Yo tenía un sueño de pequeñita: quería contar historias. No es que supiera definirlo de manera tan directa por aquel entonces, pero desde los 8 años más o menos que iba arriba y abajo mareando al personal con mis historietas. Que si improvisaba obras de teatro, escribía narraciones, me inventaba películas yo sola de la nada, y siempre andaba liando a vecinos, compañeras del colegio y amigos.
Por eso ahora, a mis 30, os podéis imaginar la emoción que me embargó cuando la semana pasada vi por primera vez en el estante de novedades de la librería una novela mía. Casi me caigo al suelo cuando la encontré sin buscarla, y tras cuatro personas flipando de verme hacerme selfies con la estantería decidí controlar mi emoción, abortar la idea de quedarme a dormir en la librería aquella noche, e irme a casa: Una vida M ya estaba en las calles.
Una vida M, ese título que hace que toda la gente le ponga el “de” en medio y susurre por lo bajini “la M es de mierda, ¿no?”, es un libro que escribí con 23 añitos, cuando recién salida de la escuela de cine y queriendo crear películas, me encontré ante el vacío que todo recién licenciado vislumbra cuando lo empujan de las puertas de la universidad con una tierna patadita en las nalgas: bienvenido al mundo real. ¿Ahora qué coño hago yo con mi vida?. En el tiempo se juntaron la idea de hacer un libro con esa historia que nos ha pasado a más de uno y de dos, con la victoria de la selección española de Baloncesto en el mundial de Japón en 2006 et, voilà! Decidí que quería escribir también sobre cómo un jugador de baloncesto profesional se enfrenta a ese mismo abismo cuando su carrera se acaba (porque ya sabemos que en este país lo que viene siendo fútbol, un montón, pero baloncesto –y ya no hablo de otros deportes– no tanto, ejem…).
La historia de Anna y Víctor es una de estas historias que se cuecen a fuego lento, una de estas amistades que surgen cuando dos personas tienen en común algo que no comparten con nadie más, en este caso sentirse de lo más perdidos en el mundo (o dicho en cristiano, cagarse un pelín en los pantalones cada vez que piensan en el futuro). Nada ajena a estos temas que tratamos en Weloversize, habla de cómo para encontrarse a sí mismo hace falta paciencia, mucho humor y remover hasta debajo de las piedras. Porque… ¿quién no se ha sentido perdido alguna vez? (para leer la sinopsis completa, pincha aquí)
El booktrailer más adorable sobre la faz de la tierra
Podría escribir otro libro contando la odisea que ha supuesto conseguir que este vea la luz (una recesión económica de por medio) pero pinta rollazo, y yo lo que quiero es dejaros un post lleno de buen rollo y cosas cuquis, ¡como el libro en sí! Una vida M (Editorial DeLibrum Tremens, 2015) se encuentra en todas las librerías y yo, que todavía no me creo que os lo pueda mostrar como mami orgullosa, ¡me voy a tomar un daiquiri de frutas en vuestro honor!
CONCURSO
Para celebrar el lanzamiento de la novela, me hace especial ilusión sortear entre toda la comunidad Loversize un pack completo de merchandising en el que van incluidos un ejemplar de la novela firmado, una cookie a medida de Sylvia’s box, una pequeña bolsita de gominolas y un totebag de edición limitada con la ilustración de la portada de Mar Cerdà. ¿Quieres hacerte con él? ¡Fácil!
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Daremos a conocer el ganador el próximo 31 de Marzo en nuestras redes sociales… ¡suerte a todos!
