metro hasta las acuarelas más refinadas. Los hay que tardan semanas en completar una imagen, y otros que con una línea en un par de minutos ya consiguen algo increíble; el hecho está en tener talento y, sobre todo, llegar con él al público.
Se podría decir que el gremio está viviendo un momento en alza gracias a nombres se han ido consolidando con los años y que abren la puerta a nuevos talentos. Esa gente joven con una visión muy particular y de la cual probablemente no sepas el nombre, pero sí reconozcas su obra: “Ahh, esa de los perretes” o “El que pinta murales”. Para que podamos conocer los nombres de la gente que está en lo más alto de la ilustración patria (o está en pleno ascenso), vamos a proponeros una humilde lista de nombres y de imágenes, para que sepáis quiénes son, lo jóvenes que son muchos y cómo con esfuerzo y dedicación se llega a donde están. (Espero, por supuesto, que en los comentarios propongáis los nombres, muchos ellos, que se han quedado fuera por razones más que obvias de espacio).
HAS DE CONOCER A:
Paula Bonet (1980)
Ella es uno de estos casos en los que el nombre casi viene antes que la imagen; Paula está viviendo un momento muy dulce en la cumbre del mundo ilustrado, no solo por la importancia de los encargos que recibe y la reiterada aparición de su nombre en prensa, sino por la relevancia que toma todo lo que ella ilustra (prensa, cartelismo, murales). Su estilo es más que reconocible, hecho que hiciera que pasara de ilustrar las obras de los demás a escribir las suyas propias (Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End). Ojito, que a la chica hasta le desaparecen los carteles que ilustra debido a su popularidad.
Conrad Roset (1984)
Sus Musas han sido más que difundidas por la red, hasta el punto de que su estilo es admirado e imitado a partes iguales (sin ir más lejos, la noticia de un posible plagio por parte de Lady Gaga en uno de sus estilismos saltó a la prensa mundial en 2013). Su obra traspasa el papel, ha sido expuesta en galerías de todo el mundo y puede que reconozcáis alguna de sus ilustraciones porque durante un tiempo trabajó para Zara. En una constante de sus trabajos, y cogiendo sus palabras, “busco la belleza que desprende el cuerpo, me gusta dibujar la figura femenina”.
Raquel Córcoles (más conocida como Moderna de Pueblo) (1986)
El fenómeno de masas que supone su Moderna de pueblo, vista primero en prensa para más tarde pasar a ser la protagonista de sus propios cómics (Soy de pueblo, Los capullos no regalan flores), ha conseguido que su estilo sea inconfundible aunque el personaje en sí no haga aparición. Experta en ilustrar el mundo del “moderneo” de hoy en día, ella misma ha admitido que las redes sociales son imprescindibles para su trabajo. Gracias a ellas, sus ilustraciones ya son parte del merchandising que ha creado su marca.
Agustina Guerrero (1982)
Digna heredera de Maitena o Quino, esta diseñadora gráfica e ilustradora argentina ha conseguido con su volátil, esa treintañera insegura que pone caras todo el rato, que todos conozcamos sus viñetas y situaciones y hasta su más que icónica camiseta a rayas. Nació de un pequeño blog y a día de hoy su casi medio millón de seguidores ya son fieles a esas tiras cómicas que acabaron en Diario de una volátil, una monadita de libro en el que prácticamente todos nos vamos a ver reflejados en nuestros momentos más graciosos y patéticos, eso sí, consiguiendo sacarnos una sonrisa.
Sergio Mora (1975)
El caso de Magicomora se aleja bastante de estos primeros nombres anteriores. Su obra, aunque altamente considerada en el mundo de la ilustración, roza otra disciplinas que hasta termina por adentrarse en el mundo de la pintura. Sus imágenes de figuras casi oníricas podrían parecer muy simples, tal vez por sus tonos pastel, sus finas líneas o su look retro. Sin embargo, a primer golpe de vista uno ya intuye el gran trabajo que hay detrás. Su obra, publicada en más de una docena de libros y expuesta en todo el mundo, se ve acompañada de su esperpéntica figura y gran talento (no perderse el vídeo de cómo Destroza este diario).
María Herreros (1983)
Esta ilustradora y autora de cómics que ha visto sus novelas gráficas y tebeos en diferentes editoriales, publica a la par sus propios fanzines. Ha trabajado para grandes marcas como Coca-Cola o Taschen y ha expuesto en galerías europeas. De entre sus trabajos, tal vez reconozcáis Negro Viuda Rojo Puta, una reflexión realista sobre el madurar, y la ilustración de su camiseta “Gallardón”, una manera humorística de reaccionar ante la indignación suscitada por la propuesta de la ley abortista del ex-ministro. Personalmente, si no sabéis qué regalarme, me haríais feliz con su colección Beatles, ¡una joya!
Ricardo Cavolo (1982)
La colorista obra de Cavolo es tan reconocible a la par que llamativa que ha plagado fachadas y paredes, persianas y hasta aeropuertos alrededor del mundo. Lo relacionaréis directamente con sus ilustraciones y murales para la cerveza Moritz, esos llenos de personajes superpuestos, prismas de colores y formas unidimensionales que se solapan y te abruman a la par que maravillan. Su impactante y personal estilo ha hecho que triunfe en todo el mundo gracias a salpicarlo de color. (Camisetas y cazadoras personalizadas aquí, gracias).
Sara Morante (1976)
Esta ilustradora cántabra afincada en Francia ha recibido varias veces reconocimientos en forma de premios nacionales por sus más que reconocibles ilustraciones. De estilo marcado, e influenciada por el cartelismo, Morante es la maestra de la combinación de lápices negros y rojos, de rostros que saben transmitir perfectamente con una sola mueca atmósferas enteras. Sus trabajos copan portadas ilustradas de autores como Hans Christian Andersen o Jane Austen los cuales, es más que probable, hayáis visto en todas las librerías.
TE TIENEN QUE EMPEZAR A SONAR:
Albert Arrayás (1990)
Arrayás es un jovencísimo (y como él mismo se define, hiperactivo) ilustrador que trabaja desde albumes ilustrados hasta murales y exposiciones a cargo de clientes de tal nombre como Oysho y Coca-cola (puede ser que tengas un pijama con sus creaciones y no lo sepas). Sus ilustraciones para libros infantiles son joyas cargadas de poesía visual que dejan maravillados tanto a niños como adultos. Su estilo es de lo más adorable por lo que vais a querer poner en vuestra vida una ilustración suya tan pronto como acabéis con este artículo. Es cuestión de tiempo que llegue a lo más alto.
Cecilia Bustos
Igual de adorable es el trabajo de Cecilia Bustos, una ilustradora multicisciplinar que se mueve entre litografías, grabados, pinturas y hasta cerámica, dejando huella de sus ideas en colecciones de tazas y teteras de su tienda Silbando bajito, un éxito enorme en mercados y de la cuál os querréis hacer con todo. Sus acuarelas y el uso de los tonos pastel son una de las claves para que su éxito se vaya extendiendo.
Mar Cerdà (1984)
Esta ilustradora que trabaja mayoritariamente en el terreno infantil, domina como nadie los dioramas de papel, las miniaturas y las escenas iluminadas. Sus ilustraciones (fotos de una escena hecha en papel previamente) han llegado hasta San Francisco y son reconocibles si habéis tenido en vuestras manos la agenda oficial de Barcelona. A nivel de cuento ilustrado, se está haciendo poco a poco un hueco diferenciándose gracias a acercar a los niños temas digamos más bien complicados, como puede ser la muerte o los diferentes tipos de familias que existen en la sociedad actual.
