Yo pensaba que lo de La ruleta de la suerte no podía ser más rancio, teniendo en cuenta que tienen a una muchacha como si fuera un florerillo feliz (no me gusta criticar gratuitamente a ninguna mujer pero es que la imagen que proyecta me da mucho poco de repelús -y bastante rabia-: no habla, solo descubre las letras y sigue el ritmo de los cánticos del público) y que no ha cambiado ni la decoración desde que tengo uso de razón, pues eso. Pero resulta que sí… que se pueden superar.

La dinámica del programa todos la conocemos y también sabemos que suelen tirar de frases hechas (unas más afortunadas que otras) por eso de tirar de la cultura popular y tal.

Bueno pues bien, hoy se emitió a la hora de comer (como todos los días de lunes a viernes) y tuvo un panel que, cuando me lo pasaron (gracias chica de Instagram) no me lo podía creer. Fui corriendo a ver el programa para contrastar información y cerciorarme que no estaba nada sacado de contexto. Evidentemente ha sido una meada fuera de tiesto (como ya han tenido otras). ¿2018 y seguimos fomentando esta mierda de creencias? Porque en este caso no se pueden ni escudar ni en que sea un refrán ni en nada parecido. Se trata de un topicazo como la copa de un pino, nivel «ah, como eres del norte no tienes frío». Una falacia que nos han hecho creer y que estigmatiza a las corporalidades gordas porque transmite la idea de que no tienen fuerza de voluntad para controlar sus impulsos. Así de simple.

No todo el mundo puede adelgazar sólo dejando de comer, reproducir esta idea es muy irresponsable y poco saludable porque cada caso es un mundo pero comer (más o menos) tenemos que comer todos y todas. Lo mejor, siempre, es ponerse en manos de un/a especialista que realice un estudio personalizado de tus hábitos, estado de salud y necesidades, porque las realidades son muy plurales. Existen personas que necesitan una ayuda psicológica importante, que les enseñen a mejorar su relación con la comida o a gestionar mejor su estrés para poder bajar de peso. Hay otras que tienen que estar pendientes de sus niveles hormonales, tomando medicación para controlarlos y, en ocasiones, ni con esas consiguen adelgazar. También hay personas que más que dejar de comer lo que necesitan es mucha actividad física. Y existen otras que tienen enfermedades metabólicas que hacen que se hinchen como un globo. Sí, también están las que sólo dejando de comer algunas cosas adelgazan pero han decidido no privarse de nada. A lo que me quiero referir con esto es que no se debe generalizar en un tema tan delicado sin conocer el historial médico del caso concreto.

Menos mal que el presentador, Jorge Fernández, parece haberse dado cuenta de lo delicado del asunto (por lo nerviosito que se puso no parecía guionizado) y ha intentado colarnos un speech que dulcificara un poquito la barbaridad. No es gran cosa pero por lo menos aporta algo de cordura al asunto:

Bueno, es verdad que hay que adel… hay que cerrar la boca, pero es que yo llevo muchos años diciendo que hoy en día, si alguien te pone a dieta, no hay que pasar hambre. Porque las dietas de hoy en día no necesitas… pero es verdad que a veces hay que— hay que cerrar la boca con lo que… con los caprichitos, ¿eh? Con los caprichitos que queremos, que a todos nos gustan pero ahí sí que hay que cerrar la boca. Pero si te ponen una dieta bien hecha no pasas hambre ni de coña… otra cosa es que tengas gula, gula sí que pasas.

De verdad, señores de la televisión, guionistas y creadores de contenido… ¿cuándo van a empezar a sensibilizarse con temas tan importantes como este? ¿cuándo se darán cuenta de que todo lo que muestran puede llegar a generar relaciones corporales muy tóxicas? De verdad, los que se tienen que dejar de tonterías son ustedes.