¿Sois de las que os mola pensar? Más aún ¿sois de las que os mola debatir? ¿Hacer de abogadas del diablo ante las movidas de vuestras amigas y amigos? Si es así, os traigo lo que es, en mi opinión, un imprescindible moderno: Filosofía en la calle: #FiloRetos para la vida cotidiana. Me gusta recomendaros libros con los que disfruto, así que aquí va uno más.
Si además le añadís una curiosidad nata por la filosofía, estáis tardando en pillaros el libro.
A lo largo de los diferentes capítulos, Eduardo Infante nos presenta un montón de escenarios que giran en torno a las rayadas clásicas que tenemos todos: sobre nuestras parejas, sobre la vida, sobre nosotros mismos, nuestra individualidad y libertad. Sobre los grandes temas de la sociedad: la fe, el feminismo o incluso la Wikipedia. Y sobre ellos, plantea los puntos de vista más habituales, más clásicos de hoy y de siempre. Pero, y aquí está la fantasía del libro, introduciendo dichos puntos de vista desde las teorías o conceptos de los grandes filósofos de la historia.
Estas rayadas no son temas nuevos, no son cosas que nos empiecen a pasar a nosotros. El amor, los celos, la inseguridad, la familia, el dolor o la igualdad son grandes conceptos que nos han acompañado como sociedad desde los griegos reuniéndose en el ágora a dialogar, hasta nosotros y las cañas del viernes arreglando el mundo con amigos. Cambiamos a los protagonistas de la historia, pero no la historia en sí. No cambia qué vivimos, cómo y por qué lo vivimos así.
Es por eso que Eduardo Infante trae al dominio público (o nos recuerda a los más apasionados de la filosofía en Bachillerato) la forma en la que los grandes pensadores de la historia se plantearon estas cuestiones pero con las palabras que conocemos todos, sobre todo los más jóvenes, hoy en día.
Claro que Kant o Sócrates no tenían Whatsapp, ni se iban de botellón, pero sí que tenían familia, amigos, aspiraciones y frustraciones. Lidiaron con ellas y desarrollaron grandes ideas en torno a sus emociones y su forma de ver el mundo para explicar cómo creían que el resto lo hacían.
A priori este libro puede parecer estar más destinado a adolescentes que empiezan su andadura en esto del pensar. A chavales que estáis empezando a dar filosofía en el cole. Para allanarles el camino al pensamiento crítico pero, dados los tiempos que corren, no se me ocurre nadie que no le venga bien pararse a pensar en cosas que tenemos a veces muy interiorizadas y otras, además, muy instaladas en el juicio a los demás.
Si a esto le añadimos un poco de historia, de opiniones que se salen de la nuestra de gente que ya pensó en las grandes emociones humanas detenidamente, tenemos una receta infalible para disfrutar, engrandecer nuestras miras y tener nuevos argumentos el próximo juernes.
El libro es una delicia. La forma de escribir de Eduardo Infante es tan fluida que no podrás parar de leer. Además, tiene la habilidad de llevarte sin pretenciosidad alguna de un autor a otro y la maestría de hablarte a ti, a mí y a mi primo de quince encima, consiguiendo que aprendas algo nuevo.
Puedo decir que he aprendido, he disfrutado y he reflexionado mucho. Me he quedado con ganas de dos cosas: más filoretos y de oírle a hablar a este hombre. Desde aquí abogo por una charla tipo TEDx de Eduardo Infante porque creo que tiene algo que decir y sobre todo tiene mucha facilidad para decirlo.
Ya os digo que a mí me ha flipado. Se lee en un pispás y lo bueno es que lo puedes coger cuando quieras, dejar y luego volver a retomar. Saltar de un capítulo a otro, sin orden. Plantear estas cuestiones a la gente de tu entorno desde otro prisma que te lleve a desarrollar tu opinión de una forma más constructiva.
¡Ah! Y si te quedas con ganas de ahondar más en cualquiera de las cuestiones planteadas y además eres Millenial (tengas la edad que tengas), puedes seguir la discusión, el debate, en Twitter pues cada capítulo te lleva al final a un hilo relacionado con ese Filoreto. Este libro nace de ese proyecto digital del autor que ahora se engrandece. Es una gran aula de filosofía digital.
Podéis pillar el libro en librerías tradicionales y, por supuesto, en plataformas tipo Amazon.
