Partamos de la base de que el título es un poco mentira. Conozco a más de una que reniega de su pasado fan, pero no es mi caso. Si no hubiera sido por las boybands que me gustaron de niña no habría descubierto el mundo de la música adulta que vino después. No tenían la mejor calidad musical (procederé a explicar caso por caso), pero me hicieron darme cuenta de mi auténtica vocación y gracias a muchos de estos grupos guardo recuerdos de aventuras increíbles, viajes locos y detalles que jamás creeríais. Vamos allá.
1. Take That
Llegué tarde, justo al último colgante de doble T que regalaron en la Súper Pop. Mi amiga Asela me regaló el recopilatorio por mi cumpleaños y lo siguiente que supe es que el grupo se disolvía dejándome huérfana justo cuando acababa de descubrir el inquietante mundo de las bandas de chicos. Era 1996 y yo tenía unos tiernos 12 años. Mis amigos les llamaban ‘Maricowen’ a todos, seguro que los vuestros también. Robbie Williams consiguió molarlo mucho en solitario, pero quien diga que es capaz de escuchar ‘Back for good’ sin revoltijo en el estómago, miente.
¿Qué pasó con ellos?
Pues que vuelven una y otra vez y cada vez que lo hacen están más buenos que antes. Es una cosa muy loca.
2. Backstreet Boys
Mis padres me enviaron a estudiar a Irlanda en el momento más álgido del pop masculino internacional. Era 1997, recuerdo que estaba acojonada por empezar una vida lejos de casa y con una familia a la que temía no iba a entender ni papa. Entonces llegué a mi nuevo hogar y en la tele los Backstreet Boys se frotaban a si mismos en el vídeo de Quit Playing Games. Jean, mi hermana irlandesa, señaló la pantalla y me preguntó si me gustaban. En ese momento os juro que sentí que todo iba a ir bien.
Irlanda fue el paraíso para dar rienda suelta a mi locura fan. En España teníamos un par de revistas que llegaban siempre tarde a todo, pero en el Tesco de al lado de mi casa en Greystones podías bucear entre decenas de cabeceras (cada cual más hortera) que encima descubrían las marranadas de chicos que las revistas españolas vetaban. En el HMV me dejaba los pocos pounds que me daban a la semana en discos, posters y libros. Los Back eran los reyes del mambo en aquella época, hasta el punto que llegamos a escenificar varias coreografías en el festival de fin de curso del colegio. Baile de sillas incluído, claro. Yo me pedí ser Nick, y desde aquí pido perdón a mi amiga Loreto a la que obligamos a hacer de AJ y para hacer el tema más realista le propusimos que no se quitase los pelos del sobaco.
¿Qué pasó con ellos?
Que ahí siguen, dándolo todo, o intentándolo. Con un poquito de ciática por aquí, otro poquito de rehabilitación por allá y unos cuantos documentales en las salas de cine a partir de la semana que viene. Siguen viniendo a España a cerdear con sus fans de vez en cuando, por aquello de no perder las viejas costumbres.
3. N Sync
Nunca me gustaron como grupo y he de reconocer que amé a Justin Timberlake en secreto una buena temporada hasta que me atreví a reconocerlo. Creo que la manía venía porque aquí en España nos hicieron ver que eran la competencia directa de los Back y claro, eso yo no iba a tolerarlo. Ahora ya profeso mi amor por Justin abiertamente y sin complejos. Pero solo por él, que el resto me siguen dando grima. Como grupo me quedo con ‘Pop’, un himno que sacaron casi al final de su carrera conjunta y que mi amigo Samu y yo bailábamos que da gusto.
¿Qué pasó con ellos?
Que Justin se los comió a todos. Fin.
4 y 5. Boyzone y Westlife
Vivir en Irlanda en los 90 y no sucumbir a Ronan Keating era un poco imposible. Y quien dice Ronan Keating dice Boyzone. Eran un colocón de azúcar en toda regla, con sus baladas pegadizas y sus trajes impecables. Yo les veía demasiado mayores así que cuando salieron Westlife de la mano de Simon Cowell pensé: mira que bien, estos hacen lo mismo pero parecen más de mi quinta. En Boyzone además siempre me parecieron todos terriblemente feos y eso en una boyband es algo como que NO.
