Girls ha llegado a su fin. Amores y odios a partes iguales despertó desde su inicio. Sus personajes han crecido con una coherencia poco habitual en las series de veinteañeros al filo y, a pesar de sus detractores, pasará la historia de la televisión,  y de nuestros corazones, como una de las mejores series de nuestra generación.

El viaje emocional de sus personajes nos ha enseñado, desde la distancia y la seguridad del sofá y el mando a distancia, unas valiosas lecciones que cualquiera en su sano juicio debería llevarse consigo.

1. El amor de tu vida puede no ser el hombre de tu vida, ¡y menos mal!. Porque aunque os folléis  cada vez que os veis por los siglos de los siglos, hay gente con la que no puedes sobrevivir a medio plazo en una relación sentimental, sexual y emocional sana. Así que mejor que cada uno por su lado, por mucho que duela.

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2. Las amistades cambian, nacen, mueren, se hacen más fuertes, desaparecen, ¡y no pasa nada! No hay que enfadarse cada vez que nuestro camino se separa del de alguien que antes era muy importante para nosotros, y aunque siempre le recordaremos con nostalgia, quien sabe, igual volvéis a estar en el mismo momento y recuperáis la amistad en el futuro. Lo importante es dejar que las cosas fluyan sin forzarlas.

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3. La perseverancia en el trabajo es lo que funciona. Da igual la de veces que quieras convencerte a ti mismx en voz alta de que quieres ser algo concreto en la vida, hasta que no te pones en serio y trabajas duro, no conseguirás nada de nada, y aún así, no las tienes todas contigo.

4. Los complejos nos sirven para nada. Están ahí y van a acompañarte siempre, a ponerte zancadillas en los momentos menos pensados. Asúmelos, baila como si nadie te viera y sigue para adelante, aún a sabiendas de que tu mismx vas a boicotearte cuando menos te lo esperes.

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5. Hay decisiones que tomas, y hay decisiones que te toman. Tus circunstancias personales en un momento concreto de tu vida pueden no ser como tu esperabas, a veces el camino planificado va por otros derroteros. No hace falta que recalcules tu ruta cual GPS, disfruta de tu mundo tal como está ahora, porque quizá esa serie de malas decisiones que te sacaron de tu camino planeado te han llevado a otro que te hace más feliz.

6. Cuando estés preparada para ser madre, lo sabrás. Si nunca estás preparada para ser madre, lo sabrás. Así de simple, sin convencionalismos sociales, presión de género o estándares familiares. Sabrás que no quieres perdértelo ( o sí) por nada del mundo.

7. No siempre es necesario llevar ropa que te favorezca para sentirte cómoda contigo misma. ¿Cómo? Así es. A muchas de mi generación, antes que Hannah Hovarth, esto ya nos lo había enseñado «Blossom», pero no está mal que nos lo recuerden. Puede que nunca le dediquen un Instagram a nuestras elecciones de estilo, pero eso no significa que llevándolas no seamos más nosotras que nunca.

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Adiós Hannah, Jessa , Marnie y Shoshana y gracias por este camino de ficción que habéis compartido con nosotros.

Alicia Santurde