Hace años RTVE tenía entre sus objetivos la promoción de la cultura y la educación, de hecho, uno de sus principios era el de ‘cooperación en el sistema educativo’. De eso hace mucho tiempo porque ahora vemos a un programa de entretenimiento de máxima audiencia aprovechar las debilidades de un concursante para crear interés y espectáculo.

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Masterchef, en sus inicios, era un concurso de cocina donde el jurado era más profesional que personaje, realmente era  interesante ver a profesionales de la talla de Jordi Cruz, Samatha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez, hablar de gastronomía. Después de muchos años en los que los talent shows hacían mofa de los momentos más bajos de sus concursantes, era agradable comprobar que las críticas eran más constructivas que dañinas y el concurso no perseguía ganar audiencia a toda costa.

Pero en este camino hacia al éxito, Masterchef fue perdiendo ese objetivo, -el de ser un programa que entretenía-,y se ha convertido en un ‘show’ más. En algún momento, el programa comenzó a tratar a sus concursantes de manera diferente y la audiencia social, la que ve la tele con una tablet, un móvil o el portátil comezó a hacerse eco de estos momentos con especial indignación. Recordemos algunos de ellos:   masterchef8

1-LEÓN COME GAMBA

Todos recordamos los memes que se hicieron en las redes sociales a raíz del plato de Alberto, uno de los concursantes más jóvenes de Masterchef. Las palabras del jurado al valorar su plato fueron muy duras, primero habló Pepe que comentaba el plato de la siguiente manera: ‘esto es un insulto a mi inteligencia y un insulto al jurado’. Pero la cosa no acabó ahí y Jordi Cruz le tomó el relevo en el sermón, mientras agarraba el plato del concursante con desdén: ‘jamás he visto una marranada como ésta (…) es una mofa a nuestro oficio'(…). Ningún cocinero en Masterchef Junior ha hecho un plato tan ‘bobainas’ como el tuyo’. Toda esta situación estuvo acompañada de una actitud  autoritaria  y también de caras largas por parte del  jurado. La situación parecía que no podía empeorar y en ese momento decidieron  echar a Alberto sin deliberar: una estrategia que  nunca se había usado en el programa antes, todo esto para aumentar la tensión y el dramatismo de la escena. El concursante se marchó, como es normal, envuelto en llantos por una bronca mediática que se haría viral en las redes sociales.

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Hay que recordar que Alberto tenía tan sólo 18 años en aquel momento: una edad en la que todo ese revuelo mediático y una regañina de tal calibre, puede afectar de manera negativa a la percepción que uno tiene de sí mismo, a su autoconcepto.

Muchos usuarios de Twitter se quejaron de la crueldad del jurado en este momento y tal fue el escándalo que desde el programa tuvieron que dar explicaciones.

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2-PABLO LLORA MÁS DE LA CUENTA

La tercera edición de Masterchef 3  no mejoró con la expulsión de Alberto, tras esto la emprendieron con Pablo, un campeón en artes marciales y aficionado a la cocina. Durante muchos programas se esmeraron en sacar todos los fragmentos donde el concursante lloraba. Si la situación estresante del concurso no era suficiente para hacer llorar a Pablo, el jurado con sus comentarios tensaba la cuerda para provocar las lágrimas. En algún caso se recordaba que Pablo era campeón de artes marciales, como si practicar esta disciplina fuese una razón de peso para  no  llorar.

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En esta ocasión, el jurado llamaba ‘Pablito’ al concursante. Usar un diminutivo para referirse a un concursante puede tener un fin cariñoso pero no sabemos si esa era la intención del jurado. Pero el momento álgido del programa llega cuando Jordi Cruz estampa el plato de Pablo contra el suelo y éste se rompe a llorar. La reacción de todos los concursantes es de sorpresa y los comentarios en las redes sociales se multiplican. En la propia página web de TVE se puede ver el siguiente texto debajo del vídeo de ese momento del programa: Pablo, ¿un juguete roto?

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Además del tono paternalista que se usa con el concursante, también subyace otro tema: la perpetuación de roles de género. Si eres hombre y además practicas artes marciales, tienes que ser fuerte y no puedes llorar porque a los hombres se les educa para no ser sensibles. Si se acepta esta premisa como buena, también se acepta la contraria y todo esto es inadmisible.

3-BOMBA DE SANGRE

En Masterchef 4, la sombra del ‘León come gamba’ vuelve a planear con el plato de otra concursante, Aniuska. La atleta y concursante hizo un bizcocho de maíz que tituló ‘Bomba de sangre’, un postre con un aspecto poco apetecible que el jurado definió como  ‘un desastre absoluto’.

