Si sois tan cegatas como yo (que tengo casi 4 dioptrías de miopía y nosecuántas de astigmatismo) y os gusta maquillaros, seguro que habéis pensado en lo fácil que sería inventar algo para no tener que ponerte a escasos milímetros del espejo y conseguir el eyeliner perfecto.
Pues bien, en Weloversize hemos encontrado algo que parecía la solución. Pero resultó ser un epic fail de los gordotes.
No soy nueva en el tema del maquillaje. Me gusta el eyeliner más afilado que los puñales que me han clavado en la espalda a lo largo de los años. Y más gordo que mi gran culazo de mujer negra independiente y segura de sí misma. Vamos, que ya tengo un poco de práctica con eso de no ver ni un pijo mientras me maquillo. Sin embargo, cualquier ayuda es bien recibida.
El aparato que tenemos ante nosotras es, en cuestión, una gafa con un solo cristal. Este cristal, que tiene tu graduación, te permite poder cerrar el otro ojo y pintarte a una distancia respetable del espejo, y luego mover el cristal para el otro ojo. AHORA BIEN, está todo tan mal explicado en la web que es imposible de acertar. De primeras, cuando lees la descripción te pone que va por edades ¿? como si no hubiera miopes jóvenes. Como si fuéramos tan raras de encontrar como los unicornios. Yo me cogí las gafas de 3.0, porque eran lo más parecido a mi graduación que había, y oh, sorpresa: FUE UN ERROR.
Aun así, os he hecho un tutorial paso a paso para haceros un eyeliner flawless, flawless. Como la Beyoncé. Para ello, decidí usar el mejor eyeliner que hay en el mundo: el tattoo liner de la Kat Von D. LO SÉ, ELLA, RICA. Comencemos.
Paso 1. Ponerse las gafas, notar que ves menos que un pescao por el culo.
Paso 2. Cerrar el ojo, marearte, y darte cuenta de que te tienes que acercar el triple al espejo.
Paso 3. Pensar que no ha salido tan mal (porque el rabillo lo haces con el ojo abierto, principalmente) y confiarte.
Paso 4. Cambiar el cristal a tu ojo malo (TODAS tenemos un ojo peor). Repetir proceso.
Paso 5. Abrir el ojo y descubrir el desastre.
Paso 6. Intentar arreglarlo y acabar mareándote con la mierda de gafa.
Paso 7. Disfrutar de un eyeliner desigual (que no se ve mal de lejos, pero que es un tormento de cerca).
Y YA ESTARÍA, AMIGAS. Que tiemblen las beauty bloggers, que aquí estamos nosotras.
