La hora del cierre

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  • Amaya G.
    Invitado
    Amaya G. on #407784

    Con un suspiro, miras el reloj. Las diez menos cuarto, hace ya una hora que no entra nadie y, seamos sinceros, llevas desde las dos viendo pasar a todo tipo de estirpe y tienes ganas de llegar a casa. Mientras comienzas a cuadrar la caja, accionas el mando de la persiana que, con un ruido excesivo, empieza a cerrar la que a esta hora se convierte en la puerta de la desidia. Con un último golpe seco contra el suelo se hace el silencio, como única excepción, las monedas que rebotan contra el cajón mientras sacas las últimas cuentas. Estás a punto de apagar cuando lo oyes… una sacudida. Guardas silencio, cuestionándote si has oído lo que has oído o si son delirios de un sábado por la noche. Y vuelve a sonar. La sacudida de los nudillos contra la persiana. Una, otra vez.

    -¿Sí? – Respondes, aguzando el oído, mientras tu corazón palpita como si una horda de zombis estuviera al otro lado del entramado metálico que te separa del pasillo.
    -¿¡Ya estáis cerrados!? Necesito una cosa… ¡Es muy urgente! – responde la voz que en ese momento podría haber salido de las cuerdas vocales del mismísimo dios del inframundo.

    Dentro de ti se despierta una ola de cólera, acompañada de reprobación y, por qué no, una pizca de arrepentimiento. Revisas el reloj, las diez en punto, la hora del cierre. Tras pensarlo dos veces, vuelves a presionar el botón que abre la entrada que te conecta con el mismísimo infierno… y ahí está. Metro cincuenta, ya entrada en los sesenta, sonrisa suspicaz, de victoria. Su mirada lo dice todo… «he ganado».

    – Ay, hija, perdona. Sé que ya estábais cerrados pero es que necesito ¡CON URGENCIA! – recalca – un par de pinceles.
    Tu sonrisa se congela en una mueca de contención, bilis y veneno.
    – Adelante, elija los que necesite. – Le respondes mientras maldices para tus adentros.

    Te mira de reojo, con satisfacción y, justo en ese momento, te das cuenta de que este encuentro no acaba aquí. No. Está dispuesta a castigarte por haber bajado la persiana antes de tu hora. Está dispuesta y lo va a hacer. Una vez ha cogido los pinceles más económicos de los que dispones, decide hacer la vuelta de la victoria. Diez y diez. Sin prisa, se pasea por la tienda, acaricia con las yemas la superficie de todas y cada una de las cajas que tenemos en exposición, moviéndolas milimétricamente mientras siente cómo tu capacidad de contención va haciendo aguas.

    Diez y cuarto. Ha decidido apiadarse de ti y se acerca al mostrador con sorna, depositando dos pincelitos pequeños, para detalles, te explica. La operación no supera los tres euros y eso la complace. Sabe que ya habías cerrado la caja y su sonrisa se ensancha.

    Nunca pensé que conocería a Satán de cerca y cuanto menos que sería una mujer mayor con fular de flores, pero juraría que vi asomar bajo su falda una cola roja que se sacudía, despidiéndose, mientras cruzaba el umbral de la tienda.

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    Maria
    Invitado
    Maria on #408771

    A los camareros nos pasa lo mismo o peor, la gente no entiende que cerramos y que tenemos familia…

    Alli sentados con todo el papo con un puto café dos horas, tu con todo recogido esperando que se piren.

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    Laura
    Invitado
    Laura on #408772

    … lo siento. El ordenador no me deja gestionar mas ventas. Mi frase favorita a las 22.00 de la noche.

    Santa paciencia cara al público.

