Hoy hablando de cosas que están totalmente sobrevaloradas os hablaré un poquito del tema de la penetración, la cual a lo largo de los años parece que ha ido subiendo puestos (de una forma totalmente desmerecida) hasta colocarse en lo más alto de nuestra pirámide sexual.

Es decir, desde mi experiencia como profesional de la sexología, siempre siempre siempre, tanto los pacientes como las personas que me rodean cuando hablan de su vida sexual la descripción de los “niveles” por así decirlo siempre son los mismos, primero besos y caricias, masturbación, sexo oral, penetración y orgasmo.

Y nos quedamos tan anchos, y que pasa si por algún casual falta uno de esos “puntos” tan maravillosos que tanto se habla, es decir, ¿puedes tener un polvo maravilloso sin necesidad de penetración?

¡Pues claro que sí!

Porque analicemos detenidamente un poco la penetración y añadamos una pequeña lección de anatomía femenina, la cual suele ser muy desconocida. Las mujeres llegamos al orgasmo principalmente por la estimulación del clítoris, ya sea de una forma más o menos directa, la mayoría de las veces es así.

Luego tenemos la vagina, que es esa parte interna, pues bien nuestra pequeña amiga que mide unos 12cm aproximadamente, la muy puñetera concentra casi toda su sensibilidad en el primer tercio. Es decir desde la entrada hasta unos 3-4 cm hacia dentro, de ahí para el fondo la sensibilidad disminuye considerablemente.

Por eso cuando nos ponemos un tampón, la copa menstrual o unas bolas chinas podemos ni enterarnos.

Esto tiene una función biológica muy clara, y es que si toda nuestra vagina fuera sumamente sensible, los partos si ya de por si son dolorosos, de esta forma ya nos querríamos morir directamente.

 

Y otro añadido a tener muy en cuenta: la entrada de la vagina y el capuchón del clítoris (la parte que más se ve) estaban bastante lejos, y aunque las raíces de este envuelven la vagina, queda un poco lejos, por tanto la penetración en ocasiones la sensación que nos deja es la de ñeeeee, esto será menos eficaz que otra cosa.

Señoras nuestro clítoris

 ¡me vais a perdonar pero a mi, ese maldito movimiento conejero me da de todo menos placer!

Por tanto, después de tener todos estos súper datos sobre nuestro parrús y su funcionamiento, hablamos muy claramente, donde esté un buen cunnilingus que se quite todo lo demás, y aquí te traigo una serie de ventajas que te van a terminar de convencer:

  1. Una comidita de parrús bien hecha, puede ser y de lejos una de las practicas más placenteras, por el simple hecho de que es una lengua blandita y húmeda arremetiendo una y otra vez contra tu parte más sensible del clítoris, de una forma directa y constante y ahí está la clave del asunto.
  2. Para las que la penetración sigue siendo importante, te diré que se pueden combinar sin ningún problema, podemos usar miles de juguetes diferentes para dejar puestos dentro de la vagina con la opción de moverlos o no, mientras nuestra pareja nos lame el clítoris cual perrito bebiendo agua.
  3. El orgasmo por lo general suele ser mucho más potente, ya que la estimulación al ser tan directa y tan intensa, hace que te tiemblen hasta las pestañas directamente.
  4. Para las que somos un poquito perezosas (yo me incluyo totalmente entre ellas) el hecho de estar tumbada en una buena cama o donde sea, espatarrada y dejando hacerte sin necesidad de hacer mucho movimiento, para mi amigas mías eso es GLORIA, pero de la buena además, solo tienes que dejarte llevar y dejar que las oleadas de placer se vayan apoderando de ti.
  5. Permite una mayor concentración, no es lo mismo estar en una postura donde le estés viendo directamente la cara al otro que estar tu solita a tu rollo pensando en tus cosas o concentrada en la sensación.
  6. Es uno de los métodos más eficaces para que las mujeres lleguemos al orgasmo, y esto es una verdad como un templo. Es verdad que hay ciertas mujeres que no les gusta el sexo oral o les incomoda, pero por lo general es una práctica que bien hecha y estando a lo que hay que estar se disfruta mucho.
  7. A los hombres por lo general les excita bastante hacerlo, ya que tener su cabeza entre tus piernas y llevar todo el control del asunto hace que se sientan amos y señores del cotarro y eso hace que se les ponga dura y lo saaaabes.

Probablemente si nos ponemos a analizar más aspectos del sexo oral nos sale una lista de 100 ventajas ¡por lo menos! Pero para que os hagáis una ligera idea con esto de momento creo que ya convence.

Y por mucho que se diga que el pene, la penetración y bla bla bla, no podemos negar que una buena comida bien hecha, es acertar casi siempre.

Aida Vallés, Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja

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