¡Hasta aquí hemos llegado, queridos! Como con todas las adicciones de esta vida llega un punto en que una tiene que decidir si sigue dejándose arrastrar por ella o si le echa un par de ovarios y coge las riendas de su vida . Así que he decidido comenzar con una Terapia de Desintoxicación Antirromanticismo (TDA)

Sí, sí, me da hasta vergüenza, pero lo reconozco: yo he sido de esas damnificadas por las comedias románticas y las telenovelas. 38 años que llevo esperando mi historia de amor y todavía ni idea de dónde se ha metido porque yo ni olerla, ¡oye!

 

Total, que quizás haya tardado, pero me he plantado, he dado el puñetazo en la mesa o como diría Pimpinela he «pegado la vuelta»: ya no quiero ser una romántica. Ya no quiero creer más en historias de amor, ni príncipes azules, ni «romantichorradas» de esas. Así que he elaborado meticulosamente un plan TDA que consta de los siguentes pasos:

1-Desde este momento queda totalmente desterrada la idea de que por ahí dando vueltas hay un tipo único e inigualable que lleva en su código genético escrito «Hombre de la vida de Patricia Ponce García» que aparecerá, nos miraremos y sabremos que somos el uno para el otro (si es que me descojono de mis propios pensamientos). Que quede claro: ES-TE TI-PO NO E-XIS-TE

 

2-Por supuesto, se acabó eso de creer en el amor para toda la vida (y del matrimonio mejor ni hablamos), eso de pensar que de verdad es posible comerte las perdices con la misma persona cada día de tu vida hasta que la muerte os separe…pura utopía.

 

3-A partir de ahora vamos a lo que vamos: al meneo puro y duro y adiós muy buenas. El procedimiento para que la TDA tenga éxito será el siguiente: realización del acto sexual en cualquiera de sus variadas formas según la apetencia, los gustos y las posibilidades del día y de los participantes. Despedida (sin beso) y cierre (de puerta). Tras esto, repetir a modo de mantra (durante el tiempo que se estime necesario) «Soy un tronco hueco. No tengo sentimientos. Esto sólo ha sido un mete-saca..Ommmmmmm»

Nada de relaciones más allá de lo puramente físico con el sexo masculino, ni un mínimo de sentimientos, de ilusiones, de cariñitos, tonteos y mamonadas varias de esas que te sacan la sonrisilla de gilipollas. A la mínima: HUIR, HUIR, HUIR Y NO MIRAR ATRÁS.

Queda totalmente prohibido dormir juntos, desayunar, mensajitos, elaboración de otros planes de ocio y demás acciones postcoitales que conllevan el riesgo de provocar cualquier tipo de emociones y/o ilusiones y/o expectativas.

4-Y hablando de expectativas: REQUETEIMPORTANTE: las expectativas...esas capullas que se nos van de las manos así sin darnos cuenta… para curarnos del romanticismo y ser seres libres de verdad hay que aniquilarlas, eliminarlas, destruirlas y sin piedad porque si no lo harán ellas contigo.

 

En fin, son muchos años de romanticismo, amigos, pero estoy a tope de motivación y yo esto de ser romántica lo dejo cueste lo que cueste. Decidido.

 

Patricia Ponce