(Leer con tono irónico y mucho humor, por favor)

Después de una serie de acontecimientos fatales que han sucedido en mi vida en los últimos días… He llegado a la conclusión de que estoy fatal.

  • He ido a la playa con hamaca y sombrilla. Pero esto no es lo peor, hay que sumarle lo que me costaba levantarme cada vez que quería darme un remojón.
  • Después de cuatro cervezas llevaba una moña encima que he terminado abrazada a un árbol vomitando cual quinceañera después de una botella de vodka a chupitos.
  • He visto a más de 20 personas juntas en la entrada de un bar y me ha dado tanto agobio que me he ido a casa como si me faltase el aire.

  • Cuando me he dado cuenta, llevaba más de 2 horas analizando en Amazon comparativas de panificadoras (no os hacéis idea de cuánta variedad hay).
  • He pedido a los “jóvenes” de al lado que bajen la música porque no podía entender bien lo que me contaba mi amiga sobre lo último en ejercicios de suelo pélvico mientras nos tomábamos un té chai.
  • He ido a dar un paseíto un poquito más largo de lo normal y con una ligera pendiente del 1’25% y he necesitado 3 horas, 5 litros de bebidas isotónica y aire acondicionado a tope para recuperar el aliento.
  • No he podido soportar un fin de semana sin barrer y el domingo me he despertado con el único pensamiento de pasar el mocho a toda la casa (tengo más energía para limpiar que para aguantar de pie cerveza en mano).
  • Y… lo peor de todo… Después de más de un año, ¡he ligado! y no he podido hacer más que la Estrellita de Mar ¡Oh, Cielos!

Espero tener remedio… ¿Tengo remedio?

Estoy Fatal.

 

@sandecesbybertabo