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Queridas loversize!

Soy vuestra amiga del post https://weloversize.com/cuando-me-quite-los-leggings/

Llevo tiempo queriendo escribiros para una pequeña update de aquella historia de hace dos años, pero la historia cada vez se hacía más y más larga, y de repente se ha convertido en lo que algún día serán unos cuantos capítulos de mi libro.

No sé ni por dónde seguir, pero creo que me limitaré a intentar trasladar un poquito de toda la magia que me ha pasado desde entonces, y con que le llegue a alguien y le de fuerza para seguir, ya me habré llevado mi premio.

Después de escribiros, me encontraba en un momento muy bonito conmigo misma, me había reconciliado y perdonado muchas cosas de las cuales en ese momento me arrepentía. Me sentía en paz, hasta que desafortunadamente, me enteré de que mi padre me había estafado y tenía una deuda en España en forma de piso que pagar (en el cual vive él) y en fin, una historia muy muy muy larga y dolorosa en la cual no voy a entrar, porque no es esto lo que quiero recordar, pero tengo que mencionarlo porque ahí empezó de nuevo una pesadilla de la que me ha costado muchísimo salir. Entré en bucle de dolor, rechazo, abogados, vuelos a España, discusiones enormes con mis hermanas, navidades sola con mi madre que vino conmigo a Londres.. Me tuve que ir de mi trabajo porque tenía ataques de ansiedad cada 2×3. En fin, un drama del que pensé q no salía.

Todo esto hizo que me replanteara mi situación y mi vida (TODO pasa por algo) y ahora entiendo por qué me pasó.

Empecé a moverme y mandar CV’s en mi ciudad, me apunté a bolsas de maestros, empecé a buscar a alguien que se quedara mi habitación y así yo poder venir y arreglar el desastre en el que me había visto envuelta. Esto fue en enero de 2020. Cuando me había recorrido medio Londres pidiendo certificados de trabajo, embajada, consulado, compulsa de mil millones de cosas, y cuando parece q tengo a alguien que se quede con mi habitación, de repente llega el señor Covid 19.

Se empieza a comentar lo que empieza a pasar en Italia, gracias a eso me llaman más para hacer sustituciones en coles de Londres, muy buenos coles. La cosa va empeorando, la chica que se quedaba mi habitación al final me dice que no.. y el lunes 15 de marzo recibo una llamada de mi madre y mis hermanas: Vente para acá porque la cosa se está poniendo realmente mal y no se sabe qué va a pasar. Estamos confinados.

Colgamos y me pasa el trailer de una peli de terror por la cabeza. Tengo una corazonada, me meto en Ryanair y me compro un billete de ida. El 19 de marzo. 

Hablo con mis compañeras de casa y les digo que me voy. Ellas me dicen que se lo diga al dueño de la casa, y así lo hago. Le comunico que me voy a España hasta nuevo aviso, y que seguiré pagando mi alquiler hasta entonces (700 euros al mes).

Mi sorpresa llega el 19 por la mañana cuando una de mis compañeras, a la cual odiaba bastante, me dice que ha hablado con el dueño y que pague el alquiler de abril por adelantado, a lo cual yo me niego en rotundo. Ella me empieza a amenazar, y mi otra compañera, la cual era mi amiga de antes y por esto vino a casa, me empiezan a amenazar. Llamo al dueño y le digo que de qué iba toda esta historia, que yo ya había pagado marzo y que abril lo pagaría cuando tocara. Mi vuelo era a las 6pm, esto eran las 8.30am. Al final, para resumir, llego a un acuerdo con el dueño y me dice que deje la casa, se queda con la mitad de mi fianza y que saque todas mis cosas ese día (9 años de cosas). Os podéis imaginar lo loca que me volví, tirando, empaquetando, sacando maletas como si fuera a venir un tornado y se fuera a llevar la casa tipo Dorita en el mago de Oz.

A todo esto, haciendo gestiones de ayudas que había pedido para el ERTE y me tenían que llamar esa mañana.. 

