Para los que no os hayáis enterado: ¡Amaia Montero salió a cantar borracha! Lo que la faltaba después de tanto criticarla por haberse operado la cara, por haber engordado… Ayer un montón de periódicos dieron la noticia de su desastrosa actuación porque sí, un poquito desastre sí fue para el vozarrón que, a mi parecer y sin haber pisado una clase de solfeo en mi vida, tiene esta mujer.

Las mujeres borrachas ¡No!

Esto me ha recordado como hace tres o cuatro años fui a ver a Extremaduro en Madrid y salí súper desilusionada porque Robe iba bien cargadito, no sé de qué pero ni se le entendía. Las entradas fueron caras, no como este concierto que no pagó la gente sino el ayuntamiento (con impuestos sí pero al final puede asistir todo el pueblo, no como al que yo fui). El sitio era Las Ventas, que supongo que tendría más acogida mediática que San Antonio de Renedo (Cantabria). Y, sin embargo, no leí nada de tal envergadura como lo de ayer en contra de Extremoduro. Tampoco de muchas bandas de rock internacionales que salen al escenario hasta arriba de sustancias tóxicas, sin ir más lejos a John Frusciante se le alabó en su momento porque las drogas despertaban su lado creativo. Pero Amy Winehouse era una drogadicta y una borracha para los medios de comunicación. Hasta que murió, claro.


¿No será que vemos peor que una mujer se emborrache a que lo haga un hombre? Sobre el escenario y sobre la vida en general.

Insultos contra su físico y su salud mental

No sólo los periódicos han aireado el asunto con titulares sensacionalistas, los propios lectores y usuarios de la red se han armado de piedras (para mí que siempre las tienen preparadas para lanzarlas a la primera oportunidad). Algunos de los más dolorosos e injustos han ido directamente a su físico «parece un tonel», «deja de gastar tiempo en operarte y ponte a ensayar», «choni», «es que parece de plástico»… son solo algunas de las lindeces contra la excantante de la Oreja de Van Gogh.

Otros han ido un paso más allá, meterse con su supuesta operación de cara les parecía evidente así que…¡barra libre de comentarios machistas! «No soporto esa voz que pone de nena viciosa y consentida», «Esa pensaba que se iba a comer sola el mundo y mírala» (hay quien sigue viendo prejuicios en una mujer ambiciosa) o uno de los que más me ha impresionado «Se ha hecho un flaco favor a sí misma. Una tarda años en forjarse una buena imagen y segundos en echarlo todo por el retrete, sino vean el caso de Letizia Ortiz». Diga que sí señora, que era una fémina aunque cueste creerlo la que ha soltado semejante perlita, mucho había tardado en salir la reina a colación, otra a la que por cierto se ha juzgado más duramente por un desplante de segundos a su suegras que por todos los que el propio rey le hizo a su mujer durante años con sus escapadas amorosas.

Y para rematar y terminar de cantar bingo no han faltado los cuñados y cuñadas que se han apresurado a asegurar que la cantante «había tomado ansiolíticos», que «debe tener problemas», «hay que ser más responsable», «esta chica no está bien anímicamente» y el premio la botica de la abuela se lo lleva el comentario de «se tiene que poner en tratamiento». Porque lo dice usted, claro. Que si una mujer sale a cantar con unas copas de más o lo que sea ya tiene que arrastrar un problema de salud mental.

Tengo que reconocer que entre tanta pedrada he echado en falta el típico «ha descuidado su imagen personal en los últimos años» que tanto vuela hacia los famosillos, especialmente féminas que engordan o cambian su imagen hacia algo más alejado que lo que marcan los cánones. Pero bueno, no canto victoria que aún es pronto y todavía pueden salir más artículos y echar más leña al fuego, a ver si Amaia arde. Lo de salir volando se lo dejamos a Axel Rose, Lemmy Kilmmister, a Robe o a Yosi de Los Suaves entre otros, hombres que pueden salir al escenario más pedo que yo el primer día de las fiestas de mi pueblo y a los que no se les dice nada al llegar a casa.

*Todos los comentarios son reales y los podéis encontrar en las noticias publicadas por los medios de comunicación.