Los 30 serán serán solo una cifra, una barrera psicológica, la edad es solo algo mental y todo lo que queráis. Pero es cumplirlos y empezar a decir una serie de cosas que cinco años antes te parecía imposible que saliesen de tu boca.
- – Perdona, ¿me dejas pasar que solo llevo esto?
- – Me apetece merendar un gin tonic.
- – Jagger no y Thunderbitch menos, bueno, que ya no bebo chupitos.
- – Necesito una peluquería decente, aunque me cueste un ojo de la cara, pero es que mira qué pelos.
- – Necesito una pelu baratita que ya no me queda presupuesto para peluquerías.
- – Pues si me quedo embarazada, tampoco me importaría tener un hijo ahora.
- – Qué bien que este año solo tengo 4 bodas.
- – ¿Sabes de algún restaurante mono que se esté bien con niños? Es que si no, no veo a mis amigas.
- – No sé si me apetece más un novio o un gato.
- – No puedo quedar que tengo que poner muchas lavadoras.
- – No puedo quedar que tengo mucho curro (manta y Netflix).
- – Cada día me sueno más a mi madre.
- – Sí mamá, otra amiga que se casa y no soy yo. Y ME DA IGUAL.
- – El del banco me ha ofrecido un plan de pensiones.
- – BUAH, me acaban de pedir el carné para comprar alcohol y casi beso a la cajera.
- – ¿Me acaban de llamar señora?
- – ¿Y cuando se acaba el carnet joven ya no hay ningún descuento hasta los 65? Somos unos marginados.
- – Los 30 son los nuevos 20 Los 30 son los nuevos 20 Los 30 son los nuevos 20
- – A mí el bajón me lo dio al cumplir los 31, en realidad.
- – No me cambio por mi yo de hace 10 años, ni de coña.