Cuando me di cuenta, tenía toda mi vida en Londres en 2 maletas y 4 cajas.

Cuando me di cuenta, estaba cerrando la puerta y dejando una de las épocas más fuertes, bonitas, duras, locas, apasionantes, divertidas, dolorosas… atrás, y nadie lo sabía. 

Como pude, mandé un WhatsApp a los grupos de amigos y otro a mi familia y les dije que me iba para no volver.

Me monté en el avión, y así fue. 

Llegué a mi ciudad con todo desértico y con mucho miedo. Me recogió mi madre del aeropuerto y vi en su cara con la mascarilla el miedo, la emoción, la tristeza y a la vez alegría de tenerme en casa. Ella vive sola, y estaba sufriendo mucho por mí.

Llegamos a casa, nos dimos un abrazo y nos pusimos a llorar. No podía creer que estaba en mi casa. No podía creer que Londres se había acabado. No sabía qué cojones iba a pasar con mi vida, a mis 33 años me había pasado desde los 20 fuera de España, no sabía ni cómo se hacía aquí lo de tener una vida. 

Los 3 meses de confinamiento a mí se me pasaron como 10 días, y es que aún flipo cuando me dicen que fueron 3 meses. Me puse a dieta y perdí casi 20kg, me puse manos a la obra y estuve 8 horas al día cara al ordenador, organizando todos los papeles de trabajo, cursos Montessori, preparadora de opos, masters, planes de pensiones, cursos de opos.. Vamos, en la vida me ha cundido tanto el tiempo.

Descansé muchísimo, todo lo que no había descansando desde los 16 que empecé a trabajar. 

Y de repente, nos dejaban salir a la calle.

La cosa con mi madre fue a pique, nosotras no podemos convivir (de ahí que me fuera a 1000km de todos ellos).

Ataques de ansiedad de nuevo, psicóloga, medicación… Hasta el día que le dije que me iba. 

Me ofreció irme a un piso que tiene en la ciudad, el cual ha estado cerrado varios años y que tenía en venta. Lo pinto, lo limpio, me gasto una pasta en cosas que hacían falta para acondicionarlo. Pues a la semana de instalarme, vienen unos ingleses a ver el piso, les hago yo la visita porque no hablaban español, Y LO COMPRAN. Otra vez a la calle.

Y aquí me detengo. Esto es un 3 de julio de 2020.

Dos días antes, el 1 de julio, decido bajarme el tinder. Lo había usado previamente pero duraba dos días. Solo había quedado con un irlandés en Londres y la cita fue un poco cuadro, así que desistí.

El tema es que me vi en la ciudad, viviendo sola al fin, muerta de calor, con 20kg menos y aburrida como una ostra porque todos mis amigos estaban currando, y me dije a mí misma: nena, como dijo Rosa Benito, ESTE ES MI MOMENTO. Así que empecé a darle al NO, sin parar. Hasta que de repente llegó ÉL.

Sus fotos eran un cuadro de comedor, pero vi algo en él, su sonrisa. Parecía buena persona y simpático, porque vamos, uno si quiere lo que quieren todos en tinder no pone esas fotos. Así que le di al SÍ QUIERO.

Y empezamos a hablar, y hablar, y hablar. Y desde el primer momento sentí que no era como los demás, que era diferente. Yo no soy de de apps, y de audios mucho menos, pero con él tuve la necesidad de hablar, de decirle la locura de vida que había tenido y que estaba teniendo. Él me escuchaba, me contestaba al momento, incluso se apuntaba todo lo que me quería contestar porque mis audios eran de 5,6, 7 min y no se quería dejar nada por contestar. Yo estaba flipando. Estaba esperando a que pasara ya lo malo que tuviera q pasar, un ghosting, un catfish, un soy gay, un no quiero nada serio… Pero nada de eso ocurrió. El 2 de julio me dijo si quería ir ese finde a tomar algo, a lo que yo le dije que sí encantada. Llegó el 3 de julio, vienen los ingleses y se quedan con el piso. Imaginaos yo cómo me quedé.