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    Una
    Invitado
    Una on #408774

    Como recepcionista de hotel, COMO LO ENTIENDO! Hay tres cambios de turno al día, los clientes lo saben. Saben que si cuentas la caja es porque en 5 min vendrá otro compañero, y el que cuenta por fin se va a casa. Y estando los clientes de vacaciones tienen los santos cojones de insistir en que les cobres AHORA las consumiciones que tienen hasta ahora, aun que se vayan en una semana. Some people just want to see the world burn

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    Vanessa
    Invitado
    Vanessa on #408777

    1 y cuarto, estábamos fregando y limpiando el restaurante y llaman a la puerta. Repetidas veces. Parecía que iban a tirar el cristal, al final salgo, les confirmo (por si las puertas cerradas y las luces apagadas no les habían dado la pista) que estamos cerrados.
    Su respuesta: ¿no nos puedes dar lo que vas a tirar a la basura?
    Después de eso se pasaron más de dos horas dando vueltas con el coche por el parking. Y nosotros allí esperando que se fueran.

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    Mer
    Invitado
    Mer on #408792

    Aquí una que trabajaba al público, los viernes hasta las 2 y ha habido gente que sabiendo que ya podía recoger su coche que tanta falta le hacía y se iba al bar de en frente a beberse la cerveza mientras nosotros esperábamos que lo recogiese y pagara. Todos los viernes era algo, mientras recogías, cerraba y hacías caja he llegado a las 3 y 3:30, y ese extra no se cobraba…..

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    Panda
    Invitado
    Panda on #408806

    Si ya has bajado la persiana y cerrado caja, no abras.

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    Suzanne
    Invitado
    Suzanne on #408819

    La magnífica respuesta que dijo un compañero de trabajo cuando una clienta le preguntó si el día de Navidad abríamos:
    – Señora, usted en Navidad quiere pasar el tiempo con su familia, no?
    Señora: sí, claro.
    Mi compañero: pues nosotros también.

    Otro caso: una señora que ya de por sí SIEMPRE llega a última hora y se demora la de dios. 15 minutos antes del cierre:
    Señora: ¿me da tiempo a ir a casa a dejar la compra y volver a por más?
    Yo: bueno, si va rápido sí.
    Señora: ¿y si cuando llegue ya habéis echado la persiana, puedo ir a la puerta de atrás a que me abráis? (aclaración: la puerta por donde entra el personal es diferente a la de los clientes pero da a la misma calle)
    Cliente de detrás suyo: señora, no es por nada, pero los trabajadores cuando terminan su horario tienen ganas de ir a su casa a descansar

    Y un último caso: 21:05h (los cinco minutos de demora por culpa de los que han entrado a menos 5, técnicamente están en horario pero hacen que cerremos más tarde). Entran dos abuelos a por un pack de yogures que ni siquiera habían decidido (marca, con o sin lactosa, etc). Les digo que llegan fuera de horario. Se enfadan porque, según ellos, no pueden dormir bien si no se toman el yogur, que yo estoy cobrando a otros clientes (que recordemos, habían entrado dentro de horario aunque justitos), y que como son clientes de toda la vida, tienen que pasar. Vamos a ver, compañeros de vida, ¿sois clientes de toda la vida y aún no os habéis aprendido el horario?
    PD: mi compañero me felicitó por no dejarles entrar porque la última vez que les dejaron entrar a esa hora se tiraron 15 minutos para escoger un puto pack de yogures.

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    202
    Invitado
    202 on #408826

    Gracias a dios yo no trabajo en un comercio cara al público. Porque Santa paciencia la vuestra, yo solo soy usuaria y me pone de mala leche ese tipo de gente. Reconozco que a más de una se lo he dicho en alguna ocasión con respecto a los horarios de los comercios. Yo trabajo por turnos y sin días fijos y aún así me puedo organizar perfectamente para no tener que ir un domingo adrede ni a las 10 de la noche a comprar.
    A la gente la falta mucha empatía ?

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    Vir
    Invitado
    Vir on #408827

    Yo con persiana bajada y haciendo caja y siendo ya la hora de cierre,podían tirar la persiana a patadas que ni contestaba ni abría.
    Pero que me entren un minuto antes o viendo cómo bajaba la persiana si, la que más recuerdo es una chica, que me dijo que había salido tarde de trabajar y quería solo comprar para la cena… Pues la cesta hasta arriba con la compra de la semana… Casi la mató y más cuando se pasó todo el rato mientras la cobraba pidiendo perdón. Ya le dije el perdón a mí familia, que hoy llegaré una hora y pico tarde a mi casa.

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