Es verdad que queda poco que inventar en el mundo del reality y que en Telecinco este formato es el rey. También es cierto que, en cuestión de televisión, yo me trago lo que me echen (en otras cuestiones también, pero eso es otro artículo) sin embargo, el espectáculo de ayer en la cadena del folclore no se si es algo que a mí, me vaya a enganchar.

En un intento de mantener la audiencia entre Gran Hermano y Supervivientes, la cadena de Vasile lanza al aire este circo de variedades dirigido por la camaleónica Mónica Naranjo, que se ha cambiado de la cadena triste y de cantante a presentadora.

No sé si lo habéis visto o no, pero yo os pongo en situación. Cinco parejas (todas hetero y formato choni-besabiceps), sacadas de otros realities de la cadena (¿dónde quedó la ingenuidad de los participantes del primer GH allá por el 2000?) van a demostrar que sus relaciones son fuertes e indestructibles (una de 5 meses) a una isla de Republica Dominicana (o cárcel de la carne, según se mire) ¿y para demostrarlo que hacen? Pues separarse y juntarse con otros 10 chicos y chicas que buscan el “amor”, llámalo amor, llámalo fama.

Hasta aquí, todo correcto. Pero vamos a ver Mediaset ¡qué esto no es nuevo! Que yo ya estoy curtida, tengo una edad, y vi “Confianza ciega”, aquel programa que presentó Francine Gálvez en Antena 3 a principios de siglo (joder que vieja soy). Aún así, le doy una oportunidad, me pongo un vermú y enchufo Telecirco.

Ya desde el minuto uno mis ganas de ver el programa se empiezan a esfumar. Cuerpos más que normativos, testosterona y mucha masa, de todo menos cerebral, porque la noche estuvo cargadita de patadas al diccionario. Álex temía no poder ayudar a su novia si sufría un “rebinche” y Katerina inventó un nuevo signo del zodiaco “piccis”, entre otras lindezas.

En este vodevil, me llamó la atención un personaje, Gonzalo, de GH14. Entra con Susana, una chica bastante educada y coherente ( o al menos eso me parece a priori). Pues la presentación del sevillano y los comentarios machistas que hizo después, me generaron tal dolor de estómago que no sabía si vomitar, cagar o hacer las dos cosas a la vez.

Así, nuestro querido Gonzalo, no dudó en mostrar todo el respeto que le tiene a su chica en el vídeo de presentación, asegurando sin ningún pudor: Perla 1 “es bastante carga para yo pasármelo bien con mis amigos”, perla 2: “Me gusta salir más con mis amigos que con mi pareja, mejor estar solo que tener un pokemon al lado”. ¡QUÉ ARDA TWITTER! Y, efectivamente, los twitteros no se hicieron esperar.

Y ojo, porque toda la velada estuvo cargada de comentarios neandertales por parte del andaluz “Es muy dependiente de mí, pero yo no de ella”, “no toques» (mirada de desprecio), etc. No entiendo que tipo de brujería es la que permite que una chica como Susana permita este tipo de comportamientos y faltas de respeto hacia ella (y dicho sea de paso hacia el resto de las mujeres)

En pleno apogeo del feminismo, con las RRSS más activas que nunca y con la lucha que estamos llevando a cabo contra la violencia de género, me parece muy peligroso que estas conductas se sigan permitiendo en programas de prime time en televisión. No estamos hablando de relaciones abiertas o poliamor. Estamos hablando de un programa en el que se normaliza la imagen de una mujer pisada, sometida y en cierto modo manipulada (desde la presunción y mi opinión), todo ello llevado a la normalización más absoluta.

Estamos criando adolescentes que quieren ser YouTubers, tronistas y concursantes de GH. En un mundo en el que la imagen física es premiada (no hay ni una sola chica/chico con celulitis, con canas, con un 42 de pie) y la cultura y la empatía se ven como un chiste. Amén de que se están proyectando relaciones con comportamientos tóxicos como lógicas. ¿De verdad es algo que queremos que se normalice?¿tanta lucha para esto?

De momento yo creo que no voy a volver a ver ni un solo capítulo más de este cabaret de variedades. Bueno, si, quizás el último. Porque teóricamente, como rezaba ayer la señora Naranjo : “Cuando esta experiencia termine, tendréis que decidir cómo volver a casa: con vuestra pareja, solos o con vuestro nuevo amor”. Eso va a ser el coño de la Bernarda, el avión de vuelta va a ser mejor que Los Juegos del Hambre. Mira, lo mismo Mediaset saca un nuevo reality de eso… Permanezcan atentos a sus televisores, o mejor, les recomiendo un libro.

“Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo” de Chimamanda Ngozi