El pasado 8 de agosto le hicieron lo que parecía ser una entrevista distinta y divertida a Rozalén pero la terminaron cagando con el titular.

Pues eso, a primeros de mes Metrópoli, la sección de cultural/de ocio de El Mundo le realizó a la cantante manchega una entrevista compuesta por preguntas más ligeras y personales que las que solemos ver en otros medios. 33 preguntas que nos ayudan a conocer de otra manera a la artista, de una forma mucho más personal y directa. La idea mola, ¿verdad? Y la entrevista en sí me parece buena, algo ligerito para una lectura de verano. ¿El problema? El de siempre, se quedan con el titular más sensacionalista e insustancial.

Que digo yo que en 33 preguntas había donde elegir algo que de verdad nos contara algo nuevo de Rozalén. Porque nos cuenta qué obra de teatro le impactó o qué museo le parece imprescindible. No sé, que me parece a mí que si la sección de El Mundo nos quiere hablar de ocio y cultura un titular hablando de aquel viaje a Bolivia que le cambió la forma de ver la vida resultaría mucho más acertado.

Me parece interesante saber que a Rozalén le gustan los deportes de montaña o que una de sus series favoritas es Vikings (nos ha salido tonta la niña) porque me ayuda a entenderla algo mejor y por ende conocer mejor el mundo que rodea a sus canciones. Ahora, saber que le cuesta rebajar su barriga, pues mire usted, redacción de Metrópoli, me la trae un poco al pairo.

Ella parece tener la misma opinión que expongo pues nos dejó este storie en su instagram.

Me diréis que ya estamos acostumbrados a este tipo de titulares. Pues sí, tenéis toda la razón, pero no por ello molesta menos. Que de una artista de los pies a la cabeza, comprometida con la sociedad que la rodea, feminista, hiper respetuosa y humilde lo único que no importe es que no logra adelgazar… pues oye, algo estamos haciendo mal. Porque ya me diréis que si no es eso lo único que nos importa ¿para qué van a destacarlo tanto y usarlo como titular? Vamos, que al final es el consumidor quien decide qué compra y resultará que al consumidor le interesa la barriga de Rozalén. Así que seamos más responsables con lo que consumimos porque creo que si de un artista al final lo único que nos interesa es su físico mal vamos como sociedad.