Es verdad, durante años no le hice ni puñetero caso a «Tu cara me suena» y ahora me arrepiento porque es mucho tiempo sin ese disfrute sano de los viernes por la noche. Me era completamente indiferente. Me daba pereza. Pero sin prejuicios (solo jodería viniendo de la reina de la telebasura), lo juro. Por regla general no me gustan los programas de cantar y culpo a la Furor de mis altísimas expectativas en este tema, pero el año pasado se me cruzó el cable. Me enganché a OT (¡obvio!) y a esta maravilla del entretenimiento televisivo. Reconozco que me flipa ver a famosos haciendo cosas, los realities de celebrities siempre molan más porque jugamos con un contexto y eso tiene un morbo especial. Pero es que «Tu cara me suena» es especial y a continuación voy a enumerar los motivos que lo han convertido en una cita ineludible cada semana…

Porque las caracterizaciones son BRUTALES. Qué queréis que os diga, conseguir que Brays efe se parezca lo más mínimo a Bad Bunny me parece magia de la de verdad. Y yo, cada vez que veo el programa, fantaseo con que me transformen en alguien, en quien sea, me da igual… la fantasía de ser otra persona siempre presente.

Porque te meas. Este año han sido Corbacho y Silvia Abril haciendo de LaPili y Jirafa Rey (lo siento amichis periodistas, Silvia Abril no se ha vuelto loca… es tan humorista como su compañero Corbacho y puede hacer lo que le salga del parrús). El año pasado fue David Amor haciendo de «Velaskeh io soi guapah» y La Terremoto imitando a Massiel. Y años anteriores no lo sé porque aún renegaba de esta fantasía hecha programa de televisión (estoy mintiendo, me he visto todas las actuaciones de Arturo Valls en YouTube).

Porque las canciones que eligen son muy variaditas y eso es lo más viniendo de un programa de un canal de televisión. Que además de la pachanguis habitual (contra la que -ojo- no tengo absolutamente nada) te pongan a Mimi Ot haciendo de Bjork pues qué queréis que os diga… ES CULTURA MUSICAL (porque la diversidad es buena en todo, en música también).

Porque te ponen trocitos del vídeo original para que puedas comparar en condiciones y creerte jurado del salón de tu casa. Y hablando de jurados, también mola mucho que los encargados de valorar las actuaciones se sumen a hacer el imbécil todo el rato (aunque bueno, tendrían que revisarse algunos chistes y tal).

Porque se puede ver en familia. Si duermo en casapadres siempre hay algo de drama con la televisión. Por un lado tengo a mi padre viendo documentales de la Segunda Guerra Mundial en bucle y por el otro a mi madre viendo programas de reformas o series de policías como una posesa. Con «Tu cara me suena» todos contentos riendo a carcajadas, fin del problema. También te une mucho a los más peques de la casa y alrededores, es un tema de conversación infinito.

Porque empezar la semana comentando las actuaciones con l@s compis de curro es llevar mejor el lunes. Y a los que no siguen el programa siempre puedes bombardearlos a vídeos de los mejores momentos…

Encima puedes cantar y eso siempre alegra el alma.

Viva «Tu cara me suena» y ya está.