Ser la hermana pequeña tiene su lado bueno: jamás te comías las broncas porque siempre te podías poner a llorar diciendo que tu hermano mayor te había pegado. Aun así, seguro que también te sientes identificada con estas pequeñas putadas que todas las hermanas pequeñas hemos vivido:

1. SIEMPRE te comparaban con tu hermano mayor en todos los sitios

En el colegio siempre fuiste «la hermana de Fulanito», para bien o para mal, y en casa te aburriste de escuchar ochocientas veces la frasecita de «con lo bueno que era tu hermano», aunque en realidad era un diablo.

2. Acabaste harta de la puta bromita de que eras adoptada (que por supuesto, al principio te creías)

Y acababas llorando pensando que en realidad tu madre te iba a a devolver y que ibas a acabar como Marco, buscándola desde los Apeninos a los Andes.

3. Cada vez que intentabas salir con tu hermano y sus amigos te mandaban a la mierda

Y tú te preguntabas que maquiavélicos planes harían para no poder llevarte. Cuando creciste entendiste el coñazo que supondría llevarte a una niña de 6 años contigo y tus colegas, pero aun así le guardas rencor.

4. Cada vez que algo se rompía, todas las acusaciones iban a ti

Lo peor de todo es que aunque el 90% de las veces tuviesen razón y tú lo hubieses roto, ese 10% te jodía como nada en este mundo. Te entraban hasta deseos de estudiar derecho de mayor para denunciar a tu familia por esa acusación tan injusta.

5. El mejor amigo de tu hermano te sigue recordando que de pequeña estabas colada por él

Porque tu hermano fue un poco cabroncete y le contó que habías escrito en tu diario su nombre con corazones. Da igual el tiempo que pase, te seguirás muriendo de la vergüenza.

6. Era absolutamente imposible ver tu programa favorito

Eras el último mono a la hora de decidir lo que se veía en la tele. Hasta tus gatos tenían más poder de decisión sobre el mando que tú.

7. Siempre serás la niña de la familia, aunque tengas 30 años

Da igual que le des mil vueltas en madurez a tu hermano mayor, porque en tu casa siempre siempre siempre serás la niña pequeña (y en el fondo tiene su punto).