Hubo una vez que volviendo a España en el aeropuerto de Dublín creímos ver a algunos miembros de Boyzone en nuestra terminal. Este hecho no está constatado pero a mi me gusta pensar que así fue.
¿Qué pasó con ellos?
He tenido que buscar en Wikipedia para saberlo porque lo cierto es que no tenía ni puñetera idea. Boyzone se reunieron en 2007 y desde entonces van sacando sus cosillas. En 2009 falleció uno de sus integrantes (Stephen Gately) con tan solo 33 años. Ahora cuarteto, continúan en el mundo de la música y Ronan Keating sigue siendo el que lleva la voz cantante.
A los de Westlife también les falta un miembro en su foto actual, pero mis conocimientos se quedan cortos. Creo que Brian McFadden (el que yo siempre consideré un Nick Carter de palo) dejó la banda para dedicarse a su familia, pero si alguien me ilumina con detalles, mejor que mejor.
6. Hanson
1997 también fue el boom de tres de mis hermanos favoritos. ‘Hi this is Isaac, Taylor and Zac. We’re Hanson’. Lo cierto es que aunque se hicieron famosos por parecer niñas y cantar una de las canciones más repetitivas de la historia del pop (Mmmbop, ba duba dop Ba du bop, ba duba dop Ba du bop, ba duba dop Ba du, Yeah), les reconozco a estos rubios el haberme despertado el gusanillo de los grupos que tocan sus propios instrumentos y componen sus propias canciones. Más guapos o más feos, Hanson siempre despertaron en mi una admiración muy diferente al resto de bandas de chicos y gracias a ellos (y sus influencias) empecé a interesarme por estilos de música más adultos. Más adelante, ya en la universidad, pude comprobar en primera persona y gracias a unos cuantos días con ellos que no solo son unos tíos íntegros y majetes, sino unos músicos increíbles que no han parado de luchar por lo único que siempre han querido: vivir de la música.
Ellos fueron los primeros, pero los siguientes, los siguientes pusieron del revés mi mundo adolescente.
¿Qué pasó con ellos?
Se las han apañado para seguir viviendo de esto y tienen unas fans taaaaaan fieles que les financian estupendamente. A ellos y a sus extensas familias, porque los tres están casados y tienen 34509345 retoños. La última vez que les vi fue en una iglesia de Amsterdam y luego mi amiga Bea no sabía si la tele del hotel era real o simple atrezzo. No estoy de broma. Si queréis post extra avisad.
7. The Moffatts
La prueba más grande de que estos 4 hermanos en cierta manera me cambiaron la vida son dos hechos irrefutables:
1. Me flipaban hasta el punto que empecé a escribir fan fiction protagonizado por ellos y mis amigas. Entonces me di cuenta de que no escribía tan mal y que quizás lo mío no iba a ser el derecho, sino la comunicación. Y si era de música mejor que mejor. Gracias a esto estudié periodismo, curré en los 40, colaboré con discográficas, organicé conciertos y acabé dirigiendo los contenidos de una guía de ocio. Uno nunca sabe.
2. Conservo gran parte de las amistades que hice gracias a ellos. Mis amigas de Pontevedra pasaban de estos grupos como de comer mierda, así que gracias a que Internet empezaba a hacer de las suyas, contacté con otras fans a lo largo y ancho del país. Personas que con el tiempo se han convertido en gente muy importante para mi y con las que me sigue uniendo un lazo muy especial.
En 1998 descubrí su primer disco y me enamoré (no sé cómo) de sus terribles mechas decoloradas. A mi me gustaba decir que eran los nuevos Beatles y lo cierto es que sus influencias me hicieron descubrir un mundo desconocido hasta la fecha para mi. Nirvana, Silverchair o hasta clásicos del country. Esta gente era una boyband porque la discográfica lo quiso así, pero mi olfato no me falló y lo que quisieron vender como un grupito para niñas, se acabó convirtiendo en un grupazo incomprendido. Porque eso fue lo que les pasó. Cuando en el 2000 quisieron dar el salto y sacar un disco más adulto de la mano de Bob Rock (productor de Metallica) se comieron los mocos con patatas. Las fans que les amaban por sus temas pegadizos les abandonaron, y los entendidos jamás aceptaron que 4 hermanos que venían de petarlo en los 40 hubieran hecho un disco cojonudo. ‘Submodalities’ se llamaba la joya que supuso el principio del fin para mis canadienses.