Le digo que creo que no es el mejor día para conocernos por el percal, y él me dice que igual lo que me viene bien es salir a despejarme y así no darle más vueltas al tema. Me parece buena idea, me ducho, me pongo OBK (quién le dio sentido a nuestro amor….) a toda hostia y le mando un audio con la canción cantando como una loca, me bebo 2 birras y de repente me dice que está bajo esperando.

Me pongo el vestidazo, los zapatos y bajo. 

De repente, giro la esquina y le veo ahí, de pie, con la mascarilla puesta. Me quedo helada, súper nerviosa, se baja la mascarilla y le veo su sonrisa profident vergonzosa y esa cara de nene… Y os juro chicas que me recorrió algo por todo el cuerpo que hacía más de 10 años que no sentía.

Habíamos quedado en tomar algo por mi barrio, pero en cuanto le vi le dije si nos podíamos ir a la playa, y él me dijo sonriendo que sí. Me monté en su coche, los dos con la mascarilla pero se podía ver que por debajo ambos estábamos muertos de nervios, yo venga a hablar sin parar, y pensando en que le quería besar. Yo no sé qué cojones me estaba pasando que me había vuelto loca del coño. 

Llegamos a un pub de la playa, nos pedimos un par de cerves, y no se cómo, de repente me vi lanzándome a sus labios. YO. Que eso en mí es impensable, que iba en contra total de lo que soy yo (por miedo al rechazo).

Y esos besos siguen a día de hoy. Ha pasado más de un año, hemos tenido una relación difícil, sobre todo por mi parte. Se lo he hecho pasar muy mal, inconscientemente siempre, pero es que a mí nunca me habían amado. No sabía lo que es ser amada. 

Mi cabeza ha vivido en una controversia desde el día 3 de julio de 2020.

Ha sido lo más heavy que he vivido en mi vida (y mirad que he vivido cosas, creedme).

He sentido tantísimas cosas, he descubierto tantísimo de mí, de mis miedos, de mi egoísmo, de mi ego, de las heridas tan horrorosas que he ido arrastrando desde mi niñez…

Ha sido muy muy fuerte. 

¿Cómo he podido llegar a pensar que nadie nunca me iba a querer? ¿Cómo he podido pensar que no merezco ser amada? ¿Cómo he podido llorar al mirarme al espejo y darme asco? ¿Cómo he podido desear enfermar para adelgazar y así que alguien me quiera? 

 

¿¿¿¿CÓMO COJONES ME HE HECHO TANTO DAÑO????

 

Os digo una cosa. El día 1 de julio de 2020 fue la primera vez en mi puta vida que me miré al espejo y dije OLÉ YO. Me quiero, me gusto, estoy donde quiero estar, estoy solucionando mi vida, y ahora SÍ que estoy preparada para encontrar a alguien. Y ese día llegó. El día 1 de julio una persona me escribió, y sabéis lo que me dijo?

-Hola! ¡Qué chica tan completita!

 

Él se había dado cuenta con 3 fotos y una descripción de 2 líneas y yo no?? WTF!!!!

Chicas, quereos de verdad, respetaos de verdad, vivid la vida de verdad. Yo tardé 33 años en darme cuenta de que todo está ahí si abrimos los ojos y luchamos por encontrar nuestro sentido de existencia. No hemos venido a este mundo a sufrir.

Ahora sabéis algunos capítulos de mi vida, y este último, os puedo asegurar que me hace llorar de emoción cuando me despierto por las mañanas. Cuando recibo un mensaje de buenos días, cuando me dice una y otra vez que NO ME MEREZCO MENOS. 

Esto, la vida, es una carrera de fondo.

Ahora en mi nueva etapa tengo compañía, tengo un trabajo de jefa de estudios que empezaré en septiembre, tengo un piso de alquiler donde yo quería, por el precio que yo quería, y SOLA (lo encontré a las 2 semanas de tener que irme del piso de mi madre).

Tengo lo que me merezco. Y vosotras, amigas, NO OS MERECÉIS MENOS.

 

Os quiero

Rosalía