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Pero con esta atleta y profesora de primaria, el  programa decidió ahondar en el drama, añadiendo frases de la concursante como estas: ‘soy muy nerviosa y tengo que aprenderme a controlar(…) he tenido problemas que mi abuela me ha ayudado a solucionar’ o ‘mi abuela me dijo que saldría la primera semana’. La concursante decía todas estas frases en un estado de nerviosismo mayor al que se puede esperar en una expulsión del programa. Esta situación resulta bastante innecesaria en un programa de cocina ¿es entretenimiento o sólo morbo?

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4- MICROMACHISMOS 

Además de aprovecharse de las supuestas debilidades de los concursantes, también mostraron varios ejemplos de micromachismos desde el inicio de la última edición. Durante los castings, el trato del jurado a una de las aspirantes, Andreína, dio mucho que hablar. Al descubrir que la aspirante posó para la revista Inverviu, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez comenzaron a soltar frases del tipo: ‘qué calor hace en la cocina’ ‘deja de cocinar que tienes muchas maneras. Dále un delantal’. Las caras de los dos miembros del jurado, mientras ojean la portada y la enseñan a cámara, eran muy gráficas.

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Otro caso muy sonado fue el de  Emilia, otra concursante de la cuarta edición de Masterchef. En este caso, el jurado en lugar de alegrarse por la concursante cuando consigue entrar en Masterchef, le preguntan, con ironía, si tiene que pedirle permiso a su marido para poder entrar en el concurso. Finalmente, la mujer llama al marido y el jurado queda satisfecho.

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Pero con Esmeralda, otra concursante de la última edición, el programa llegó aún más lejos y decidieron hacerle un cambio de imagen. Si pensábamos que en Masterchef se valoraban las artes culinarias de los concursantes, estábamos equivocados, ahora también importa la apariencia, sobre todo si eres mujer. 

Todos estos momentos pertenecen a las últimas ediciones del programa, un programa de éxito internacional que si repasamos la actuación del jurado de otros países y los comparamos con su homólogo español, encontraremos casos similares. En la versión USA, el afamado Gordon Ramsay es uno de los encargados de dar el veredicto a los concursantes. El temperamento de Ramsay es conocido por todos gracias al programa de ‘Pesadilla en la Cocina’ (Kitchen Nightmares). El problema es que en España, Masterchef no se emite en una televisión privada, se emite en una televisión pública.

¿Qué dice el ‘Manual de Estilo de RTVE’ de todo esto?

En el manual de estilo de RTVE,- que podéis consultar en la propia página web de la cadena-, aparece el siguiente párrafo sobre el tratamiento del entretenimiento y, en especial de los concursos, en la cadena pública:

Valores que deben estar presentes. Los concursos difundidos en RTVE deben tener fines y métodos de participación acordes con los principios que inspiran la actividad de la Corporación como son el fomento del conocimiento, el valor del esfuerzo, la creatividad y la habilidad de los concursantes. Los concursos no deben alentar valores negativos o de pura competitividad ni fomentar estereotipos o prejuicios.

En este mismo manual también se menciona la importancia de crear un entretenimiento donde prime la cultura:

Los profesionales de RTVE que trabajen en espacios de entretenimiento están obligados a ofrecer a los espectadores un ocio activo, crítico, imaginativo, culto, enriquecedor y divertido. El entretenimiento en RTVE debe huir de la vulgaridad y la banalidad y cultivar contenidos de calidad capaces de interesar a la gran mayoría, hechos con rigor profesional, creatividad y buen gusto.

En el manual de estilo también hay una referencia sobre el trato de la mujer, 

Evitar estereotipos. Informar sobre cuestiones especialmente sensibles exige un grado de reflexión especial a fin de huir de los estereotipos.

Debe contribuirse a erradicar los estereotipos que atribuyen a las mujeres valores y funciones sociales inferiores a los de los hombres. En cambio, debe ampliarse la representación de las mujeres y mostrar su papel en el desarrollo cultural, político, económico y social.

Desde aquí, me dirijo al programa de máxima audiencia, para que reflexionen sobre los mensajes que transmiten a través de la edición de las imágenes, el tratamiento a los concursantes, los comentarios del jurado y sobre todo que piensen que su programa es líder de audiencia con un público muy amplio, entre los que también se encuentran  niños y adolescentes. Tanto es así, que el concurso aprovecha sus ‘minutos de oro’ para introducir información sobre los campamentos de verano para niños o toda la información relativa al casting de Masterchef Junior.

En definitiva, escribo mi opinión personal sobre la deriva de los contenidos de TVE y, concretamente, los de Masterchef. Esto quiere decir que mi opinión puede ser o no compartida por este medio pero sí es compartida por gran parte de vuestra audiencia. Como una de vuestras espectadoras, me encantaría que este concurso y la programación de TVE se dirigiese hacia lo que debería ser un contenido educativo y cultural sin perder de vista el entretenimiento de calidad. En definitiva, que la televisión pública que pagamos todos ofrezca el contenido que merecemos.