Literal estoy a punto de quemar algún edificio.

Me estoy tirando a un señor, ¿por qué? -te preguntarás- yo te respondo: PUES PORQUE SOY IMBÉCIL. 

Soy estudiante de medicina, aprobé el MIR hace dos años y ahora estoy en segundo año de residencia en un hotel de Madrid MUY grande. ¿Habéis visto Anatomía de Grey? Pues está basada en hechos reales, aquí folla hasta el apuntador. Celadores con enfermeras, médicos con limpiadoras, residentes con celadores y un largo etc. lleno de todas las posibilidades. Pasamos demasiadas horas en el hospital, el roce hace el cariño y si no estás casado o con pareja (a veces hasta así) acabamos echando un kiki tonto sin darte cuenta donde sea.

EL CASO, me estoy follando a mi adjunto. En castellano: el señor que me ‘enseña’ mi especialidad, es un médico que está en el hospital y se encarga de ‘dirigirnos’ las prácticas a unos cuantos, dentro de su grupo estoy yo: Verónica, la subnormal.

Primer dato a tener en cuenta: yo tengo 27 y el 42. Es un sugar daddy en toda regla, está más bueno que el pan, toda persona que entra a una consulta con él moja ropa interior (indiferente que seas chico o chica, porque encima es bisexual), es cubano, follador nato y recién separado de su mujer. ¿Por qué se ha separad? Porque esa mujer lleva más cuernos que un miura. (Dato de cotilleo total: ella también trabaja en el hospital, una planta encima de él, lo pilló follando con un residente como yo hace cuatro meses en un despacho del hospi).

Pues el caso, que yo estoy rotando desde hace dos meses por su especialidad y mira, es insoportable. Me he dedicado cada minuto a intentar resistirme, yo no quería ser una más de todos los que hemos pasado por ese pene, pero os juro que es tal el magnetismo que tiene el muy cerdo que se hace insoportable. Tiene una capacidad para decirte justo lo que necesitas y quieres escuchar en cada momento que da ANGUSTIA, real te hace sentir única y especial, aunque sepas que es MENTIRA y que eso lo hace con TODO EL MUNDO.

¿A pesar de saber perfectamente donde estoy he ido caer como quien no quiere la cosa encima de su pene? Efectivamente. ¿Me arrepiento? Por supuesto. ¿Volveré a hacerlo? Espero que no, pero es que tampoco os voy a asegurar nada porque luego soy tonta del culo.

No suficiente por ser imbécil perdida y haberle hecho el sexo en habitaciones varias del hospital, el otro accedí a irme con él a un hotel de Madrid conocido por todo el mundo como: EL HOTEL PA FOLLAR. Es un sitio con mazo discreción, entras en coche porque no tiene ni puerta pa llegar andando, las habitaciones son películas porno hechas habitáculo, llegas y tienes condones en la cama, champán en una cubitera, fresas, chocolate, nata y espejos, espejos por todas partes. También hay jacuzzi, sauna, bañera al aire libre Y TODAS LAS COSAS CARAS DEL MUNDO.

Pues el caso es que llegamos allí a las 22h después de una matada en el hospital, nos bañamos mientras comíamos de todo, a mí se me olvidaba que estaba con un narcisista pone cuernos asqueroso y luego nos dedicamos a follar como auténticos animales. Literalmente no me preguntéis cuántos polvos echamos porque ni los conté. Nos quedamos durmiendo casi a las siete de la mañana. 

Yo caigo derrotada, después de una guardia larguísima y de haber hecho más ejercicio que en una maratón evidentemente me sobo como si no hubiera un mañana. ¿Mi sorpresa? Que al despertarme estaba SOLA. Eran las 18h, había dormido 11h del tirón en la cama más cómoda del mundo. Allá que voy, me ducho como una REINA, me enchufo el jacuzzi, me como los restos de la cena del día interior, me visto, salgo para irme y claro, tengo que hablar con los de recepción para pedirme un taxi, PORQUE NO HAY PUERTA PARA SALIR A PIE.

Me preguntan mi nombre y en qué habitación estaba, me llaman a un taxi y me preguntan ¿tarjeta de crédito o efectivo? OJALÁ TENER LAS IMÁGENES DE LA CÁMARA QUE ME ESTABA GRABANDO EN ESE MOMENTO. Evidentemente me hice la digna y con todos mis vocablos de señora bien pregunté: ‘¿a cuánto asciende la factura?’, ‘a quinientos cuarenta y cinco, señorita’.

-¿Por una noche?

-El Check Out era a las 14h, usted ha abandonado la habitación ahora mismo, por lo que le hemos cargado una noche más.

Sin desmayarme pagué, le dije que cancelara el taxi, que volvía a subir a mi habitación. VAMOS NO ME JODAS POR LO MENOS DISFRUTO LO PAGADO, COÑO.

Le incendié el teléfono al cubano de los cojones rico de mierda, me dijo que lo habíamos disfrutado los dos CON TODO SU RABO. Yo le dije que eso no había sido idea mía ni mucho menos, que por mí follábamos en mi puto piso, finalmente conseguí que me hiciera un bizum de la mitad, lo cual me parece cuanto menos justo.

A VER QUIÉN MIERDAS ME MANDA A MÍ A GASTARME CASI LA MITAD DEL SUELDO EN UN POLVO.

 

Vero

 

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