Soy fan incondicional de Robbie Williams desde hace más de 20 años. Esto es más o menos desde que tenía los cassettes de Take That y gritaba desconsoladamente cuando por ahorrar pila, le deba para atrás a las canciones con el boli bic y acababa rompiéndolos. Yo no lloré cuando Robbie dejó la banda y se fue en solitario, ni lo odié como parece que la masa fandom hace cuando un miembro de una boy band o girl band (Geri, la que liaste en las Spice en su día) se harta un poco y se va en solitario. Robbie hizo bien y lo avala el simple hecho de que 20 años después, y habiéndose fulminado todos los récords de ventas el solito, el tío sigue liándola como el primer día.

Tengo los cd’s en casa desde el primero al último, porque soy una tradicional y una romántica, vengo de una época en la que cuando te comprabas los cassettes y cd’s de tu grupo, te tenías que hacer con todos, como cuando coleccionabas cromos. Y es que me gustan muchas cosas de Robbie: del Robbie que vi ayer en el Palau Sant Jordi -segunda parada de su gira europea tras haber arrancado en Madrid la noche anterior-, del que vi en el mismo escenario hace 13 años, allá por 2012, y del que sale también se habla y especula en los medios.

1. Sigue siendo un chaval inglés de pub. Pese a llevar un cuarto de siglo en activo, y haber pasado por miles de looks diferentes, acordes un poco por el estilo que le apetecía en ese momento hacerse suyo, él nunca ha perdido este áurea de macarra de pub con pinta en mano y que arrastra las palabrotas por los excesos. Y para que engañarnos, es una de las cosas que más nos gustan de él.

2. Ha aceptado sus excesos, y siempre ha intentado ser un hombre mejor: No nos son ajenos todos sus problemas con el alcohol y las drogas, siendo estos la razón por la cual tuvo que abandonar Take That. A lo largo de los años han ido saliendo a la luz miles de historias en los tabloides: ahora enganchado a un montón de pastillas de nombres impronunciables, luego en rehabilitación, más tarde su obesidad y sin dejar de lado sus problemas mentales. Con lo que yo me quedo es que él nunca ha ocultado nada de esto, ha luchado contra todo ello y ha tomado responsabilidad cuando ha echado la vista atrás, siempre entonando ese Better man en el que ha tratado de convertirse pese a todos esos demonios.

3. Le va de todo y todo lo hace bien: Rock, swing, electrónica, pop, hip-hop, rap, etc. Cuando ya hizo todo lo que tenía que hacer en el britpop se fue a América, cantó clásicos de Sinatra con actores, sus canciones llegaron hasta pelis de Pixar, el Feel con ese vídeo country con Daryl Hannah que nos dejó raros pero para nada indiferentes, para luego pasarse al dance/electro y de vuelta al inicio. Dos cd’s de grandes éxitos de por medio que tienen la capacidad de resumir que si al chaval algo le interesa, lo va a hacer, o al menos probar, y eso ya demuestra que no se rinde

4. Sabe sacar provecho de sus insuficiencias: muchos podrán criticar que en sus intentos tal vez por aumentar su ego, cuando trató de tocar muchos palos de la música, no consiguió ser el maestro en todos. Otros han criticado que esa voz, pese a ir acompañada de buenos pulmones, nunca ha sido una de las mejores del panorama internacional. ¿Y qué? Robbie lo sabe y es por eso que sabe compensártelo con grandes dosis de humor, espectáculo por los cuatro costados y, en general, demostrar que se puede ser un showman y estar en la cima a base de muchos más talentos (esta semana en su nueva gira, sin ir más lejos, decidió sacar a relucir sus nuevos pasos de baile).

5. Canta Queen y The Beatles: y si alguien me conoce mínimamente ya sabe que a mí con eso ya me tienes de por vida.

6. Le gustan las carnes: y con esto quería acabar yo. No hablo de las mujeres y los excesos. El nuevo Robbie, el que he visto esta semana, me ha sorprendido gratamente por su compañía en el escenario. Adiós a tener a cuatro mozas enseñando palillo y agitando nalga para sus irreverencias; ha podido ser irreverente rodeándose de calidad y talento con un hombre y tres mujeronas con sus piernacas, brazotes y talentazo. Tres mujeres que están siendo casi igual de protagonistas que él en sus conciertos y que pese a no tener cinturita de avispa (no creo que pudieran guardar semejantes pulmones dentro) lucen con el mismo encanto y sensualidad, rodeando a esa figura macarra, alocada y siempre espectacular que es Robbie Williams.