En verano siempre pasan cosas, esto es así. Hace calorcete, los días son más largos, la gente tiene vacaciones (¡malditos!)… los ingredientes perfectos para que nos dejemos llevar un poquito más. Pero hay algunas situaciones que se repiten año tras año, como si fuera el Día de la Marmota pero con flotadores y olor a crema bronceadora. Ahí van una serie de déjà vus que juro que me da la impresión que vivo cada verano y seguro que tú también…
1. No es raro que te quemes y utilices el argumento de siempre: «No pasa nada, esto mañana es moreno». Pero sabes que vas a querer morir cuando te metas en la cama y todo te pique.
2. La cerveza está más rica. A ver, la cerveza siempre está rica (la Estrella Galicia en particular… ¡holi!) y yo soy muy de cerveza todo el año y a todas horas, pero es que en verano sienta de lujo, joder.
3. #FlequilloDignidad (las que lleváis flequillo me entenderéis perfectamente).
4. Siempre reponen algún programa o serie de televisión terrible pero muy entretenido para disfrutar pegada al ventilador.
5. (Vamos a jugar en el sol) todos los días son días de fiesta. Y si pasas el verano en Galicia, todos los días son días de fiestas de pueblo, verbenas populares y, con un poco de suerte, de Orquesta Panorama.
6. La resaca se pasa más dignamente a remojo, esto es una verdad universal. Pero, ojo cuidao, con los megáfonos de algunas playas (¡qué sustos, joder!).
7. Acabas hasta el potorro de las canciones del verano de turno (voy a evitar hacer más bromas sobre Des-pa-ci-to), pero las sigues bailando como una loca cada vez que suenan en el bar de confiansi. Al día siguiente alegarás que claro, estabas borracha.
8. Vas a todo concierto gratuito que te ofrezca tu localidad veraniega… ¿La Oreja de Van Gogh? Llega tarde el 28 y nerviosa miro el reloj… ¿The Pretenders? I’ll stand by you, won’t let nobody hurt you… ¿Estopa? Por la raja de tu falda… También vas a algún festival y, aunque es posible que rajes de algún guiri y odies la puta cola del baño, te lo pasas teta.
9. Echarte la siesta con el puñetero Tour de Francia y derivados de fondo.
10. Te toca aguantar al refresquín veraniego de alguna de tus amigas como si fuese el fucking amor de su vida. Da igual que te parezca un cretinazo, la intensidad es siempre superlativa y no vas a ser tú la que le robe la ilusión.
11. La comida. Gazpacho, salpicón, ensaladilla rusa, calamares, el arroz con cosas al que tu familia se empeña en llamar paella y los helados… OH SÍ, NENA!
12. Duermes en pelotinguis muchas noches y es una jodida liberación.
13. La belleza repentina cuando te miras al espejo al salir de la ducha después de un día de sol en la playa/piscina/loquesea y ese subidón de todo. ¿Quién necesita ampollas iluminadoras de esas en temporada estival?
14. Te comes toda la fruta que no has comido el resto del año, ya sea en formato cóctel o en formato aperitivo playero bien fresquito.
15. Lees por encima de tus posibilidades habituales. Lecturas fresquitas, facilitas… ¡felicidad!
16. Botellones eternos. No se aguanta dentro de los bares y en las terrazas lo de los precios populares no se trabaja mucho. Viva pillarte unas cerves y pasarte la noche en la playa con los coleguinchis.
Todos los gifs son de Sofia Hydman.