Con 16 años recién cumplidos convencí a mi santa madre para hacerse un Pontevedra-Madrid (que de aquella eran 10 preciosas horas en tren) y poder disfrutar en primera persona de la presentación del disco con Tony Aguilar. Lo que iban a ser un par de temas en directo se convirtió en un concierto completo y cuando lo anunciaron, totalmente por sorpresa, creo que lloré un poquito. Recuerdo ese día con tanto cariño que todavía se me ponen los pelos de punta cuando lo pienso. La que sí que no se olvida de esa fecha es mi amiga Laura, que aquel día tenía solo 11 años y los puertas la dejaron llorando en la entrada de la Sala Caracol mientras su hermana y yo disfrutábamos dentro.
¿Qué fue de ellos?
Es una larga historia: se quedaron sin un duro, lo han intentado todo y más por seguir en el mundillo por separado y han tenido movidas varias. A Dios pongo por testigo que algún día conseguiré traerles a España en concierto remember, y vuestros ojillos lo verán.
8. Take 5
¿Qué vi en ellos? No lo sé, yo tampoco me lo explico. Creo que estaba borracha de boybands, que en aquella época se contaban por cientos, y todo me valía. Eran terroríficos, de feos, de prefabricados, de chungos. Una mezcla de lo peor de cada grupo ya existente y con el sello de Lou Pearlman. Sí, ese magnate mafioso que está actualmente en la cárcel por haber timado a la mitad de las bandas aquí nombradas.
¿Qué fue de ellos?
No lo sé y la verdad es que parece no importarme a mi ni a nadie en el mundo. Lo único que he podido encontrar son estas declaraciones y no he querido seguir buscando.
9. Five
De Five lo que molaba todo eran las coreografías. Llevaban un rollo rapero popero extraño que nadie entendió muy bien nunca, pero las canciones lo petaron y los bailes, ni te cuento. Dale al play a esto y coméntame cuanto tardas en ponerte a bailar. Ya te lo digo yo. Cero.
‘When the lights go out’, ‘If Ya getting down’, ‘Everybody get up’, ‘Keep on moving’. Ojo que haciendo remember estos tienen más hits bestias que la mayoría del resto de la lista. Más de 20 millones de discos vendidos en todo el mundo, que se dice pronto.
¿Qué fue de ellos?
La banda se disolvió en 2001, y cuando quisieron volver ya les faltaba uno. Es el mal de los quintetos, siempre hay un macarra que se las pira y los deja tirados. Les duró poco y por lo que veo ahora son directamente tres.
10. Blue
A pesar de que los inicios de Blue corresponden ya al año 2000, los incluyo en esta lista ya que se trata de la última boyband de esta generación que triunfó como tal. Hasta el 2005 lo petaron bien petado con temas como ‘All Rise’, ‘One Love’ o ‘Guilty’. Yo he de reconocer que me pillaron fuera de onda. Mis gustos empezaron a cambiar por aquella época y lo de escuchar grupos que bailaban en vez de tocar instrumentos dejó de parecerme chachi. Cosas de la vida, los descubrí más adelante, ya con veintitantos y a causa de una amiga que tenía trato personal con ellos. En uno de nuestros viajes a Londres acabamos en el culo del mundo con Antony Costa (el pequeñito que se parece a Paquirrín, sí). Mi vida es un sinfín de anécdotas musicales sin sentido. Y ya que estamos reconociendo cosas, siempre me gustó ‘Sorry seems to be the hardest word‘ con aquel videoclip en una azotea y Elton John al piano. Pa’ qué mentir…
¿Qué fue de ellos?
En 2009 volvieron a los escenarios y su último disco salió hace nada (Blue Colors). Siguen peleando, bien por ellos, y se van de gira por Europa a partir de marzo.
