EL GILIPOLLAS JOVIAL. Suelen ser el alma de la fiesta, o al menos eso creen ellos: se contorsionan como en el Mira Quien Baila, cantan como en la final de La Voz y cuentan chistes como si estuviesen en El Club de la Comedia. Vamos, muy televisivo todo.

EL LLORÓN. Este es un pesao. Basta que tome una caña de más para que recuerde que POR QUÉ SUSANA NO ME QUIERE, que SOMOS AMIGOS PERO NO NOS VEMOS NUNCA, que EN 1996 SE MURIÓ MI MASCOTA PEQUITAS Y CÓMO LO ECHO DE MENOS. 

EL QUE NO ESTÁ BORRACHO: Está arrastrándose por los suelos pero YO NNNNO ESTOY BORASSSHO, JODER. Normalmente se le encuentra a las 7am en la bañera abrazado a una botella de Jagger.

EL QUE TE ENTRA: El alcohol ha funcionado como un desencadenante para su libido y de pronto estás muy guapa, y qué bien hueles, y por qué no vamos a hablar a un lugar menos ruidoso, cariño.

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EL DEL VASO NI VACÍO NI LLENO: Si tienes el vaso vacío, que por qué lo tienes vacío, y te lo llena. Si tienes el vaso lleno, que por qué lo tienes lleno, y te obliga a beber. Sea como sea, con este señor al lado te vas a convertir en cualquiera de estos borrachos tu también.

EL DE TE QUIERO, HERMANO: Os habéis visto tres o cuatro veces en vuestras vidas pero de pronto al quinto gin tonic este señor (¿Pedro? ¿Pablo?) te quiere mogollón, te mira y escucha con un huevo de atención, te abraza y te dice que eres súper especial, te recuerda aquella vez en la que pensó, «Ojalá todos en el mundo fueran como ______ [inserta aquí tu nombre]».  Ya tienes un nuevo mejor amigo, al menos por esta noche.

EL DESAPARECIDO: Es ese que tú estás seguro que estaba en la fiesta pero de pronto nadie sabe dónde está. Los reportes policiales lo vieron por última vez bailando Se la llevó el Tiburón abrazado a un Albariño.

EL ENFADAO: Es el que de pronto da rienda suelta a su ira contenida y busca broncas donde no las hay. No quiere a sus padres, su pareja se porta fatal, qué mierda de fiesta es esta, ME PIRO YA EH, QUE ME PIRO pero nunca se pira.

EL FILOSÓFICO: Es de esos que parece que no están borrachos porque van en plan tranquis pero a la mínima te dan una chapa que no veas y se ponen a discutir sobre cosas altamente trascendentales: ¿Habrá vida en otros planetas? ¿Cuál es la naturaleza de la justicia? ¿Por qué el sandwich de queso con tomate del Rodilla tiene esa textura tan cremosa?

EL EXPLOSIVO: Amichis, CUIDAD VUESTRAS PERTENENCIAS DE ESTE PELIGROSO TÍO, que lo mismo te vomita en el bolso que se va por la patilla donde menos te lo esperas.

EL MILLONETIS: Este es de los que al día siguiente (y con una resaca del copón) amanece con los bolsillos llenos de los papelitos de la VISA con la que compró chupitos para todos, una ronda de gins para todos, vacaciones en las Seychelles para todos.

EL QUE SÓLO QUIERE COMER: Este es de los que va por la fiesta con una cerve en una mano y una bolsa de patatas en la otra y lo único que quiere en esta vida es que lo lleves al McDonalds, al Burger King, a un buffet de todo a 10 euros.

EL BULTO: Nadie sabe en qué momento le dieron al botón de OFF pero este señor se ha apagado. Hay que cargarlo hasta el taxi, cargarlo hasta su cama, acostarlo en una posición anti-vómitos, intentar interpretar las cosas que balbucea, contárselo todo al día siguiente.

EL QUE NO PERO SÍ: Durante la borrachera actúa como un ser humano normal y corriente pero al día siguiente te enteras de que en el camino a casa le mandó whatsapps de TE AMO a todas sus ex, compró 200€ de ropa en Asos, vomitó en todos los portales, se torció el tobillo, le regaló el móvil al taxista, se desnudó en la Gran Vía, durmió en un cajero.