Ya se ha estrenado en Netflix el muy esperado documental sobre el Fyre Festival y aunque no ha sido el único (reusulta que Hulu también ha sacado uno a la vez para competir) es el que yo he podido ver. Han hecho falta 2 documentales distintos para demostrar cómo de fácil es tangar a los millenials, pero solo uno para ver el desastre que se montó. Pero mucha gente aquí no sabe ni lo que fue el Fyre ni lo que supuso para miles de personas el año pasado incluyendo a asistentes y trabajadores del evento.

https://www.facebook.com/fyrefestival/videos/1479921628704379/

La máxima locura que se desató en medio de una isla desierta, gente que se quedó atrapada en la isla durante días sin poder volver a sus casas y la famosa foto del sándwich de la discordia. Un sándwich que lo convirtió todo en una pesadilla para asistentes y espectadores en Twitter, pero que hizo que todo se volviera viral. Y todo, por un carísimo festival que prometía un montón de mentiras. 

El Fyre Festival 

En el vídeo promocional que todos conocemos, una panda de modelos anunciaba un festival en ls playas vírgenes de las bahamas y una experiencia única para gente con dinero. Villas de lujo, yates, catering con uno de las mejores marcas conocidas en US, ‘grupazos’, buen alcohol… pero, sobre todo, creo que lo que el Fyre le intentaba vender a los Millenials a base de talonario era la exclusividad.  No era Coachella, no era el Mad Cool…

Para que tú lo entiendas era como si te prometen un festival en una pequeña isla del mediterráneo en la que te vas a codear con los integrantes de OT2017, Lovely Pepa, Dulceida… Era parecido al crucero de Desalia, pero con mucha más clase.
Las entradas más baratas (y de día) se vendían por 500$ pero los precios VIP alcanzaban los 12.000$ y supuestamente incluían un pack de lujo con vuelos en jet privado y acomodación en tiendas especiales.

El documental 

Recorremos con cámaras toda la creación y puesta a punto del evento con algunos de los inversores y trabajadores del evento. Gente que entonces trabajaba en la empresa que lanzó el festival (Fyre Media) y que tuvo que sacarlo a delate como pudo. Vemos todos los contratiempos que aparecen y ellos mismos nos van contando cómo los solucionaron.

 

Se puede ver perfectamente que la cosa no podía salir bien, se fueron creando cuentas en Twitter para avisar a la gente que asistía al festival que todo era un timo, pero jamás se llegó a cancelar. Y entonces ocurrió lo que ya se sabe. El desastre absoluto. 

Billy McFarland, creador de desastres.

Era la persona que estaba detrás de todo esto y al que se ha señalado en todo momento. Asistentes, trabajadores e inversores afirman que Billy les engañó en todo momento. El propio JaRule, socio y una de las caras oficiales del festi aseguran que fueron engañados pñor el. Mintió a todo el que pudo para conseguir dinero de inversores, falseó cuentas de su propia empresa e incluso despidió a trabajadores a costa del desastroso festival. Toda un joyita de los negocios.